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Por qué se hundió el PRI

"Llegó este observador a México y se hundió el PRI,
como si fuera la nao Victoria"

Es usted un privilegiado de la información. Estas son las secretas maravillas que se encuentra usted al leer ÉPOCA. Por el precio de la revista acaba usted de comprar una exclusiva mundial. Esta. Lo que empieza usted a leer no es un artículo, sino una primicia informativa mundial. Ya sabemos la verdad de por qué el PRI ha perdido las elecciones en México, tras 71 años en el poder, que es algo así como el PSOE en España multiplicado por cinco.

-¿Tan malos han sido los mexicanos, tan bebedores y pendencieros, tan mujeriegos y jugativos como para merecer tal castigo del cielo?

No, no son tan malos. Los mexicanos son gente abierta y comunicativa, emprendedora, que al Sur de Río Grande tienen una de las naciones más prósperas de toda la América hispana, vulgo Latinoamérica. Y no me diga usted esas cosas de los mexicanos, que nos queman el quiosco como se enteren. Que los mexicanos, tras 71 años de dictadura perfecta, de partido de Estado, se libren del PRI, no ha sido, como pudiera pensarse, un milagro de la Virgen de Guadalupe. Pues no llevaban años ni nada los mexicanos rezando a la Guadalupana para que se fueran los del PRI y de la mordida... Cansada La tenían de tanto rogarle.

Tampoco, como pudiera parecer, ha sido mérito de Vicente Fox, ese presidente electo del PAN que tiene apellido de productora cinematográfica de Hollywood, y que menuda película se ha montado. Fox ha tenido muchos méritos. El primero y principal, haber ganado con esas botas tan horteras, con el caballo en plan Roy Rogers o Llanero Solitario, con una familia mucho más extraña que la de Maribel de Miguel Mihura. Unas botas tan horteras como las de Fox no tiene en España cojones de ponérselas ni Lopera el del Betis. Atreverse a calzárselas en las entrevistas para las televisiones mundiales y, encima, ganar, es un mérito de Libro Guinnes de las Marcas. Aunque me dicen lectoras mexicanas que calza esos botos que botaron al PRI por fidelidad geográfica, económica y familiar. Son unos botos egoístas. Verán: el licenciado viene de familia zapatera, algo así como si fuera español y hubiera nacido en Elche, en Elda, o en Almansa. Fox se puso los botos ante la Prensa para dar imagen ranchera y rural... y para hacer publicidad gratis total al calzado que se hace en su pueblo, en San Francisco del Rincón, Estado de Guanajuato y que tiene fama mundial desde hace años.

Al cambio, es como si aquí saliera un candidato presidencial de Tolosa e hiciera la campaña con la boina puesta para hacer propaganda de esta prenda de cabeza. Espero que no cunda en España el ejemplo de Fox, porque me estoy viendo que ante las próximas elecciones, Pujol hace la campaña con la butifarra a cuestas, Rodríguez Ibarra con un jamón ibérico de bellota, Chaves con una botella de aceite de oliva y así sucesivamente. De momento podemos estar tranquilos, porque ésta es la hora en que Bono, en su campaña como candidato a todo en el congreso del PSOE, no va por ahí con un queso de Manzanares, una botella de tinto de Valdepeñas, una torta imperial de Toledo y un tarro de berenjenas de Almagro.

Tampoco ha sido la causa de la victoria la lacrimógena circunstancia familiar del candidato. La historia familiar de Fox es como de culebrón de Televisa, por no salir de allí. Tú le pones unas señoras jamonas y de buen ver a la historia familiar de Fox, metes en el plató sus hijos adoptivos, empiezas a rodar y pones el producto en antena, y la tragedia de situación rompe los audímetros. Y, por descontado, la dan en todas las televisiones locales de España.

Ni el apoyo de los americanos, ni las ansias de cambio de los mexicanos, ni el harakiri de Zedillo en plan Cortes de Franco cuando la UCD en España, ni nada de nada. Tengo pruebas para asegurarles que ninguna de las antes dicha ha sido la causa del hundimiento electoral del PRI. Ha sido mucho más fácil. Llamados por el PRI, a México acudieron distintos observadores internacionales, como garantía de la limpieza y claridad del proceso electoral. Acudieron europeos y americanos, e incluso creo que africanos, que un observador de color decora siempre mucho en estas cosas. Y entre esos observadores de todo el mundo, acudió uno desde España, experto, dicen, en cuanto partero de profesión, en las naciones americanas hijas de la Madre España. Hasta que llegó este observador, el PRI, ya vieron, era poderoso, barrió los intentos de Cárdenas, tuvo al PAN treinta y cinco años sin comerse una rosca. Pero, hijo, llegó este observador a México y se hundió el PRI, como si fuera la nao Victoria. Ni que decir tiene que las iniciales de este observador internacional que con su sola presencia en México originó el hundimiento del PRI son L.Y. No me atrevo a escribir entero y pleno su nombre, porque en tal caso la Virgen de Guadalupe tendría que echar horas extraordinarias para salvarnos de sus malos mengues... *


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