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El Mundo,   domingo 19 de abril de 1998

Indice:  Tony Blair, guitarra y jerez    Pedro Pacheco, señorito con chalé   Sofía Mazagatos, señorita sin carné

Dibujo de La Bencina, Angel y Guillermo
Dibujo de La Bencina, Angel y Guillermo

Tony Blair, guitarra y jerez

Menos mal que no todo es Federico, en este hartazgo de Año Lorca en el que pronto hasta El Fary grabará su disquito con Los mos de Monleón y Torrebruno hará un teatrito con los títeres de cachiporra. Menos mal que, en el centenario de la Generación del 98, en vez de apuntarse a Lorca con la puesta de sol en Granada como Clinton, Tony Blair ha reivindicado a Machado el bueno, a Manuel Machado. Su visita ha sido estrictamente de "vino, sentimiento, guitarra y poesía..." Vino de Jerez, en Sanlúcar de Barrameda, para brindar por la paz del Ulster. Y guitarra, guitarra de Paco Peña en Córdoba. Cuantan los que lo han visto en Córdoba que los ingleses tienen de presidente a un señor normal, parece que ha pasado afortunadamente el tiempo de los carismas, Y a todo el mundo le ha parecido de perlas el topical spanish de Blair en Andalucía, lindando con el ridículo de la escena de señor presidente empujando silla de ruedas de suegra por calles de Judería, saliendo de casa de guitarrista. Ay, si éste llega a coger a González en Doñana, la juerga que se montan... Como le tocó Aznar, que es un triste, paró en Doñana menos que el Ave en Puertollano y se fue al topical spanish directamente. ¿Que dirían los escoceses si Aznar se fuera a Kilmarnoch a beber güisqui y a tocar la gaita?

Lo más triste es lo contentos que nos ponemos con estas visitas presidenciales que certifican el papelón que la Unión Europea y los amos de Washington nos han asignado. Nos joroban con el olivar, pero, eso sí, nos ponen en lugar de privilegio a la hora de la puesta de sol, el vinito de Jerez y la guitarra flamenca... Con este vino de nuestro papel de hosteleros turísticos continentales y este sentimiento de la guitarra del topicazo español, de Manuel Machado paso a José Carlos de Luna, con su Piyayo. Porque a mí me da pena y me causa un respeto imponente pensar que nos espera seguir siendo playa y tablao de Europa.

 

Pedro Pacheco, señorito con chalé

"¿Siguen existiendo señoritos en Andalucía?", me preguntaron unas amigas azafatas en una entrevista para la revista de su sindicato. "Sí, pero ahora casi todos están en el PSOE", les dije. Si me hubieran preguntado si siguen existiendo señoritos en Jerez, les hubiera dicho que sí, que los hay, pero que ahora el más señorito de todos los señoritos es Pedro Pacheco. Ni en pleno franquismo señorito alguno de Jerez se atrevió a ir por la vida con los usos chulescos que Pedro Pacheco suele. El neoseñorito de Jerez ha tomado los votos como una viña; el ayuntamiento, como una bodega; su pacto con el PSOE, como una ganadería de bravo; y a los dóciles consejeros que su partido ha colocado en la Junta para que le vayan a por café a Chaves, como conocedores de la ganadería. Con el agravante de que no hay perspectivas de que este señorito venda su bodega a una multinacional, porque es ruinosa bodega. El que quería derribar el chalé de Bertín por ser vos quien sois, también tiene su chalé, con créditos al ya-te-veré por el procedimiento de por aquí te quiero ver.... Ay, el chalé... Qué oportunidad perdieron los padres constituyentes, de haber puesto en la Carta Magna: "Está absolutamente prohibido que los políticos se hagan un chalé". Hemos ido construyendo la democracia con chalés, el chalé de Escuredo, los de Guerra en Santa Clara y en Conil, el chalé porcelanoso de Boyer, los chalés de Roldán, al pavo échale... Basta ya de chalés. Aquí no se hace ni un chalé más.

Siguen existiendo las dos Españas: la de los que se siguen haciendo chalés y la de los que ya no se hacen chalés. Pacheco pertenece a la primera. Que es, miren por dónde, aquella España del felipismo que tanto odiaba. Pacheco decía que Jerez era una isla rodeada de capullos por todas partes. Ahora los capullos están dentro, después que pactara con el PSOE en el peor sitio y en el peor momento. El neoseñorito no llega siquiera al cortijo. Se ha quedado en la horterada del chalé.

 

Sofía Mazagatos, señorita sin carné

Cuando un taxista (o un conductor no profesional) vea que Sofía Mazagatos se le mete muy malamente con su coche en un cruce, ya no tendrá que hacer la habitual pregunta machista: "Hija, ¿en qué tómbola te ha tocado el carné?" A Mazagatos le ha tocado el carné en la tómbola de Gibraltar. No sabía yo que Sofía Mazagatos era una espía británica. Su carné es, claramente, un argumento a favor de la presencia británica en el Peñón. Cuando Abel Matutes vaya la próxima vez a Londres a lo que los ministros españoles de Exteriores van siempre a Londres, a pedir Gibraltar, le dirán el Argumento Mazagatos: "Si les devolvemos la Roca, ¿dónde van a sacar las mazagatos el carné?" Borrel el primario lo montaba mejor. Hombre, puestos a sentar a la gente en el banquillo como golpe de efecto, entre Lola Flores y Sofía Mazagatos no hay color. Con Lola sentaron en el banquillo al temperamento, a la raza, al lerele, a la pena, penita, pena, a la sangre de reyes en la palma de la mano, y con Sofía Mazagatos, si la sientan, sentarán únicamente a la nada con siete mil portadas de revistas sin causa justificada. La Mazagatos, pues, no tiene carné de nada. Que yo sepa, no tiene carné de actriz, no tiene carné de escritora, no tiene carné de pintora. Yo me creía que esta señorita era la nada con carné de conducir y resulta que es la nada sin carné. Estos son los productos que consumimos en las revistas, en la telecorazón: la nada. A Mazagatos le pasa como a Gunilla, que sale mucho en las revistas por la única razón de que sale mucho en las revistas. España será lo que soñamos el día que se conmueva el mundo porque cojan con un carné falso de Gibraltar a un bioquímico que investiga en la Universidad de Zaragoza o a un empresario que ha creado tres mil puestos de trabajo. Esos no interesan, porque son alguien. Aquí, para ser alguien, no hay nada como no ser absolutamente nada. Saliendo mucho en las revistas, eso sí.

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