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Cojo
la calculadora que trae incorporado el euroconversor de la
puñeta, hago números, y será porque soy de Letras y con
reválida aprobada, pero no me salen las cuentas. Así que
celebran con arroz y gallos muertos (y de paso corte de pescuezo
de algunos gallitos, todo sea dicho) los veinticinco años de
Comisiones Obreras y, si eso es así, entonces resulta que las
Comisiones Obreras fueron fundadas en 1977. Es la consecuencia
de extender esa falsa creencia de que aquí, del Rey abajo, todo
empezó el 20 de noviembre de 1975. De modo que lo que no cumple
25 años es porque va a cumplir 20. Aquí nos han hecho creer,
por ejemplo, que la Monarquía Española comenzó como
institución no con Fernán González, ni con la legitimidad
democrática del Conde de Barcelona en Estoril frente a la
dictadura, sino el día en que el Rey, más solo el pobre que la
una como ha recodado Jaime Peñafiel, fue a las Cortes de la
Carrera de San Jerónimo para ser proclamado como Don Juan
Carlos I. Cuando, por cierto, Santiago Carrillo y los de
Comisiones empezaron a decirle Juan Carlos El Breve. Que Dios
les conserve la vista. Pues no ha durado gracias a Dios nada el
tal Breve; anda que si llega a ser el Largo...
Celebrarán ahora, en todo caso, los veinticinco años de la
legalización de las Comisiones Obreras y de la normalización
democrática del sindicalismo en un régimen parlamentario de
libertades. Pero las Comisiones Obreras tienen muchos trienios
en todo lo alto, muchos quinquenios de lucha contra la
dictadura, que ahora, con esa cifra de los 25 años, parece como
si de golpe se olvidaran. Por lo visto, estamos en tiempos de
redondeo, y a Comisiones Obreras también les han aplicado el
redondeo de los euros, pero a la baja.
Lo proclamo con todo orgullo sentimental como antiguo
compañero de vuestro viaje en la larga lucha contra la
dictadura y por las libertades: querido Eduardo Saborido,
querido Paco Acosta, querido Jesús López, querido Pepe
Narváez de la Célula Guttemberg que fundaste en los talleres
de un diario sevillano. Erais de Comisiones Obreras y correa de
transmisión del Partido Comunista, ¿pasa algo?. Y a mucha
honra lo del PCE. Vosotros sí que de verdad corríais delante
de los grises. Pero esposados y camino de los calabozos de La
Gavidia. Echo las cuentas de la memoria y del corazón, y si es
cierto que Comisiones se creó en 1977, resulta que a vosotros
os dolían los ya me entiendes de luchar por la libertad
sindical cuando fundaron Comisiones Obreras. Mis primeros
recuerdos son de un Primero de Mayo de 1967. Cine Emperador de
la Cava trianera. La HOAC celebra la que entonces es la fiesta
de San José Obrero. A aquel escenario sube un muchacho que
trabaja en la Hispano Aviación y que dicen que es comunista.
Habla de las libertades que hay que conseguir, del derecho a la
sindicación fuera de la dictadura vertical de la Plaza del
Duque. Ese muchacho se llama Eduardo Saborido Galán. No lo
sabemos nosotros, que vamos de jóvenes plumillas a hacer la
información. Lo sabe quien lo tiene que saber: la Brigada
Político Social de la Policía franquista, que ha hecho que el
camino que lleva hasta su casa no críe hierba con las
detenciones. Son los tiempos en que por Radio París o por La
Pirenaica oímos que los mineros de La Camocha están en huelga,
y que han creado un sindicato libre. No hay que ir tan lejos ni
tan hondo. En la Cava trianera, aquel Primero de Mayo disfrazado
por la dictadura con la vara de nardo de San José Obrero,
Eduardo Saborido, aquel chaval de la Hispano Aviación, estaba
dando ya la cara y el pecho por sus Comisiones Obreras. Vi en
sus ojos la misma ilusión que le sigo encontrando cada vez que
me lo encuentro y nos abrazamos. La vieja ilusión, Eduardo,
Paco, Jesús, Pepe, de la común utopía de las libertades.
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