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Las
voces del tendido dicen que este año, a la hora de hacer la
declaración de la renta, hay que echarle la cruz a la cruz. Que
de ninguna manera hay que poner la cruz en el cajetín que dice
que se destine a la Iglesia el no sé cuántos por ciento de
nuestras perras. ¿Dónde hay que firmar? Digo que dónde hay
que firmar para que se extienda por el Reino de España y de
Dios esta objeción fiscal a lo divino, para que no den ni una
sola peseta nuestra a los curas, campeones olímpicos de la
especialidad de nadar y guardar la ropa.
Hasta que la Iglesia española, en bloque, sin titubeos, y
con los obispos vascos al frente, de tres en fondo, no firme el
Pacto por la Libertad, es señal que no piensa como el Señor en
cuyo nombre dicen que pastorean las almas... y cobran de los
presupuestos generales del Estado. Aquel que dijo que la Verdad
os hará libres. Parece que más libre que la verdad es el miedo
de los señores obispos y del cincuenta por ciento de esos curas
vizcaínos que no sé si no creen en Dios, pero al menos no en
sus mandamientos, especialmente en aquel que dice eso tan
políticamente incorrecto al norte del Condado de Treviño como
lo de "no matarás". Para estos tonsurados y prelados,
el "no matarás" es según y cómo, según a quién y
en nombre de qué. Y en cuanto a la Verdad, parece que están
con la palangana delante, como Pilatos, lavándose las manos y
preguntando: "¿La verdad? ¿Qué es la verdad?"
Pues la verdad es que, al paso que llevan, estos señores
obispos van a acabar con la poquita afición que hay. Luego van
y publican una carta pastoral diciendo que estamos en una
sociedad que ha perdido los valores y los papeles. Mira quiénes
van a hablar... ¿Con qué fuerza moral van a condenar el aborto
si no condenan también la pena de muerte que imponen los
amiguitos de los curas y los obispos de por allí? Al enemigo,
ni agua, y esta parte de la Iglesia es, hoy por hoy, y hasta que
no se defina, enemiga de lo defienden todos los quienes trabajan
en el alambre y sin red, y no como ellos, que ésta es la hora
en que le hayan tocado a nada relacionado con estos hijos de
Dios.
Y ya puestos a no echar la cruz en la casilla de la Iglesia
para que no le den ni un duro nuestro a un tal Blázquez, yo
ponía un IRPF a la carta, con más casillas. Por ejemplo, con
otra casilla para que no dieran ni un solo duro nuestro para
mantener esa Policía Autónoma Vasca mientras la mande la
cúpula política que la tiene maniatada. Y ni un duro para un
Parlamento Autonómico donde se sientan los que dicen que
España es su opresora. Salvo, claro está, que se negaran todos
a cobrar con unos billetes donde pone "Banco de
España". A esa España ni los curas ni los seglares le
hacen ascos...
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Biografía de Antonio Burgos
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