Antonio Burgos / El Recuadro

El Mundo, domingo 31 de agosto de 1997

Antonio Burgos

 


El fin y los medios

 

Pimentel, el chico bueno de COU

Dio el CIS su encuesta. La tienda de los cohetes la dejaron vacía, venga a tirarlos. Si estando como estábamos estamos como estamos, ¿cómo estaríamos si estuviéramos como deberíamos estar?... Pero mucho antes Manuel Pimentel dio la imagen de esa encuesta, al anunciar en El Escorial el parte de la victoria en las cifras del paro. Estaba el techo de Fraga en cuestión de votos conservadores, y estaba el techo de González en cuestión de paro, que como bien saben ustedes esto del paro es lo más progresista que se despacha. Una nación no se asienta en la modernidad y en el progreso hasta que no tiene tres millones de parados, miren a Alemania. Los parados de agosto, a pesar de esa virtual huelga general que son las vacaciones que paralizan a España, han bajado a dos millones por vez primera desde 1981. Echen las cuentas: si los otros entraron en 1982, resulta que éstos han dejado la cuestión del igual que antes de que entraran los que dijimos, Virgen de Fátima, por lo menos como cuando la UCD. Pelotazo, pelotazo, lo que se dice pelotazo, fue el pelotazo del paro, el motor de agua que impulsaba las mayorías absolutas mientras metían la mano en el cajón.

Esto necesitaba una imagen de aplicación y buena conducta, y hasta que no ha salido Pimentel, esa imagen no ha existido. Pimentel tiene la edad en la boca. Pimentel, aunque debe de tener ya sus añitos, no ha perdido la pinta de eterno niño de COU. Pimentel llegó al Escorial como podía haber llegado a la Complutense a examinarse de la Selectividad. Mientras el Gobierno estaba de vacaciones (hasta cierto punto), era como si Pimentel se hubiera quedado en las clases de recuperación, en la academia de la playa, por las tardes, para llegar a septiembre con los deberes bien hechos y aprobar la asignatura que le ha quedado: Estructura Económica del Paro . Rodrigo Rato no da esa imagen del chico bueno y aplicado que en plena hora de la siesta va a la academia a recuperar. Rodrigo Rato da una imagen demasiado suficientona de opositor que se lo sabe todo y va a ganar la plaza. Javier Arenas (adiós, simpatía) tampoco la da. A Javier Arenas le pierde aparecer siempre como el que está queriendo vendernos la moto. Por eso tiene en el equipo a Manuel Pimentel, el chico de COU del PP, el aplicado, el que va con la carpeta de los deberes hechos debajo del brazo, que es el tasador que nos dice cuánto vale la moto, cómo está de bien la moto, que nos conviene mucho esa moto y que tenemos dinero para comprar precisamente esa moto.

 

Federación de Fontaneros Progresistas

A Julio Anguita se le ha calentado la boca, o no se le ha calentado la boca, vaya usted saber. Es voz común que los locos, los niños, los poetas y los anguitas son los que siempre dicen la verdad. Y Anguita tiene de todo eso un poco: de loco, de niño, de poeta y, claro, tiene bastante también de Anguita, yo diría que hasta más de la cuenta. Los que están a la que salta para poder saltar, saltan. Se acabó el verano. Han tenido durante todo el mes de agosto la escopeta cargada y están pero que deseandito de aventarle un tiro de sal al primero que salte las bardas de lo políticamente correcto. Todo sea por lo políticamente correcto. Antes era "todo por la Patria" y ahora, "todo por lo políticamente correcto". Al uso patrimonial de la Patria (que de ahí le viene el nombre) se le dice ahora PPC, como los libritos aquellos que editaban los curas: Progresismo Políticamente Correcto. Políticamente correcto, sabe usted, es darle cal viva al personal, meter la mano en el cajón, hacerle la rosca a los poderosos, esas cosas. Y muy especialmente en estos tiempos que corren, evitar que a los que dieron la cal viva y metieron la mano en el cajón se les toque un pelo. Ya lo sabe usted: al pulpo, ni reñirle. ¿Cómo le va a reñir al pulpo José Augusto de Vega?

Por eso acuden en su defensa, en tropel, que decía el otro, los Jueces Progresistas. Será que soy de pueblo y no entiendo estas cosas, o que voy de torpe por la vida. Pero me sorprende bastante que cada vez que alguien quiere hacer una aplicación progresista de la ley, llevando al banquillo al que mató y al que robó, vienen los autotitulados Jueces Progresistas diciendo que dónde vamos a llegar. Aplicar la ley, entonces, ¿es reaccionario? Dejar que se vayan de rositas, ¿es lo más progresista? Si los progresistas dejaron a España con tres millones de parados (mírelo aquí al lado, en la columna de la izquierda), ¿qué es entonces ser conservador? ¿Y por qué sólo los jueces van a poder llamarse a sí mismos progresistas, para decir que son los buenos de la película? Me quedo en la más completa de las perplejidades. Se me ha roto la cisterna del cuarto de baño... ¿Dónde tengo que llamar para que sea políticamente correcto? Si llamo al mío, que es de la Asociación Profesional de Fontaneros "Juanelo Turriano", van a decir que soy un carca. Así que haré lo políticamente correcto: avisaré a uno de la Federación de Fontaneros Progresistas...

 

Manolete ¿era de los nuestros?

Linares. 28 de agosto. De 1947 o de 1997. Da lo mismo. Corrida conmemorativa del cincuentenario de la muerte de Manolete. Bodas de oro con la leyenda, con todos sus avíos: Miura, un amor secreto... Ay, si la muerte de Manolete nos llega a tocar en la tómbola de las basuras del corazón en estos tiempos, la que lían... Camará, de momento, se hace más rico todavía con las memorias. Plaza de la muerte, Rafael Farina cantando a las campanas de Linares, Angustias Sánchez, qué pena, pena. En barrera, Alvarez Cascos. Con el PSOE en el poder, ¿hubiera estado en barrera de la consagración del mito de Manolete el vicepresidente del Gobierno? Veo el especial "Manolete: medio siglo de recuerdo" y aumenta mi perplejidad. Estaba anunciado como de tapadillo, en la Segunda Cadena, y lo han pasado a La Primera, en "prime time". Fernández Román ha hecho una buena mesa revuelta, como las que los toreros hacían al final de temporada con las estadísticas. Manolete debuta otra vez en México y hasta canta, mucho más malamente que mi amigo Ortega Cano, que ya es decir, José.

No se trata de una biografía gráfica de Manolete, sino de la reivindicación de su figura. Creo que a esto le llaman hagiografía. Otra vez en el homenaje de Lardhy. Ni K-Hito hubiera entregado mejor la cuchara. Pepe Luis era uno que toreaba algunas tardes con Manuel Rodríguez, sí, uno rubito que hacía cositas con el capote. Domingo Ortega no existía. Chicuelo era uno que fue padrino de una alternativa en la triunfal Sevilla de Queipo de Llano. ¿Franco, dice usted? ¿?El franquismo, el concepto del verticalismo orgánico aplicado a la estética del toreo? Todo eso es mentira. Marcial no es el más grande. Es Manolete. Para desmentirlo todo, con más recovecos que el rebellín de una puerta medieval, ahí está Alvaro Domecq. Don Alvaro sigue todavía negando la entrada de Lupe Sino al Hospital de Linares y ni siquiera admite la posibilidad de un error médico, se desangró, ¿sabe usted?, lo que pasa es que Manolete murió desangrado. Manolete debía de ser de los nuestros, porque hasta en el estudio de su tauromaquia sale tan favorecido que la media verónica de Belmonte era un desplante de charlotada al lado de la que hacía Manuel Rodríguez. Nada, inventar el toreo de perfil con novilletes de Galache fue la verdadera revolución de la Tauromaquia del siglo XX. ¿Joselito el Gallo, dice usted? Bueno, a ése también lo mató el toro, pero no es lo mismo, ni era novio de Lupe Sino ni le hizo un programa Tico Medina para coger los recortes de archivo. (Aunque no sé con qué quedarme. De haber estado todavía el PSOE en el poder, probablemente este cincuentenario se habría convertido en el homenaje nacional a "Islero", por haber sido el toro de Miura que mató al torero-símbolo del franquismo...)

 

¿Dónde estás, Isabel Tocino?

Sí, ¿dónde estás? ¿Y cómo es él? ¿A qué dedicas el tiempo libre? ¿Qué has hecho este verano, linda? Lo tuyo no ha sido como lo de Mayor Oreja, que era la pura representación del "vivo sin vivir en mí", porque estaba de vacaciones, pero no estaba; estaba trabajando, pero tampoco estaba trabajando. Siempre del laberinto de la lucha antiterrorista al pozo del hotel Atlanterra. Y de los coros (rocieros) de la Feria de Celia Villalobos (a la que no sé por qué le llaman de mote "Feria de Málaga") a los caños (de Meca, por supuesto). Javier Arenas, tres cuartos de lo propio. Del bronceado de la levantera del Estrecho a las cifras del paro; hoy aquí y mañana seguimos construyendo medidas para el fomento del empleo, perdón por las molestias de las pensiones a los jubilatas, Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita. Este es el modelo que deberías haber seguido, Isabel Tocino, linda, que sepas que se te ha echado mucho de menos. Y lo peor es que Loyola del Palacio, que no ha hecho igual y que, en la cadena de San Antonio del poder, ha enviado una monedita a los que venían en la lista, pues así le ha lucido el pelo. Ese pelo fláccido que tiene, que parece siempre que se le ha ido la mano con el frasco del suavizador. Loyola del Palacio, querida Isabel Tocino, te ha quitado completamente el sitio, como Enrique Ponce cuando le moja la oreja a Rivera Ordóñez. Ahí la tienes, haciendo windsurf, que a quien le pegaba muchísimo era a ti, hija mía de mi alma, pero no a ella, que va de verduras y hortalizas. Y luego se fue al "ya se van los marineros cantando para alta mar" y se puso un chaleco a listas blancas y azules que, vamos, ni el de Rafael Alberti disfrazado de marinero en tierra. Lo mismo que hubieras hecho tú. Nos tienes el vestuario de la Barby muy abandonado este verano, Isabel Tocino, y no hay derecho. Con lo bien que hubieras estado tú con el traje de goma negra, haciendo tabla a vela donde, como marca la tabla, veranean Mayor Oreja y Javier Arenas...


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