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EN esta crisis que ya hemos casi olvidado, entre avión de Spanair y contramano histórico de la Ronda Histérica, Madonna nos viene como agua para chocolate, como el aceite a las espinacas o como el azúcar a los calentitos: de dulce y oro. Cómo será la cosa de importante, que mi respetado teniente de alcalde don Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (que tiene un nombre casi tan corto como lo tenía el alcalde don Juan Fernández Rodríguez y García del Busto), que va a ser Delegado de Urbanismo, de momento ha ejercido ya de Delegado Municipal de Madonna. No ha dado todavía ninguna rueda de prensa, ¿qué digo yo?, sobre los semáforos de Hytasa, que como ustedes saben son la piedra angular del hispalense Urbanismo. Pero ya ha dado una rueda de prensa sobre Madonna. La importancia de los asuntos municipales se mide según se anuncien en correo electrónico, en fax, en comunicado o en rueda de prensa. Madonna es de rueda de prensa, de cinco jotas, será por lo jamona que se está poniendo la señora. Rueda que el delegado de Urbanismo «in pectore» ha dado haciendo la competencia por cierto a su antecesor, mi correligionario bético don Emilio Carrillo, que era en el Ayuntamiento el especialista en meterle el lápiz a los asuntos para improvisar estadísticas y estimaciones económicas en menos de horas veinticuatro.
A mí Madonna no me maravilla nada. Sobre todo desde que vi que se mofaba de la Santa Cruz. A ver si vamos a tenerla en el Estadio Olímpico. Ésta, aquí, es capaz de mofarse de la Santa Cruz, de la cofradía de Santa Cruz y del barrio de Santa Cruz con su lunita plateada... y sus tiendas cutres de camisetas, que las venden ya como sudadas. No, eso no me maravilla de esta señora que si no sale vestida como un maniquí del escaparate de la Corsetería La Modelo de la calle Francos no se queda tranquila. Pero sí me maravilla de Madonna que el Delegado Municipal del Ramo, don Alfonso Rodríguez Gómez de Etcétera, al dar la rueda de prensa junto con el hotelero Manuel Otero, haya precisado con exactitud estadística como de Emilio Carrillo las cifras del concierto que dará la muchacha el día 16. A saber: habrá 63.000 espectadores, ni uno más ni uno menos; habrá el 100% de ocupación hotelera los días 15 y 16. Y todo eso nos dejará en Sevilla 8,33 millones de euros.
Ojalá, hijo, Alfonso, ojalá.
Lo que no dicen es lo que Madonna nos costará en horas extraordinarias de los guardias, en autobuses y lanzaderas para llevar a las criaturitas hasta aquellos andurriales olímpicos, en planes de protección civil y en etcéteras. Y tampoco nos dejan claro quién organiza el asunto y quién se va a llevar la manteca, si el Madonnazo no es un pinchazo, que todo puede ocurrir en esta tierra tan novelera.
Y ya que parece que esto es como Estados Unidos y la General Motors, que lo que es bueno para Madonna es bueno para Sevilla, digo yo: ¿por qué no le damos a Madonna el tratamiento de prima? ¿Por qué no la hacemos prima de alguien, del alcalde mismo, la colocamos en el Ayuntamiento por la cara, sin curriculum ni ná, y la tenemos aquí siempre, fija de plantilla? Primero, para que el derroche del Estadio Olímpico sirva para algo por una vez en la vida. Y después, para que todos los días nos entren por las puertas esos anunciados 8,33 millones de euros.
E-mail para La Trinidad.- Recibido de un lector: «Dígale a la junta de gobierno de la Hermandad de la Trinidad que pongan celo en la dirección de la salida extraordinaria del Cristo de las Cinco Llagas en septiembre, no sea que el señor Monteseirín los multe por ir en contramano por María Auxiliadora.»
Mensaje sobre Letizia.- Dejado por una lectora en mi contestador: «Di que te la paren para cantarle una saeta. Y fíjate en la cara que le han dejado a la Princesa de Asturias tras la cirugía estética de la nariz y el mentón de Fernando VII que ya no tiene. ¿En qué película salía Greta Garbo que era talmente Letizia Ortiz? ¿O no era Greta Garbo, que era Sandra Bullock la que se parecía antes muchísimo a la Princesa de Asturias de ahora?»
Ea, pues ahí queó la guasa. Pero, de verdad: colócanos a Madonna en el Ayuntamiento, Alfredo, que es la que nos puede sacar de esta ruina que tenemos en todo lo alto.
