Este
Juan Pablo II tan remiso en reconocerle
a Sevilla la dignidad cardenalicia que siempre tuvo su
Arzobispado parece decidido a compensarnos por elevación.
Están buscando Patrón para las nuevas tecnologías de Internet
y parece que el Papa es mucho de San Isidoro. Yo creo que porque
el polaco no se ha enterado que San Isidoro es San Isidoro de
Sevilla, coleguilla de Carlos Amigo Vallejo. Si llega a
enterarse, seguro que dice:
-- ¿Cómo, Patrón de Internet un arzobispo de Sevilla?
¿Pero otra vez estamos con la guasa? ¿No hay por ahí un santo
africano o sudamericano que tuviera algo que ver con las
navegaciones y con los emilios?
-- Santidad, está San Emilio mártir, que junto con San
Casto dio su vida en testimonio de la fe en el siglo III.
-- ¿Y dónde fue eso?
-- En Africa.
-- ¿Has dicho Africa? Perfecto: que San Emilio sea el
Patrón de Internet.
Me imagino que el Papa no tiene correo electrónico con la
Blanca Paloma del Espíritu Santo, por eso no sabe qué es un
emilio y se le ha ido este patronazgo. Y como no se ha enterado
de que San Isidoro es de Sevilla, pues por una sola vez y sin
que sirva de precedente va a conceder una honra Sedem
Hispalensis Ecclesiae.
Me alegro por San Isidoro. Como se produzca pronto la
declaración del patronazgo, va a ser San Isidoro Superstar en
la próxima procesión del Corpus. Hasta ahora, en el Corpus y
en lo que no es el Corpus, en el escudo de Sevilla mismo, a San
Isidoro le pasaba con respecto a San Leandro lo mismo que en Los
del Río a Antonio con Rafael: que nunca sabe nadie quién es
cada cual. Está lo del libro. A San Isidoro se le identifica
por lo del libro, que para muchos es el viejo libro escolar del
Instituto de Segunda Enseñanza con su nombre, donde aprobamos
la Reválida de Bachillerato. De los dos, San Isidoro es el del
libro. A lo que suele decir la gente:
-- ¿Y si San Isidoro lleva el libro del Instituto San
Isidoro, por qué San Leandro no lleva en la mano la caja de
yemas de San Leandro?
Misterios profundos de la sacra iconografía. Que en el
Corpus, como digo, serán de vuelta al ruedo de San Isidoro.
Preguntaran los hijos a las madres:
-- ¿Y ese santo de plata, quién es, mamá?
Y dirán las madres:
-- El Patrón de Internet, niño, el que tiene la culpa de
que paguemos esos facturones de teléfono por la cantidad de
horas que te llevas enganchado al ordenador...
Menos mal que se sabrán ahora los amplios saberes de San
Isidoro, el humanista mayor de la España de su tiempo y de la
Europa de la época. Aquí la fama de Sabio se la lleva Alfonso
X, pero el que sabía tela era el que está junto al augusto
padre del Niño Sabio (no de Camas) en el escudo de la ciudad
por la que fue conquistado.
Los que sabemos que Internet es como una Universidad abierta,
olvidos sevillanos del Papa aparte, nos alegramos de que tanto
saber y capacidad de información sobre toda ciencia tenga como
santo Patrón a quien tantos desconocen y creen que es sólo el
que le da nombre a un horno. Aun así, el Horno de San Isidoro
fue el obrador humanístico de nuestra mejor cultura.
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