Ardanza: mande ertzainas
a Andalucía...

Si le sobran por ahí arriba policías autonómicos,
nos los manda, que aquí los recibiremos
con los brazos abiertos

Me tienen muy preocupado Ardanza y Arzalluz. Arzalluz, porque no sé por qué estará tan cabreado siempre. ¿Ustedes han visto lo profundamente mosqueado que aparece Arzalluz cada vez que sale por los cerros del Abra, que deben de ser los cerros de Úbeda a la vizcaína, como la merluza y las cocochas? Yo convocaría un concurso nacional y regalaría un viaje al Caribe, con estancia en Cayo Coco para dos personas, para aquel que me dijera fehacientemente que ha visto una vez a Arzalluz riéndose, o por lo menos hablando, no digo ya en plan simpático, sino como una persona normal, sin echar la bronca. ¿Pero qué le habremos hecho el resto de los españoles a Arzalluz para que nos eche estas broncas sin comerlo ni beberlo, de jesuita que nos castiga sin recreo? Yo siempre he dicho que en el colegio de los Jesuitas de Sevilla, Pepote Borbolla y yo tuvimos un padre prefecto vasco, el Padre Uriarte, que era como Arzalluz y pegaba las mismas broncas. Lo que pasa es que el Padre Uriarte no se salió y no se metió en el PNV, y se limitaba a dar las broncas a los externos y a los mediopensionistas, aunque le dijéramos de carretilla la alineación de su Atlético de Bilbao de su alma, con Mauri y Maguregui, y Zarra, Panizo y Gainza.

Si Arzalluz me tiene preocupado por las broncas, Ardanza me tiene preocupado por la parte del fútbol. No sé de qué equipo vasco, pero Ardanza tiene una pinta de entrenador de fútbol que no se la salta un caballo de Cayetano Martínez de Irujo. ¿Entrenador de la Real Sociedad de San Sebastián o entrenador del Atlético de Bilbao? ¿Del Osasuna acaso, por aquello del imperialismo vasco sobre el Reino de Navarra? Esa es mi única duda. Tú ponea a Ardanza en la banda, así tal como está vestido, gritando a Roberto Ríos que cubra más el centro del campo y la gente traga, vamos que si traga... Como lo pones después en un programa de José María García preguntándole desde la Cope y él respondiendo que el conjunto visitante tuvo más mordiente en la primera mitad, y la gente traga, vamos que si traga...

Pués este entrenador del cuadro titular del PNV, se ha preguntado en público qué pensarían los andaluces si nos mandaran ertzainas a ayudar al Sur de Despeñaperros a luchar contra el terrorismo. Y como parece que el señor Ardanza está tan interesado en la respuesta, pues yo se la voy a decir. Mire usted, Ardanza, estaríamos encantados. Galgos o podencos, ¿a mí qué más me da? Lo que yo quiero es ir por esas calles estrechas del barrio de Santa Cruz donde unos como ustedes asesinaron a Alberto y Ascensión y que no me dé pánico. Me encantaría, señor Ardanza, que esta Policía desbordada por la colaboración ciudadana que está dando pistas y más pistas sobre esa cruel matanza de los inocentes pudiera seguir el hilo de tantos ovillos hasta dar con los criminales, contando con la colaboración de los ertzainas. Si le sobran por ahí arriba policías autonómicos, no dude un instante, métalos en el primer avión y nos los manda, que aquí los recibiremos con los brazos abiertos, los convidaremos y usted descuide, que a las dos semanas de estar por aquí abajo ya se habrán hecho partidarios del Real Betis Balompié, se habrán apuntado a alguna cofradía y hasta puede que estén buscando una organización para hacer el camino del Rocío (de Nuestra Señora de la Escartxa, vamos) y una entrada para ver a Curro Romero. Usted no comprende, señor Ardanza, en su banquillo de entrenador de los que no acaban de estar plenamente disconformes con la muerte, que hay otra España que recibe a todos los españoles con los brazos abiertos, aunque esos españoles sean, como usted, del País Vasco. Se lo digo desde esta Sevilla que tiene a gala de que su famosa y universal feria de abril fuera fundada precisamente por un vasco, por un paisano suyo, por José María Ybarra. Los sevillanos no le pedimos el RH al primer Conde de Ybarra para que nos fundara la feria de abril, ni habríamos de pedírselo ahora a esos ertzainas, si tiene usted a bien mandárnoslos, manque sea por Seur, descuide, que le pagamos los portes, no nos vamos a poner a discutir como ustedes sobre el concierto económico, que aquí los conciertos los dejamos para Paco de Lucía o para que la Orquesta de Granada toque El Amor Brujo de Falla.

Así que, señor Ardanza, mándenos esos policías vascos cuando tenga por conveniente, y le diré como los ministros, a los andaluces nos alegra que nos haga esa pregunta, del mismo modo que nos entristece su tibieza ante la muerte y el asesinato. Yo creo, señor Ardanza, que le expreso la opinión del pueblo andaluz si le digo que me parecería muy bien, que toda ayuda es poca cuando se trata de arrimar el hombro, y que estaría contento con que una Policía española, la Ertzaina, ayudara a otras Policías españolas como la Policía Nacional o los guardias municipales de Santiponce si usted quiere. Pero aquí está la diferencia: que para mí y el resto de los españoles sería una Policía española ayudando a otra Policía española, mientras que para usted la de Mayor Oreja es una policía extranjera, vamos, el Scotland Yard o el FBI... ¿No te jode el Sherlock Holmes? *


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