Antonio Burgos /  Recuadros de Semana Santa

Recogido en el libro "Sevilla en cien recuadros"

Antonio Burgos

Romance de las palmas

 

 Estrenaba luz el aire y el río estrenaba el agua, y se estrenaba el naranjo, y la palma se estrenaba, aquella palma de bronce que lleva la Santa Juana en lo alto de la torre a la que llaman Giralda. Todos los años sucede. Tal que hoy es la mañana. Ya relucen los damascos en los palcos de la plaza, y ya amontonó sus sillas Quidiello en La Campana. A las nueve o nueve y cuarto ya salen por Gradas Bajas los señores del Cabildo con sus recamadas capas, que si el latín es antiguo al aire nuevo lo cantan, cuando pasan soportales llenos de sol y hay campanas que van diciendo a esos aires la novedad sevillana: que ya es Domingo de Ramos, que hasta el aire se estrenaba, que está, como aquel que dice, la primera en La Campana.

Por los balcones de barrio se cuelgan las nuevas palmas, entre tiestos de geranios y macetas de albahaca. Vienen niños con olivos, con ramitas plateadas, por plazoletas y calles, por rondas y barriadas. Mirad sus zapatos nuevos, mirad su alegría soñada... "Pues yo salgo en Los Caballos y mi padre en la Esperanza"... "Mi padre es del Gran Poder y sale de madrugada"... " me han hecho el capirote, me han comprado las sandalias..." "¿Llevas túnica de cola? Si te gustan las de capa..." Cuentan y cuentan los niños las cosas que tú contabas el año que ya saliste, que ya la estatura dabas, primer tramo tras la cruz de los faroles de la plata... Cuentan y cuentan los niños tus recuerdos de sandalias, y de cinturón de esparto, mientras suenan las campanas y la gente cruza el puente a ver la Estrella en Triana, y va por calle Regina hacia San Juan de la Palma, y se acerca a Los Terceros, mantel de Cena sagrada, y se llega hasta San Roque, en recuerdos de arriadas, de tranvías por la ronda de algarrobos y de acacias, está la Virgen que dicen que es de Gracia y de Esperanza, y siguen otros más lejos, adonde están las murallas, y donde hay una puerta, que es estrecha y ojivada: ancha será como el cielo para que la Hiniesta salga...

De esta forma, lentamente, se va yendo la mañana, van viniendo las calores, y se callan las campanas. Otros van a San Lorenzo, van por Conde de Barajas y vienen por Capuchinas con la cinta en la solapa, la cinta del Gran Poder, que es un cinta morada que contrasta con los cielos de esta mañana tan blanca, tan nueva, tan de nosotros, dulcemente provinciana, tan antigua como esos niños que están en la rampla del Salvador, que no corren sobre un imperio de tablas, sino que suenan sus pasos por el fondo de tu infancia, tú también correteaste, qué bien que correteabas, para ver la Borriquita al Salvador te acercaban, y la plata de Pasión, y canastillas doradas...

En una larga alegría envejece la mañana, mostradores de cerveza, velador, gamba a la plancha, y un chiquillo ya pregona por calle Cuna "er pograma, er pograma con la lista...". Programa no te hace falta, que tu memoria lo sabe, cuándo llega y cuándo pasa, por qué balcón roza el palio, dónde le tocan la marcha, dónde van sobre los pies, dónde a pulso la levantan, dónde se siente alegría, dónde tristeza en el alma... (Quien no estrena la alegría ni es sevillano ni es nada...)

Y llegará ese momento que todo el año esperabas. Será por aquella esquina, o será por esta plaza. Será por plaza de Pan, será por calle Sagasta, será por la Encarnación, quizá sea por Laraña, por Goyeneta o por Cuna, porque la suerte está echada; cruzó el Rubicón Sevilla para conquistar la gracia y sabes que la sorpresa por todas partes te aguarda, puede ser de aquella esquina, puede ser por esta plaza... Vendrá el primer nazareno, llevará túnica blanca, y tú estrenarás el aire, que lo estrena la Giralda. (Siempre es Domingo de Ramos en el bronce de su palma.)

 


 

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