El Recuadro

El Mundo,   jueves 2 de abril de 1998

 

MAR y el "sparring"

Borrell, un "sparring" para Almunia
MAR ha descubierto que Borrell es el "sparring" de Almunia

 Este MAR no tiene barcos. Este MAR es un MAR de tierra adentro. No hablo de Mar Flores, que es con mayúsculas y minúsculas. Hablo de un MAR mayúsculo, que ha inventado, o le han inventado, una forma como otra cualquiera de que no lo llamen Rodríguez. Que llamen a uno Rodríguez, aunque se llame Rodríguez, es, por lo visto, como un insulto. Los diputados que se llaman Rodríguez hasta han sacado una ley para que sus hijos puedan evitar esa desgracia en el Registro Civil. Miguel Angel Rodríguez, que es de quien hablo, no ha tenido que esperar a la ley. En este paraíso terrenal donde somos nuevos Adanes que cambiamos el nombre de las cosas, y al recreo escolar le llamamos ahora segmento de ocio y un banco del parque le decimos mobiliario urbano, y residuos sólidos urbanos al cubo de la basura del soneto de Rafael Morales, a Miguel Angel Rodríguez le llamamos MAR. La importancia de llamarse con unas iniciales, cosa que es de premio Nobel español, o vean, si no: JRJ y CJC. Miguel Angel Rodríguez ha llegado a MAR sin necesidad de premio Nobel, que tiene más mérito.

Pero yo ahora quiero dar un premio a MAR en forma de elogio, porque ha dicho lo que muchos piensan y no se atrevían. Que la proclamación de Borrell como candidato a candidato es un invento para que Almunia lo venza, y puedan decir. "Qué pedazo de líder tenemos, que hasta derrota a Borrell..." Como en las crónicas de boxeo que tan bien plumeaba Manuel Alcántara, MAR nos ha descubierto que Borrell es el sparring del tongo que han montado para proclamar a Almunia campeón del trayecto que va del gimnasio a la Casa de Campo y de la Casa de Campo al gimnasio. Un campeón a lo Tony Leblanc, más o menos, porque el que tenía hasta ahora el título está sonado de tanto sonar la voz del ujier: "¡Audiencia pública!"


 

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