El Recuadro

El Mundo de Andalucía, lunes 9 de marzo de 1998

Me ha escrito el Puente de Hierro 

 

>Muy señor mío: Mi nombre es Puente de Alfonso XIII, pero usted, como muchos sevillanos, me conocerá por mi mote, Puente de Hierro. Le escribo para informarle del atropello que están cometiendo conmigo, que soy un bien histórico de nuestra ciudad de Sevilla. Además, don Antonio, en mis hierrecitos que se ha de llevar el chatarrero están cometiendo un atentado contra el Estado de Derecho. Me refiero a las obras de desmontaje que me están haciendo. Cuando a las criaturas las tienen meses y meses en lista de espera antes de meterle mano en un quirófano, a mí, mire usted lo pronto que me han intervenido, porque a estas cosas de los ataques contra nosotros los monumentos las llaman los modernos igual que a la operaciones quirúrgicas, "intervenciones", e intervenciones son, amputaciones muchas veces, usted lo sabe bien. Como usted bien sabe, o, si no, pregúnteselo usted a su maestro don Abel Infanzón, yo tenía una protección urbanística A que no permite las obras de desmontaje. Pero aquí eso de la protección A es con A de Alcalá: tenerla es como tener un tío en Alcalá. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha consentido las obras de mi desmontaje sin que nadie haya dado licencia de obras a los chatarreros que no vea usted cómo me tienen el cuerpo de sopletes y de martillos de bola, los hijos de la gran puta ya se podrían dar con el martillo de bola en los huevecitos, que para eso no hace falta licencia de obra.

Pero lo de mi desmontaje es doblemente ilegal, señor Burgos, y por eso le escribo, a ver si lee esto doña Soledad Becerril. Ay, si Silvestre levantara la cabeza y viera lo que están haciendo conmigo, con la de veces que le abrí los tableros para que pasara con la draga Sonsoles camino de la Corta y de Sanlúcar... Unos muchachos amigos míos de una cosa que se llama Planuente ya lo han puesto todo en conocimiento de la Justicia, que espero que actúe conmigo por lo menos con la misma celeridad que con Mario Conde. Puesto que además, hay claros indicios de delito por parte de los responsables de la Autoridad Portuaria por esta jechoría que están cometiendo conmigo.

              Mire usted, estos señores me han condenado a la desaparición, que para encontrarme. ustedes los amantes de Sevilla, van a tener que ir a la Oficina Municipal de Objetos Perdidos a causa de la poca vergüenza que hay aquí. A mí, señor Burgos, al que llaman Puente de Hierro, al que lleva el nombre del abuelo del Rey, me han condenado a la desaparición, sin hacerme siquiera el juicio del Arny, hombre, don <F3>Francisco Baena<F1> me hubiera salvado de estos martillazos que me están metiendo estos tíos, sus castas todas... Mire usted, el Puerto no quiere costear mi mantenimiento, vamos, es como si yo me hubiera divorciado del Puerto y no me quisieran pasar la pensión de alimenticia de manutención, yo que he sido la viva estampa del muelle de Sevilla desde Alfonso XIII a esta parte. Esta es la única razón para mi destrucción, don Antonio, que estos tíos quieren acabar conmigo, y no las chuminás de La Carlota que dicen de mí. Que si impido el atraque de cruceros, vamos, como si aquí viniera el Titanictodos los días. Y más ahora que se rectificará para muelle turístico la zona de muelle de justo al sur del Puente de las Delicias... Que aquí, venga a presumir de puentes nuevos, porque cuestan un dinero y algo se queda por el camino, y a los viejos, ya lo ve, ni nos apuntan en el Hogar del Pensionista.

          Lo que más sorprende es que haya políticos que se llenen la boca con el tema del patrimonio y permitan esta tropelía. Porque eso de llevarme a San Jerónimo es una gran tomadura de pelo a todos los sevillanos. No hay dinero para el montaje, y ni siquiera se menciona en el Plan especial de la zona Norte , que está ya más que aprobado. A lo mejor, don Antonio, es que tenemos la ciudad que nos merecemos. Pero yo no me merezco esto, a ver si escribe usted algo sobre mí con lo que le he puesto en esta carta...


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