A Ferrari, de corazón

"¿Dónde están los discos, las obras teatrales,
las canciones, las películas de este ganado
selecto que ocupa los programas de TVE?"

Javier González Ferrari debe de tener un enemigo muy grande dentro del Gobierno, ¿quién sabe?, a lo mejor el propio Aznar. Tanto, que lo han nombrado director general de Radio Televisión Española. Del Ente. Eso no es que le den a uno un cargo. Eso, como decimos los andaluces, es una jangá. Prueba de ello es que anteriormente Aznar no le daba este cargo a los partidarios y a los afectos al régimen centrista, sino a los que estaban en las lindes del polanquerío e islas adyacentes de Prisa, como fue el caso del niño de Pío Cabanillas. Si aquí hubiera una investigación médica y farmacológica como Dios manda, habrían ya descubierto la teveína como el mejor antídoto contra la picadura de la mosca del sueño. Tú haces a alguien director general de TVE y de momento pierde el sueño, entre la deuda y lo que no es la deuda, las comparecencias parlamentarias y las que no son las comparecencias parlamentarias, las Comisiones Obreras y el Comité de Empresa, aparte del amplio y selecto surtido de felipistas con carné que el anterior Gobierno dejó atados y bien atados en la plantilla de la casa.

Pero a lo hecho, pecho, Ferrari, hijo, que no te arriendo las ganancias. Lo tuyo es peor que un Ministerio. Tienes a tu cargo muchos más funcionarios que un Ministerio, con el agravante de que un ministro no tiene que aguantar a un Consejo de Administración donde están en plantilla y cobrando todos los enemigos. Si Cabanillas se ha quedado de portavoz del Gobierno, tú vas de pim-pam-pum de la oposición que no existe. Están todos atareadísimos en cribar el aluvión de aspirantes a candidatos a secretario general del PSOE, pero mira cómo tienen tiempo para meterte las cabras en el corral de Prado del Rey y de Torrespaña. Nada más salir tu nombramiento en el BOE, El País te recibió como El Juli: a portagayola...

Sé, por tanto, Ferrari, que tienes graves y gordos problemas, como los 700.000 millones de deuda del Ente, que no es un Ente de Razón, sino un Ente de Sinrazón. Perdona, por tanto, que te exponga esta chuminada de La Carlota, que quizá lo sea, pero que entra de lleno en eso del modelo de una televisión pública que he leído que quieres reformar y llenar de contenido. Somos muchos, por lo menos siete u ocho, los españoles que estamos esperando de ti lo que no hicieron anteriores directores generales: que acabes con la basura. Está muy bien que Tele 5 dé todo cuanto quiera de El Gran Hermano, que saque a Boris, que chabacanee todo lo posible y más en las Crónicas Marcianas. Está muy bien que Antena 3 haga todo cuanto crea conveniente por lograr su cuota en el abominable consumo de basura televisada que representa el granhermanismo. Pero no creo que ninguna televisión pública del mundo, querido González Ferrari, se gaste el dinero de los contribuyentes en suministrar diariamente informaciones puntuales y exclusivas sobre toda suerte de pelanduscas y chulos, de lagartas y gigolós, de exhibicionistas de cuernos, de traficantes de desgracias propias y ajenas. Lo digo por los programas del corazón. Sé que eres una persona seria y que además estás muy ocupado, y que por eso no ves ni Gente ni Corazón de Primavera. Pero di a alguien de confianza, a tu mujer mismo, que le eche un vistazo un día de éstos y que te saquen un esquema de la escaleta de su contenido.

Me he permitido, al azar, tomarte el contenido de uno de estos programas. Fue Gente de la tarde del 15 de mayo pasado, fiesta de San Isidro. Todo el programa estuvo dedicado a Fidel. Pero no Fidel Castro, que hubiera tenido un paseo con lo de Eliancito, sino Fidel el maromo nuevo de Rocío Carrasco. No solamente sacaron a Fidel, sino... ¡a una tía de Fidel! De Antonio David, ni te cuento. Como tampoco te cuento de Chabeli, ni de Mar Flores, ni de Javier Merino, ni de Carmina Ordóñez, ni de Curro Carrasco. ¿Dónde están los discos, las obras teatrales, las canciones, las películas de este ganado selecto que ocupa los programas de TVE? No digo que le vayas a dar la hora punta a Fernando Sánchez Dragó o a Carlos Dávila, quienes saben de sobra eso de "al suelo, que vienen los nuestros", mejorado por lo actual: "¡Debajo de la mesa, que han sacado mayoría absoluta!" Digo, Ferrari, que alguien debe poner pie en pared ante tanta basura y tanto indeseable sin oficio conocido más que el profesionalismo del famoseo, y ese alguien debes ser tú. Muy bien que hablen de Antonio Banderas, de Penélope Cruz, de los que hacen algo.

Sí, ya sé que esos programas del corazón y la basura están puestos con mucho tiento en la parrilla inmediatamente antes de cada telediario, para que el marujeo se quede a verlo y reciba las sagradas enseñanzas de Aznar. Pero, mira, Ferrari, aunque nadie vea los telediarios. Mejor tener audiencia cero patatero en los telediarios que emplear el dinero público en la propagación sistemática de basura desde el potentísimo ventilador de TVE. *


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