Estamos perdiendo los principios. No hay derecho a que le formen
ese escándalo a Pujol precisamente, por cumplir con sus principios. Pujol ha hecho muy
bien colocando a todos sus hijos. La autonomía, como la caridad, empieza por uno mismo.
Ahora el honorable tiene autonomía para poder empezar a pensar en los hijos de los
demás. ¿Cómo va a poder preocuparse del "Freedom for Catalonia" , un padre de
familia agobiado por sus hijos en paro? Ha hecho usted muy bien, don Jorge, sí señor:
primero se coloca a la familia, y después, Dios dirá. Además, usted es de un partido
conservador, de los que le dan el máximo valor a la familia como institución cristiana.
¿Qué hecho? Pues aplicar esos principios. Si eso lo hacen hasta los que no tienen
precisamente los valores cristianos de la familia en su ideario. ¿Qué hizo Alfonso
Guerra? En aquella España de los cuatro millones de parados, ¿qué es lo primero que
hizo Alfonso Guerra? Pues ponerle un despachito a Mienmano, sangre de su sangre, que
estaba el pobrecito tieso y debía tres meses de luz. Una vez colocada la familia, podían
tranquilamente proceder a la creación de los 800.000 puestos de trabajo. Ya sólo les
quedaban 799.999. Don Jorge ha hecho igual. Feliz como padre, viendo la prosperidad de sus
hijos, puede dedicar todos sus esfuerzos al bien de Cataluña. Dicen las últimas
encuestas que Cataluña se acerca al pleno empleo. No me sorprende. Habrán tomado como
muestra a la familia Pujol, donde el pleno empleo es ya una gozosa realidad. Tenemos unos
conceptos completamente reaccionarios de la ética y otras cuestiones de papel de fumar.
Si cada político empezara por preocuparse de dejar bien colocada a la propia familia,
tazita a tazita, se acabaría con el paro para siempre. Aprendan de Gil, que, bien
colocados todos sus hijos, se preocupa ahora por el futuro laboral de la tránsfuga Susana
y de su señor esposo. Y además,
que me alegro por Ecija. Al ver lo de Los Siete Niños... de Pujol, en Ecija habrán
pegado un respiro de alivio que se habrá oído en Córdoba. Ea, se acabó el tópico, la
pandereta, la mala fama y el romance del Ochocientos de Fernando Villalón. Los viajeros
románticos que quieran encontrar ahora a Los Siete Niños no deberán ir a Ecija. Que los
busquen más bien por la parte de Barcelona.
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