|
Si
Pedro Pacheco no estuviera tan ocupado con el cajonazo de las
Cajas de Sevilla, hubiera puesto al día el mármol de su frase
sobre la Justicia. La Justicia no es ya un cachondeo: es un
peligro público. Pacheco se quedó corto, fue el suyo un palo
cortado, por decirlo en términos bodegueros de Jerez. Ojalá la
Justicia fuera sólo un cachondeo. Es una contradicción del
sistema que todos queremos defender, a veces una temeridad.
Estamentos judiciales hay, como la Audiencia Nacional, cuyos
miembros parecen designados por el enemigo, y determinados
jueces hay que parece que no sé la toga, pero los pantalones no
los tienen muy bien puestos que digamos, de la facilidad con que
se los bajan. El juez Garzón lucha contra los molinos del
viento de la sangre, pero sus coleguillas de la Audiencia
Nacional ponen en libertad lo que haga falta. Antes cree en Dios
Gonzalo Puente Ojea, que un juez de la Audiencia Nacional en los
indicios racionales de criminalidad. Y quien dice la Audiencia
Nacional, dice el Supremo. O los jueces del País Vasco.
Solamente una pregunta: ¿existen jueces en el País Vasco, o es
una calumnia que han levantado?
Con estos altos ejemplos, no extraña lo del juez de Coslada
que puso en libertad al asesino moldavo de Pozuelo. La Justicia
es independiente hasta de la propia Justicia. Estamos hartos de
ver a cirujanos en el banquillo por errores médicos que cuestan
vidas, aunque difícilmente los condenen, por corporativismo de
peritos. Esta es la hora en que aún no hemos visto a ningún
magistrado en el banquillo por un error judicial que haya
costado vidas o, lo que es peor, por una peligrosa manga ancha
en la toga, que firma la puesta en libertad del inmigrante que
tiene seis detenciones por delitos con violencia y sigue en la
calle y en España.
Hubiera preferido que Pedro Pacheco no se hubiera quedado
corto. La Justicia no es un cachondeo. En determinados ámbitos
de su administración, es un peligro público, una causa
continua de creación de alarma social, y encima sin en menor
control, en esta sociedad donde se puede pedir la hoja de
reclamaciones contra todo, menos contra estos jueces que lo más
triste es que no son moldavos ni sin papeles, sino españoles
con la oposición ganada. Ayer se contrataron en España miles
de sistemas de alarma y seguridad. Dicen que las ponen contra la
inseguridad. Matizo que quizá sea contra la inseguridad de la
Justicia.
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
|