El Fin y los Medios

Domingo, 22 de febrero de 1998

La cartera de los que se llevaron los donuts -Lección de Medicina Autonómica--El timo de la estampita de HB--La conjura del Padre Apeles

La cartera de los que se llevaron los donuts

EL PAIS

Estoy llegando a la triste conclusión de que de vergüenza andamos en España cortitos con agua. La vergüenza es un bien escaso, que deberían proteger. Y si de vergüenza andamos cortos, de memoria vamos absolutamente faltos. Un análisis clínico de la memoria colectiva diría que hay indicios, nada, algunas células. No sé cómo andamos tan satisfechos de la marcha de la economía, de las opas bancarias y de los nuevos Don Opas, arrepentidos Amedo y Domínguez en una sola pieza pero con signo contrario a efectos de los GAL, cuando difícilmente cumplimos los criterios de Maastricht en cuestión de vergüenza y de memoria colectiva.

Así que, pista que va el artista, el que hizo la mayor confabulación que vieron los siglos para apear del poder a la UCD; el que llenó los medios públicos de comunicación con una flota de submarinos que ya la quisiera Clinton en el Golfo; el que no paró en barras de dosieres ni de calumnias contra el poder que los españoles se habían dado en las urnas... Y luego, conquistado el poder, el que hizo la mayor confabulación de medios que vieron los siglos, el que alzó una muralla audiovisual, el que tejió la trama de más oscuros intereses para prender en ella a la derecha económica; el inventor de la cultura del pelotazo, el de la letanía dolorosa de la corrupción, del voto cautivo como forma de perpetuación en el poder: el que llenó España de mariachis a lo PRI, que hasta tenía a su Azcárraga en Polanco; el que se hartó de cerrar periódicos, emisoras y televisiones... Ese mismo señor, pasado el tiempo, cocido en su propio jugo de la pérdida del poder a manos de una confabulación llamada soberanía, que utilizando un medio tan ilícito como la malhadada urna, lo mandó a su casa como jefe de la pandilla de golfos apandadores que habían ocupado España, ese mismo señor, encerrado con un solo juguete, que decía José Luis Gutiérrez, ahora aparece como el defensor máximo de la libertad de expresión y del espíritu de 1812, adiós, Mariana Pineda... Lo delata la cartera con la que se retrata. Tiene la cartera como un recuerdo de familia (de familia siciliana) porque los suyos fueron los que se llevaron los donuts.

Lección de Medicina Política

CANAL SUR

En la lección de hoy, mi queridos alumnos de Medicina, explicamos que, como ustedes bien saben, una colitis de las del tipo B, vulgo por las patas abajo, no es lo mismo en Ciudad Rodrigo que en Antequera, y que un catarro tampoco es lo mismo en Aranda de Duero que en Guadix. Ergo hace muy bien el doctor Chaves en defender la colitis como hecho diferencial. Y quien dice la colitis, dice el estreñimiento, que como ha demostrado en sus más recientes comunicaciones científicas, no es lo mismo un estreñimiento de higos chumbos de Granada que un estreñimiento de papa canaria. Cuando se ha sometido durante más de catorce años a un territorio a los estrictos designios de lo que usted mande, señorito del Gobierno central de Madrid, y cambian las tornas, es muy socorrido acudir al estreñimiento como hecho diferencial. Porque según han demostrado los últimos estudios de epidemiología política y de estadísticas médicas del doctor Romay Beccaría en su tratado Al catarro, con el jarro... de agua, los españoles que viven en el llamado Territorio Insalud no presentan las mismas enfermedades que los que residen en una autonomía con Sanidad transferida y administrada por científicos como el doctor Chaves.

Y además, mis queridos alumnos, que ya va siendo hora de que España revolucione las políticas sanitarias mundiales. Cuando en Estados Unidos se adopta, por ejemplo, una decisión por el Departamento de Salud de Washington acerca de la retirada del Tylenol de las farmacias, todos los gobernadores, sin rechistar, porque son unos cabritos y no tienen personalidad, hala, se ponen como locos a retirar los tailenoles de las boticas... Pero, aquí... Ah, no. Aquí, gracias a Dios, queda Chaves de insumiso, a ver si aprenden los Estados Unidos, que el gobernador de California es un calzonazos que hace todo lo que manda Clinton para todos los estados de la nación federal, borreguitos, que son unos borreguitos, que aprendan de Chaves, que se pasa a Washington, digo, a Madrid, por el forro de las entretelas de los votos cautivos, que ese cultivo sí que hay que subvencionar y no la tontería de la producción del olivar de Fischler...

El timo de la estampita

TELE 5

Pues aunque así, con su camisa de cuadros, señor don Ibon Arbulu, parezca usted un leñador de Arkansas que ha entrado en el Ayuntamiento de Bilbao a preguntar si hay leña verde (y roja, y blanca) que cortar para echarla al fuego de un pueblo vasco harto ya de leñadores como usted, el hacha la usa usted para otra cosa, que lo sabemos. El hacha, leñador de vidas, la usa usted para dejar que se le enrosque la serpiente, igual que mi paisano, el artista republicano burgués Andrés Martínez de León se preguntaba qué podía esperarse de un PCE que ofrecía en su escudo a los trabajadores la hoz de segar y el martillo de currelar; si por lo menos, decía, tuviera una butaca y un langostino como fines a alcanzar en la sociedad igualitaria... Lo mismito le digo sobre su ETA, Arbulu: ¿qué puede esperarse de una organización como la que usted apoya con sus retratitos (que ya se podía meter los retratitos donde sé), que tiene en su escudo una bicha y un hacha de segar vidas...?

Le he visto en televisión, con su estampita, con ese timo de la estampita que vienen ustedes dando en los ayuntamientos vascos, que representan a ese pueblo que tanto respetamos en sus legítimos deseos. (Y aquí, nobleza andaluza obliga, pido mis mil perdones a los seguidores del Atlético de Bilbao si me excedí el otro día con sus colores.) Que le decía que están ustedes muy vistos con el timo de la estampita, Ibon Arbulu de leña, de hacha, de serpiente. Le he visto como un pasmarote, y su cara me suena. Iba a decir que tiene usted cara de chiíta del Palmar de Troya de la muerte, pero su cara me suena porque tiene usted cara de pañuelo. Del trágico pañuelo de las lágrimas por vuestras víctimas. Y si usted enseña una foto en su timo de la estampita, so pedazo de leñador de la muerte, yo podría enseñarle por lo menos 800 fotos, una detrás de otra. Fotos que el tiempo ha puesto amarillas, pero que no ha olvidado en el dolor. O fotos más recientes. Yo podría enseñarle a usted, leñador de la muerte, no las fotos de Alberto y de Ascen, sino las de tres niños que se llaman Jiménez Becerril. Y podría enseñarle la foto de todo un pueblo, el de nuestro Bilbao, echado a la calle protestando contra usted y contra muchos otros como usted, inventor del timo de la estampita. Mire, no nos enseñe más estampitas, Ibon Arbulu. Todas esas estampitas del álbum de los asesinos las tenemos, ay, repes...

La trama del Padre Apeles

TVE

Claro, Miguel Angel Rodríguez, ya está, choque esos cinco, menos mal que me ha dado la clave.

Estuve en La Quinta de Marbella, y andaba desde entonces esperando órdenes de la superioridad, militar naturalmente, para ver cuándo dábamos el golpe los que no damos ni palo al agua. Y, claro, así me gusta a mí dar los golpes, a la moda de El País. ¿Cómo no se me había ocurrido que el ideólogo de todo esto es el Padre Apeles, que el tío del sillón (eñe, con el sillón eñe) era un simple transmisor? Así que aquí estamos, queridos confabulados, esperando vuestras órdenes, dispuestos a tomar los centros de poder del Estado, cual la Pasarela Cibeles, el Hola y el Extra Rosa. Del Extra Rosa me encargo yo, Rosa Villacastín hizo la guerra de la transición con nosotros y está dispuesta a derribar lo que haga falta, el chalé de Bertín Osborne mismo. Revelada la trama, le pongo aquí, señor Rodríguez, el resto de la confabulación. La plana mayor de la parte militar de la cuestión estaba a cargo de Antonio David Flores, mientras Mar Flores (¿será por Flores?) se encargaba de los desembarcos en Normandía y de la Caballería, sector Cayetano. Contábamos con Rocío Carrasco y con Carmen Janeiro que, ayudadas por el taxidermista de Sarita Montiel, tenían controlados al Señor Galindo, a Rappel, al ex novio de Karina, y a Miguel Bosé, que hace a carga y a pasaje. Nuestros planes eran terribles, menos mal que los ha descubierto usted, señor Rodríguez. Pensábamos tomar todas las emisoras de radio y adoptar una medida dura, pero necesaria: declarar obligatoria la emisión continua de discos de María del Monte y de La Pantoja.

Qué pena, que por culpa de un sillón no hemos podido seguir siendo la reserva espiritual de Occidente...

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