Antonio Burgos / El Recuadro

El Mundo, 10 de diciembre de 1996

Antonio Burgos

Eduardo Serra despide al "Juan Sebastián Elcano"

 

Poco antes, entre salves marineras y tangos viejos, todo Cádiz, la Catedral, la Viña y el Mentidero, habían despedido al Juan Sebastián Elcano. El viejo bergantín-goleta largaba el trapo de los cuatro palos para empezar su novena vuelta al mundo,. 25.000 millas navegando a vela, una maravillosa locura, de España a España misma, digo, a Puerto Rico, y luego por el Canal de Panamá a Hawaii, a Japón, a Manila a por mantones, y vuelta por el Canal de Suez. Total, poca cosa, 203 días en la mar en un barquito que parece un modelo para armar un sueño.

Para que oliera a pólvora cuando ya habían subido a La Galeona, la Virgen del Rosario que iba con los navíos de la Flota de la Nueva España, el bergantín había dado al cañón las dieciocho salvas de honores de Gobierno. Este Gobierno nos ha salido muy marinero de barco de guerra. No como el otro, que era marinero de yate de cuñado en Doñana y de banquero en Mallorca. Aznar navegó en el Príncipe de Asturias y Eduardo Serra despidió a Elcano. A bordo del patrullero Vigía lo acompañó cuando iba largando trapo por la canal del muelle, rumbo a Canarias. El ministro traía del muelle en los oídos las salvas, la salve marinera, la Marcha Real, y estaba impresionado de la imagen de España que da la Marina. Me dijo:

--- Esto demuestra que España es algo más que una fina película que une las autonomías.

La verdad que la película de Elcano era bellísima. Serra había visto que Cádiz despide a su velero como a alguien de la familia, y me dijo que esto lo debía conocer España. Que sería bueno que la salida anual de Elcano convirtiera a la Tacita en capital naval del Reino por un día. Que así podíamos los españoles saber que siendo España la séptima o novena potencia mundial, su Marina, de todas, todas, es la quinta del mundo. Una Marina que cada año, con cuatro perras gordas, monta esta Embajada navegante, como un Instituto Cervantes con mascarón de proa..

Y como había visto al ministro de Defensa tan entusiasmado con la España marinera y con los adioses al velero al que Cádiz le tiene puesto un piso de bonito que es, me dispuse a ver el telediario de TVE-1, que creo yo que tiene algo que ver con España y con su gobierno. Pensé: "Bueno, verás, con el interés que tiene el ministro, qué reportajazo de Elcano con todas las velas desplegadas, por la alta mar". Mis ilusiones quedaron más perdidas que el barco del arroz. A pesar de que Serra quiere rentabilizar Elcano para la imagen de Reino y de España, en el telediario de la TV publica que depende del gobierno donde es ministro de Defensa don Eduardo, si salieron cinco segundos de imágenes del velero fueron muchos segundos. Buruaga, hijo mío, guarda lo de Elcano para mejor ocasión. Nada, ni España tiene Marina, ni la Marina conserva una preciosidad de buque-escuela, ni Cádiz entero se vuelca cada año en despedirlo, ni embarcaron a La Galeona ni nada. Como la imagen del gobierno funciona así, tendremos que hacer guardiamarina a Antonio Banderas para que nos enteremos.


   

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