PUEDE parecer que es un simple curso de verano; pero no, como la propia materia sobre la que trata, la Ex Desaceleración, esto es más hondo. Sin que la matrícula nos cueste un duro, sin asistir a clase, todos estamos haciendo un Máster en Crisis. La inmersión lingüística en catalán o la ahogadilla dictatorial de la imposición de una lengua cooficial como la única del Reino es nada al lado de este curso acelerado en que todos tomamos las lecciones sobre la crisis, al tiempo que tomamos por saco con sus consecuencias.

El aprobado lo tenemos ganado por curso. Los créditos de libre configuración están perfectamente anotados en nuestro expediente. Expediente de crisis, naturalmente. En cuanto al profesorado, pues ya lo vieron ayer: hasta el propio profesor don Manuel Olivencia, el autor del Código Olivencia, el que más sabe en el orbe católico sobre Derecho Mercantil, se tira a la arena de la Tercera de ABC, como los espontáneos se arrojan al ruedo desde la solanera, y con la muleta adelantada de su escuela rondeña nos explica a todos el bronce exacto de las funerales campanas cuyo tañido a muerto hemos oído, pero no sabemos desde qué torre más alta, que también ha caído con la crisis y ha presentado suspensión de pagos...

-Pues hablando de suspensión, al que vamos a tener que suspender en este Máster en Crisis es a usted. ¿No sabe que las suspensiones de pagos son ahora concursos de acreedores? ¿O es que no leyó ayer a su admirado Olivencia?

Leílo, como de Barea a Velarde Fuentes he seguido todas las sabias enseñanzas del claustro. Y como todos los españoles de infantería que sufrimos la crisis, me lo sé todo acerca de los concursos de acreedores. Vamos, que ya sabemos de esos concursos más que de los de la tele. Sin Pasapalabra. Si en la tele vemos entusiasmados la Operación Triunfo, en la realidad de la economía asistimos, aterrorizados, a la Operación Fracaso, sin que nadie del Gobierno se dé por aludido ni tome una sola medida. En los concursos de la tele se han hecho famosos los Triunfitos, como Bisbal o Rosa; ahora arrasan los Fracasitos, los artistas del Barquinazo, los virtuosos concursales. Sobre los que nos sabemos todo: que no es lo mismo un concurso de acreedores voluntario que otro forzoso. Y nos hemos aprendido un aspecto del concurso, de esta Eurovisión de la Ruina, que a mí me encanta, porque suena a estribillo de copla de Rafael de León o a canción de los tiempos del cuplé interpretada por Sarita Montiel antes de su última glaciación: «Quita y espera». Tú le pones a eso de «Quita y espera» música del maestro Quiroga y es una canción para que la cante en el «Se llama copla» de Canal Sur una chavala que imita divinamente a Marifé: «Quita y espera, serrano,/que ahora me ha tocao a mí/no pagarte ni quemao».

¿Y el ERE? ¿Dónde me dejan el ERE? ¿Y lo que hemos aprendido sobre el ERE? Antes de la crisis, de la ERE solamente sabíamos que era, en el alfabeto, la letra que iba antes de la S y detrás de la Q. Ahora hasta los chiquillos saben que es el Expediente de Regulación de Empleo. Por el mismo precio de la matrícula en Derecho Mercantil, el Máster incluye el curso urgente en Derecho Laboral. En el que sabemos que no es lo mismo un ERE con extinción de los contratos (que eso de extinción suena a bomberos que acuden a apuntalar la ruina inminente de la empresa) que un ERE con suspensión temporal de las relaciones laborales, ¡toma ya! ¿Y de Derecho Procesal? La tira sabemos también. Antes de la crisis nos creíamos que el Mercantil era un casino de Córdoba o de Sevilla, con caseta en la Feria. Ahora sabemos que el Mercantil es un Juzgado; como los de la Plaza de Castilla, pero sin pelanduscas de la tele acompañadas de «mis abogados», poniendo querellas a babor y estribor. Y de Física también sabemos tela. Pregúntenme lo que quieran de la diferencia entre la bombilla de filamento y la de bajo consumo, la llamada Bombilla Sebastiana. Y del barril de crudo, lo mismo. Del barril de cerveza en tanque de salmuera hemos pasado al barril de crudo del Orinoco que el gorila rojo nos quiere meter como bacalá. Un Máster, pues, interdisciplinar ¿Qué dice usted, que su niño se ha matriculado en ICADE de Derecho y Economía juntos? Pues mire, señora, esos estudios de su niño ya los tenemos aprobados todos los españoles, con este obligado Máster en Crisis.