El Recuadro

Jueves , 27 de noviembre de 1997

Los fallos de Melilla

 

Ha dicho Isabel Tocino que en la catástrofe de Melilla ha habido un fallo. Un fallo de la contrata y las construcciones de Construcciones y Contratas. Lo que no ha dicho Isabel Tocino, y mira que es un amor de ministra, es que en Melilla ha habido muchos otros fallos. Son los tradicionales fallos con Melilla. En Melilla falla siempre, y garrafalmente, la ruptura de la cuerda por el lado más débil en nuestras tradicionales relaciones con los países árabes. Quiero decir que entre quedar mal con Hassan II y quedar mal con los melillenses, se suele elegir intencionadamente quedar mal con los melillenses. Melilla es el lado débil de la cuerda y el complejo de inferioridad ante Marruecos es el nudo gordiano de la cuestión, que nadie se atreve a romper.

Los melillenses protestan, y es que aquí no aprendemos. Los melillenses reclaman ser españoles de primera y no africanos de segunda como, de hecho, se les viene considerando desde el gobierno de Madrid. ¡Pero qué cosas tienen ustedes, amigos melillenses...! Se quejan ustedes de que nadie del Gobierno de Madrid ha ido, ni nadie de la Real Familia ( ni el duque de Lugo con la capa española siquiera) ha aportado por una ciudad tan española como Badajoz donde ha habido una desgracia... ¡ Qué cosas se les ocurren a ustedes..! ¿Pero cómo va a ir nadie desde Madrid a Melilla? ¿Qué va a decir el vecino del Sur si va el Príncipe de Asturias, si va el presidente Aznar? El vecino del Sur va a decir que Madrid considera a Melilla un trozo de España, y eso, como comprenderán ustedes, amigos melillenses, es algo que no puede mantenerse fuera de campaña electoral. Si nadie va a una celebración, cuando una ciudad cumple 500 años de dolerle el alma de ser española ante el desprecio de los españoles, ¿cómo van a ir tras una catástrofe? Pero descuiden ustedes, amigos de Melilla, que cuando se acerque la campaña electoral, ahí los tendrán a todos otra vez, uno detrás de otro...


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