Ahora está clarísimo, tras el estudio "Influencia del cuponsito
en la Historia de España Contemporánea" que acaba de publicar la Fundación ONCE.
Ahora ya es muy fácil saber por qué España no perdió Ifni en aquella oscura guerra de
1957. España tenía aún Ifni y el Africa Occidental Española, aquella parte de Villa
Cisneros y por allí donde iban los pobrecitos soldados a quienes les tocaba
"Africa", por lo que se cogían unas borracheras espantosas el día del sorteo
de los quintos, cuando con tiza se pintaban en la espalda de la chaqueta dicha palabra
terrible con una palmera y un camello y se iban de copas por los bares del pueblo,
principalmente para olvidar que España era todavía una potencia colonial, cosa que no
olvidaban ni la ONU, ni Mohamed V, ni su hijo Hassan II.
Ahora está clarísimo que
Ifni no se perdió porque aquella Navidad de 1957 del fregado de tiros con las
"bandas incontroladas", Franco mandó a Carmen Sevilla a El Aaiun para elevar la
moral de la tropa. Con la independencia de Marruecos, España había ya perdido el que se
llamó Protectorado del Norte de Africa. Ni Larache ni Tetuán eran españolas. En Africa
nos quedaba Guinea Ecuatorial, que aún no había aparecido el libertador Macías
para convertirse luego en dictador de los negritos de la canción del Colacao. Y quedaban
Ifni y Sáhara. De Ifni a las posesiones del Africa Occidental Española había una
tiraíta buena, sobre todo en camello, que es como se iba por allí, que parecía que
siempre estaban llegando los Reyes Magos. Pero desde aquí, Ifni y Sáhara aparecían como
una sola cosa, hasta que definitivamente las perdimos tras la muerte de Franco y la Marcha
Verde que organizó Hassan II con los padres de los marroquíes que ahora nos manda en las
pateras, a quienes les dio una inquietante bandera americana.
La de 1957 en Ifni fue una
guerra con el moro en toda regla, aunque no se dijera así en los periódicos por la
censura. España ha estado en guerra con el moro desde el siglo XIX hasta ayer por la
mañana. Concretamente ha estado en guerra con el moro de Pedro Antonio de Alarcón a
Carmen Sevilla. O del Tebib Arrumi a Gila. Junto con Carmen Sevilla fue Gila. Como
entonces no había motorolas, Carmen Sevilla se llevó el teléfono de Gila para llamar a
Madrid y preguntar si ya había televisión privada, si habían fundado Tele 5, y si
Lazarov y estos señores tan buenos de la cadena le habían encargado ya lo del cuponsito
de Miguel Durán. Por cierto que en el régimen de Franco era Gila tan antifranquista y
tan significado estaba como rojo perdido, que cada vez que había una guerra con el moro,
el dictador lo mandaba para animar a sus invictas tropas. Había guerra en Ifni a pesar de
que el Caudillo hablaba en sus discursos de "nuestra tradicional amistad con los
pueblos árabes". Nuestra tradicional amistad con los árabes consistía en que los
árabes se hartaban de matar muchachos de Almonaster la Real o de Alcalá la Real en
cuanto que empezaban a disparar sus fusilas. Porque como los moros hacían casi
todos a pelo y a pluma, al fusil le llamaban la fusila.
La de Ifni fue una guerra en
toda regla, aunque no declarada. Con Marruecos, aunque Radio Nacional dijera que eran
bandas incontroladas de moros sueltos que habían invadido nuestro territorio. Una guerra
con las manos atadas. Nuestros Ejércitos estaban pertrechados con el material de desecho
de la II Guerra Mundial que nos habían dado los americanos tras los acuerdos de 1952.
Pero en esos acuerdos se establecía que tal chatarra bélica no podía ser utilizada
contra Marruecos o los moros. En un principio, los moros nos dieron fuerte y flojo, y
cayó un estudiante andaluz, de Jaén, alférez de las Milicias Universitarias de
Montejaque, el héroe de aquella guerra: el alférez Rojas Navarrete. También sufrieron
bajas a lo Apocalipsis Now los paracaidistas, la Legión, los regimientos de las
guarniciones andaluzas, como Soria 9, el de la banda de música cofradiera, que llevó su
banda contra las bandas de moros que mataban a nuestros muchachos.
Lo más triste es que mientras
Franco presumía de una España en paz, nuestros soldados de reemplazo morían en una
guerra no declarada, en un Ifni que poco después fue proclamado "provincia
española". Ganamos la guerra que no era guerra, y ello se explica por la presencia
de Carmen Sevilla en el fregado. En plan Agustina de Aragón, dicen que cogió el
teléfono de Gila, se asomó a una trinchera del desierto y les dijo a los moros: "
Moro, hijo, ¿tú quien eres? ¿Mustafá? Pues mira, Mohamed, corazón, no pegues más
tiros, ¿eh?, que vas a matar a uno de estos muchachos. Y además, Mohamed, o Mustafá, o
como te llames, que aquí en España tenemos la paz de Franco y esto de la guerra no es
plan... Así que ahora vais a dejar que estos muchachos tan simpáticos os ganen la
guerra, y en cuanto el Caudillo nos falte, podéis ya organizar la Marcha Verde y nos
podéis quitar Ifni y el Sahara, pero ahora no tires, Mustafá, o Mohamed, o como te
llames, que le puedes dar a este muchacho tan guapo de Guadix..."
En la página "Cuadernos de
época", puede encontrar los "Recuerdos de Ifni", de Miguel Moya
Fernández: http://www.paisvirtual.com/arte/literatura/Gaditano/