En
los almanaques, junto con el santoral cristiano del día,
deberían poner el laico. La Iglesia tiene su santoral, con los
santos más raros del mundo: Emerenciano, Elpidio... Esos santos
que canonizaron sólo para dar a Cela nombres de personajes.
Ahora prima el otro santoral, el laico, las canonizaciones
políticamente correctas. Cada día es el día de algo. Cuando
no es el Día de la Mujer Trabajadora es el Día del Señorito
que No La Dobla. Cuando no es el Día del Corazón es el Día de
la Próstata. Cuando no es el Día del Niño es el Día del
Abuelo del Puñetero Niño.
Hoy
se celebra el Día de la Persona Obesa. Muy poco, pero se
celebra. No lo he visto convocado más que en Barcelona, con
puntos de información, un recinto nteractivo, marcha popular al
grito de "Pon tu salud en marcha", una mesa redonda y
una jornada sobre la gastronomía saludable.
Así
que vivan los michelines, las pistoleras, la celulitis, las
curvas de la felicidad, las cerveceras barrigonas de Gambrinus.
Gordos del mundo, uníos. Pero no celebren ustedes con tanto
miramiento el día. ¿No proclaman los homosexuales el Día del
Orgullo Gay? ¿Por qué entonces los gorditos andan con
eufemismos vergonzantes con el Día de la Persona Obesa? Nada,
señores barrigones: celebren sin complejos el Día Mundial del
Orgullo de los Gorditos, ¿pasa algo? Ya está bien de tanta
cultura light y de tanto alimento sin. ¡Viva el cocido con
todos sus avíos! ¡Abajo el pan integral! ¡Vivan los
bocadillos de mortadela de aceituna! ¡Abajo la leche descremada
y desnatada y deshuesada! Marañón escribió un día el elogio
de la mujer gordita, que debería ser lectura obligatoria a
todas las niñas de la anorexia. ¿Qué hubiera sido de Rubens
sin las gordas? Los kilos de más, como la muerte, nos igualan a
todos. ¿Por qué soportar esta dictadura de las dietas, en un
tiempo de universal proclamación de las libertades? Entre los
derechos del hombre está el derecho a estar gordo, faltaría
más. Proclámenlo ustedes sin ese lenguaje de eufemismos, que
parece que lo ha escrito el redactor de la LOGSE. Cuidado que
decir Día de la Persona Obesa... Nada, nada: Día Universal de
los Gordos. Y a mucha honra. Igual que la juventud es un mal que
se cura con los años, la obesidad es bien que con los años
llega. Tras pesarme en la báscula del cuarto de baño y
probarme el abrigo del invierno pasado, compruebo venturoso que
debo sumarme sin rubor a la proclamación universal del Día del
Orgullo de los Gorditos.