Al modo del juego de los siete errores, podíamos inventar el de los setecientos horrores: las que lanzan como promesas los candidatos a la alcaldía. Parece que se están echando un pulso, a ver quién promete cosas más absurdas y peregrinas y dice una chorrada más grande. «La imaginación al poder», no: las pamplinas al poder.

A mí me gustaría que en vez de meterse esos andurriales, Zoido y Espadas prometieran cosas más útiles: por ejemplo, que Sevilla se parezca a Sevilla. ¿Creen que es poca promesa electoral esto de que Sevilla se parezca a Sevilla, y no a Düsseldorf, cuya Shadowstrasse, por cierto, estaba hermanada ya con la calle Sierpes, antes de que llegaran estos tíos, según me enteré leyendo a Paquiño Correal? Hermanamiento que pueden ver certificado por un azulejo que hay en Sierpes, a la altura del cruce con Cerrajería, en la finca donde antes estaba el estanco y ahora una tienda de cerámica.

Hablando de Zoido y de Espadas... Señor Zoido, por favor: no haga usted más el canelo yendo a jugar contra el Espadas Fútbol Club como equipo visitante en Giralda TV, que como es de ellos, pues ya sabe lo caseros que son allí los árbitros. Usted, don Zoido, no puede ponerse a la altura de Espadas, que no tiene ni idea de Sevilla, que ha llegado aquí tirado en paracaídas y al que no conoce nadie. Poniéndose usted a su altura, don Zoido, lo que le hace es el caldo gordo y la propaganda al desconocido Espadas. ¿Usted no se acuerda que dije que Espadas era el Candidato Ikea, que había que montarlo, que el partido lo había soltado aquí dentro de una caja y con un libro de instrucciones? Pues no coja usted el destornillador y arme al candidato que no existe y que no conoce nadie, don Zoido, cuando usted ha gastado mucha suela de zapato recorriendo Sevilla y se ha ganado a pulso el conocimiento de la gente. A ver: ¿cuántos bancos ha puesto Espadas en Bellavista?

Pero voy a las ideas peregrinas que lanzan como promesas electorales. Aguanten la risa, pero Espadas ha prometido que si es alcalde pondrá en los bajos del paseo Alcalde Marqués del Contadero un Centro de Interpretación de la Tapa.

—¿Y un Observatorio de la Tapa no va a poner?

No, eso será más adelante. Hay que empezar por esa pamplina del Centro de Interpretación. ¡Lo que le gusta a un socialista un Centro de Interpretación! ¿Que abren un parque? Pues ponen un Centro de Interpretación del Parque: se gastan medio millón de euros y colocan allí a cinco o seis paniaguados con el carné en la boca. ¿Que restauran un edificio? Plantifican su correspondiente Centro de Interpretación y a colocar más tíos (y tías).

Las tapas han existido en Sevilla toda la vida de Dios sin necesidad de que nadie las explicara en Centro de Interpretación alguno. No sé qué van a interpretar en el Centro de Interpretación. ¿Explicarán cómo se hace el bacalati con tomati? ¿O explicarán la diferencia entre la ensaladilla de La Alicantina y la ensaladilla de Makro? ¡Qué chorrada más grande, Dios mío de mi alma! ¿A cuántos paniaguados tienen pensado colocar en ese Centro de Interpretación, a cuántos subvencionados taberneros del Régimen?

Hombre, si es por Centros de Interpretación, más que taparse con la tapa, Espadas podía prometer mejor un Centro de Interpretación del Plan Centro. A ver si de una vez son capaces de explicar por qué se han querido cargar a Sevilla y castigar a los vecinos y comerciantes de la ciudad intramuros con el maldito Plan Centro.