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La
TV que hacen será basura, pero sus sueldos relucen cual chorros
del oro. Ahora que en verano los periódicos traen muchas
páginas de pasatiempos, podrían dar un entretenimiento
aritmético: el juego de los sueldos. Consistiría en preguntas
del tipo: "¿Cuántos meses tiene que trabajar como
camarero el marido de una espectadora de "Crónicas
Marcianas" para ganar lo que cobra en un solo día Javier
Sardá?" O esta otra: "¿Durante cuántos años
podría trabajar un becario de Ciencias de la Información con
el sueldo de un mes de Ana Rosa Quintana?" Es el
milagro-negocio de la izquierda: ganar como Botín y largar por
esa boquita como Llamazares. Algo muy habitual en España: la
izquierda verbal. Igual que Belén Esteban sale mucho en la tele
porque sale mucho en la tele, hay señores de sueldos
millonarios que son muy de izquierdas porque son muy de
izquierdas, según dicen ellos. Cuanto más se cobre, más de
izquierdas se es. Izquierda de cinco estrellas, de Gran Clase,
de criado ecuatoriano, de casoplón en La Moraleja y chalé por
todo lo alto en Sotogrande. La de Sabina, Concha Velasco y
Jesús Quintero. Se van todos a veranear a Sotogrande obviamente
por solidaridad. Desde la casa de Sotogrande se es mucho más
solidario con el oficinista del apartamentito alquilado una
semana en Benidorm. Y ni te cuento la solidaridad con la clase
trabajadora desde el yate. Ya te contaré ante una langosta lo
de izquierdas que soy cuando vayamos en mi barco de Mallorca a
Córcega.
Me gustaría que un sociólogo
con opción a Nobel descubriese por qué nos tragamos que sean
tan de izquierdas y tan progres estos despreciables
latisueldistas. Aquí mucho hablar de los latifundios, pero ni
palabra de los latisueldos. El Sindicato de Obreros del Campo
ocupa todos los veranos ritualmente un latifundio del Duque del
Infantado. Reclaman la reforma agraria y el reparto. ¡Qué
antiguos son los jornaleros! Más productivo que ocupar el
cortijo de un duque y pedir que lo reparta sería que le
ocuparan el sobre de la nómina a Javier Sardá y le hicieran la
reforma agraria de la expropiación por interés social. Pero no
se lo ocupan ni se lo reparten porque todos estos latisueldistas
de la telebasura y la pancarta son muy de izquierdas. Porque lo
dicen ellos, claro. Los latisueldistas de izquierdas viven mucho
mejor y son más ricos que los latifundistas de derechas.
¿Repartir, dice usted? ¿No reparten ya basura todos los días,
que más reparto quieren ustedes?
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