¿Quién es el tercero al Trono?

"Hemos sido tan pragmáticos que hasta los monárquicos por
razones estéticas y culturales hemos dado por abolida
la Pragmática y por válido ese orden de sucesión a la Corona"

A los periodistas que cubrían la información del parto de Doña Elena en la clínica que más publicidad gratuita ha tenido últimamente, la dirección del centro les sacó refrescos para mitigar las calores del verano en ese 17 de julio que igual que antes significaba en España lo del "17 a las 17" de la sublevación del Ejército africano contra la II República (vulgo 18 de julio del 36), ahora representará el nacimiento del excelentísimo bebé don Felipe Juan Froilán de Todos los Santos Marichalar y Borbón... Lástima que entre esos refrescos repartidos a los periodistas entonces, en las horas de la clínica, y a los columnistas y editorialistas luego, en la hora de los comentarios, no hayan figurado los refrescos de la memoria, cuya producción anda últimamente bastante escasita en España. Lo digo porque a mí me ha refrescado la memoria, entregándome un botellín a modo de botella de mensaje de náufrago, un monárquico cordobés que se llama a sí mismo "del sector currista" de la Institución, frente a tantos defensores de la Corona del "sector Jesulín" cual son los autotitulados juancarlistas.

Me dice este lector: "Me extraña, Burgos, que usted también exprese su ignorancia sobre el tercer heredero al Trono. No paran de vendernos que ha nacido el tercer heredero a la Corona, pasándose por el arco del triunfo a la Pragmática Real, a la Constitución y a la Biblia en verso si hiciera falta. ¿Es que no va a salir nadie en algún medio informativo que explique que el tercer heredero sigue siendo Doña Cristina mientras el Rey no derogue la Pragmática Real? No existe nadie así, eso me temo..." Y para que mi ferviente lector cordobés, y con él muchos que me conceden la merced de seguirme en EPOCA, no se quede con esos temores, me lanzo al ruedo. Vamos, porque esta vez, ningún purista de la Corona ha dado la habitual tabarra de la Pragmática. Quizá hemos sido tan pragmáticos que hasta los partidarios de la Monarquía por razones estéticas, históricas y culturales hemos dado por abolida la Pragmática y por válido ese orden de sucesión a la Corona que no sabemos de dónde ha salido, pero que se ha hecho a estas alturas dogma de fe: Don Felipe Juan es el tercer heredero -dicen y certifican--en el orden de derechos al Trono. Por cierto que dice una amiga mía que el egregio Niño tiene nombre de Catecismo de Ripalda. Aquello con que comenzaba el catecismo del jesuita del Siglo de Oro, tan bellamente plumeado: "Decís, niño, cómo os llamáis (Pedro, Juan, Francisco, etcétera...)". Bueno, pues este niño dirá que se llama Felipe Juan Froilán Etcétera...

¿Está en vigor la Pragmática o no? ¿Perdió Doña Elena los derechos al Trono, aunque no haya hecho expresa renuncia de ellos, cuando se casó con un señorito particular empleado de Banca, como don Jaime de Marichalar? Aquí se murió Don Juan de Borbón sin que viéramos, como muchos queríamos, establecido oficialmente el orden de sucesión? Será porque eso de las previsiones sucesorias trae muy mal recuerdo, pero la verdad es que estamos yendo a una situación de hechos consumados. Que Don Felipe Etcétera sea el tercero al Trono, ¿quién lo ha dicho oficialmente? ¿Dónde está escrito eso? Si lo analizamos - como mi atento y ferviente lector cordobés hace- desde el punto de vista del purismo monárquico, el primer heredero a la corona de San Fernando, cuyo titular es Don Juan Carlos I, q.D.g., es Don Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias y con permiso de Convergencia y Unión, Príncipe de Gerona, Girona para el telediario de TVE. El segundo en orden sucesorio es Doña Elena de Borbón y Grecia, Infanta de España y Duquesa de Lugo, casada en matrimonio desigual (morganático, pues) con el señor Marichalar, duque consorte. Y la tercera en orden es, salvo que la Pragmática Real haya o la Constitución hayan sido derogadas, Doña Cristina de Borbón y Grecia, Infanta de España y duquesa de Palma, casada en matrimonio desigual (morganático, pues) con el señor Urdangarín, duque consorte.

Esto es lo que hay y parece que no quiere reconocerse que haya. Ahora la moda es el diseño, y más cuando en la Familia Real ha entrado el padre de Felipe Etcétera, tan aficionado a los coches Jaguar, a los zapatos Martinelli y a los empleos Winthertur. Sin quieren diseñar otro orden de sucesión a la Corona distinto a esa "dinastía histórica" de la que habla la Constitución, pueden hacerlo. Muchas otras cosas han cambiado sin saber cómo y, lo que es peor, sin saber por qué ni para qué. Pero deberían tener la mínima delicadeza de decirlo a los españoles. Ya he dicho muchas veces que esto de que se vea normal de que las Infantas se casen con señoritos particulares sin que pierdan sus derechos, cuando precisamente gracias a esa Pragmática es Don Juan Carlos y no otro (por ejemplo, el primogénito de Carmen Rossi o como se llame ahora), quien gracias a Dios, ocupa el Trono, es como si en la mitad de un partido de fútbol los altavoces anunciaran en el estadio: : "Señores, en el transcurso de este partido se ha cambiado el Reglamento, así que ahora los penaltis serán goles para el equipo que los haga..." Aquí se ha cambiado el Reglamento en pleno partido, pero ni siquiera lo han anunciado por los altavoces... *

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