Vamos aviados entre Fischler
y el Foreign Office

"Las campañas de imagen contra España a causa de la
supuesta inseguridad ciudadana son mucho más
graves que lo del olivo de la Unión Europea"

Patricia es española. Patricia trabaja en un banco, en Londres. Patricia, tras una semana de vacaciones en China, se reincorpora a su trabajo. Por breves días, porque ya tiene reservado billete para volver a España aprovechando la Semana Santa. A Patricia le ha salido este billete a Madrid tan barato como el "gratis total" de Solchaga en la Trasmediterránea. Porque Patricia ha aplicado los puntos de viajero frecuente de la British Airways, hija predilecta de la compañía inglesa la van a tener que nombrar, de tanto ir a venir de Madrid a Londres y de Londres a Madrid.

Patricia ahora, cuando vuelve a su apartamento de Londres, se encuentra con una carta de la British Airways, acerca de su billete a Madrid. La lee: "Querida señorita Patricia: referencia, su reserva a Madrid. El Foreign Office nos ha informado y nos ha alertado sobre los robos y alta incidencia de inseguridad en determinadas áreas de Madrid, y en consecuencia hemos decidido pasar esta información a nuestros clientes para que tomen precauciones ante tales circunstancias. El Foreign Office nos asegura que esta situación es permanente. Estaremos gustosos de ayudarle en sus preguntas o también puede establecer contacto con el Foreign Office en el teléfono 0171 238 4503. Como precaución, le advertimos que: debe estar vigilante en todo momento, particularmente por la noche, y preguntar en su hotel por la seguridad de los distintos barrios; no lleve consigo documentos importantes, tales como billetes aéreos, pasaporte, permiso de conducir, tarjetas de crédito o divisas; no muestre nunca dinero, joyas u otros objetos de valor en público; compruebe que está cubierto por un buen seguro de viajes. Si desea cancelar o cambiar su reserva, gustosamente le informaremos sobre otro destino alternativo; y si decide anular definitivamente el viaje, le devolveremos el importe de sus bonos de millas..."

La sorpresa que se llevó Patricia fue para descrita. Alarmada, cogió el teléfono e inmediatamente llamó a su familia de Madrid:

-¿Qué pasa en Madrid, ha sido tomado por las hordas navajeros? ¿Han robado ya en casa o roban esta noche?
-No, hija, aquí estamos muy tranquilos -le dijeron en su casa-, ¿por qué lo dices?
-No, es que el Foreign Office ha informado a mi compañía aérea que si quiero ir a Madrid, que poco menos que vaya bajo mi responsabilidad, que ellos se lavan las manos, y que peche con las consecuencias...
-Pues aquí está todo como siempre... Yo no he visto que digan nada en el periódico, ni he oído nada... ¿Y dónde te han informado de eso?
-En el Foreign Office...
-¿Y eso qué es, hija?
-Pues el Ministerio de Asuntos Exteriores de aquí, que están diciendo a la gente que no vaya a Madrid, porque en cuanto llegan a Barajas los atracan, que vayan mejor a ciudades más seguras, por ejemplo a México, que allí ya es que te matan directamente, o a Nueva York, donde te ponen la navaja en el cuello nada más que entras en un túnel solitario del metro...
 
Las cuitas de Patricia no quedaron ahí, en la esquizofrenia de la situación que le describían desde Madrid y cuanto contaba la nota verbal del Foreign Office. Estaba en su oficina a la mañana siguiente cuando la localizaron de la compañía aérea. Una voz femenina le dijo:
-¿Tiene usted reserva para Madrid, no es así?
-Sí, así es...
-¿Y ha recibido una carta nuestra?
-Sí, la he recibido...
-Entonces, ¿para qué otro destino más seguro quiere que le rehagamos el billete?
-No, para ninguno, para Madrid, pienso pasar allí las vacaciones de Semana Santa con mi familia...
-¿Cómo, que se atreve usted a ir a Madrid, señorita Patricia, con la que está cayendo de criminalidad? ¿Tan inconsciente es usted?
-Mire, he hablado con mi familia, y me dicen que cuanto ponen en esa carta es mentira...
-Ah, pues que sepa, señorita Patricia, que en tal caso viaja usted a Madrid bajo su entera responsabilidad. La compañía declina toda responsabilidad...

Un héroe... Para venir a España volando por la British Airways hay que ser un héroe. Siendo el turismo nuestra primera industria, las campañas de imagen contra España a causa de la supuesta inseguridad ciudadana son mucho más graves que lo del olivo de la Unión Europea. Con el agravante de que mientras que los olivareros protestan, ningún hotelero, ni dueño de restaurante, ni propietario de autobús turístico, ni taxista de aeropuerto, dice lo más mínimo contra estas cíclicas campañas de la Pérfida Albión y de lo que no es la Pérfida Albión. No es que, como puede pensarse, tengan envidia de nuestro sol, como decía el otro, sino que prefieren fomentar otros destinos turísticos en los que tienen mayores intereses. Por eso me extraña que muchos ingleses hayan recibido una carta como la de Patricia y ni las autoridades diplomáticas españolas, ni los responsables de la política turística, hayan expresado la menor protesta ante esta postura del Foreign Office espantándonos el turismo como quien oxea moscas. Si el señor embajador de España en Londres desea, al humo de las velas de Semana Santa, arreglar esta injusticia contra nuestro turismo, tengo a su disposición copia de la carta que recibió Patricia o puedo darle las señas de Patricia para que le pida el original... *

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