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Este
artículo debería en puridad titularse "Gómez, o Huelva
existe". Pero como la preceptiva del género del diseño
impide que todo eso quepa en el título, me quedo con Gómez. Yo
siempre me quedo con Gómez. Me quedé con la copla de Gómez,
con el cultísimo cante por Huelva de Gómez, allá por los
años 70, cuando ambos publicábamos en el monumento a las
periferias que fue "Triunfo". Leí allí un día un
ensayo breve de Gómez sobre el bandolerismo y me quedé con el
cante de aquel señor que plumeaba tan bien, que sabía tanto de
tantas cosas y que tenía tan clara la Historia de Andalucía
que hasta podía resumirla en imágenes de la sierra y del
llano. Y he dicho hasta ahora Gómez porque esto es un articulo
sobre la Medalla de Huelva que le han dado a José
Antonio Gómez Marín, y llevo oído que el nombre de este
gran ensayista, sociólogo por su cuna académica, en Sevilla se
pronuncia Gómez Marín, pero en Huelva se dice Pepe Gómez. Lo
supe por Lourdes Luengo, la profesora de Biología, que me dijo
desde Huelva:
-- Oye, hace tiempo que no veo por aquí a Pepe Gómez...
-- ¿Y quién es Pepe Gómez?
Así supe que el Pepe
Gómez de Huelva es el Gómez Marín de Sevilla. Porque
José Antonio tiene muchas dobles militancias. Está siempre
entre Kant y El Potra, entre la Grecia clásica y Valverde del
Camino, entre Wagner y Concha Piquer, entre la Ilustración y la
Modernidad, entre "Liberation" y el BOJA, y por
supuesto que entre Huelva y Sevilla, ciudades de las que es
agente doble: de Huelva en Sevilla y de Sevilla en Madrid.
Gómez debe de tener 17 o 18 años, porque si la juventud es la
curiosidad, la suya es enciclopédica, como su cultura. Lo que
toda la vida de Dios se ha llamado un humanista. Empiezas
hablando con Gómez, un poner, de las vacas locas, y acabas
directamente en la Creta del Minotauro. Cohonesta sus saberes
filosóficos y sociológicos con la sabiduría popular de
nuestro común maestro Beni de Cádiz, ya lo creo. Su hija se lo
ha recordado más de una vez:
-- Le habéis dicho a Beni que no es un cantaor, sino un
filósofo, y lo habéis vuelto loco... ¡pero es que él os ha
vuelto locos a los dos!
Entero y pleno. Bendita locura común de la escuela
benedictina del pensamiento libre proclamado en alta voz, contra
las modas y los modos, como hace Gómez Marín por tierra, mar y
aire. Y entre esos pensamientos, la pancarta no escrita que
Gómez siempre lleva en su boca y en su pluma: "Huelva
existe". Huelva existe y además da estos pensadores que
enriquecen nuestros modos de ver el mundo. Yo le gasto muchas
bromas a Gómez con Huelva. Lo llamo a su casa y me dicen:
-- No está, ha ido a Huelva.
-- Naturalmente que a un entierro...
Porque Pepe Gómez es el que va a más entierros a Huelva del
mundo. No creo yo que la gente de Huelva que vive en Huelva vaya
tanto a los entierros de Huelva como Pepe Gómez. Que tiene, y
por eso va, un bien verdaderamente escaso: educación, aun
siendo rojo de toda rojez, pues aquí se suele confundir
izquierda con ordinariez. Y atesora otro bien escaso: el culto a
la amistad. Cómo será Gómez, que con la de años que llevamos
toreando juntos en las peores plazas, nunca nos hemos peleado,
con lo raritos y difíciles que somos ambos. Por eso, querido
Fray José del Desengaño, hoy estoy tan orgulloso de vuestra
reverencia. Porque es como si me hubieran dado a mí la Medalla
de Huelva, blanca y azul.
Página
"web" de José Antonio Gómez Marín
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Biografía de Antonio Burgos
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