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MIRANDO AL MAR SOÑÉ

Informaciones sobre la presentación en Cádiz del nuevo libro de

Antonio Burgos

Antonio Burgos, con Curro Romero y los componentes del coro de Julio Pardo (Foto Modesto Sánchez-Infocádiz)

Jesús Quintero, en la presentación del libro de Antonio Burgos, con Joaquim Palau, director literario de Planeta, y Enrique García Agulló, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz (Foto Kiki-Diario de Cádiz)

Intervención de Jesús Quintero (Foto Modesto Sánchez-InfoCádiz)

Curro Romero, con Antonio Burgos en el acto de presentación (Foto Kiki-Diario de Cádiz)

Curro Romero, con Julio Pardo, Antonio Burgos y el coro que cantó las "Habaneras de Cádiz" (Foto Modesto Sánchez-Infocádiz)
 

Colección:

 

Documento

Título:

 

Mirando al mar soñé

Autor:

 

Antonio Burgos

Páginas:

 

208

Precio:

 

1900 ptas.

ISBN:

 

02305-6

12-12-1997

Antonio Burgos, espejo onírico de la memoria andaluza

El escritor y columnista presentó ayer en Cádiz su nuevo libro, «Mirando al mar soñé»

JOSE LANDI

CADIZ.- «Es la última criatura de uno de los primeros columnistas de este país y de uno de los mejores escritores de nuestro tiempo». Así presentó el maestro de ceremonias, Jesús Quintero, la última obra de Antonio Burgos, Mirando al mar soñé. El volumen recoge una recopilación de escritos, publicados en El Mundo de Andalucía, en la que se dibuja de forma onírica y sensual la memoria de los andaluces que no cumplirán los 45 años.

La omnipresencia poderosa de la radio, la influencia del cine, los viajes de Cádiz a Sevilla, de Sevilla a Cádiz, la miseria, la ilusión, el pecado y la censura son piezas de un rompecabezas sentimental. El amigo (casi cómplice) Quintero ilustró las impresiones de los oyentes y aseguró que la obra repasa «los recuerdos de los niños de la posguerra, los adolescentes del primer Chester, los jóvenes que soñaron con la libertad y los adultos que tuvieron tanto por hacer».

La presentación estuvo prolongada por una ceremonia llena de público, amistad, aroma y color. Los asistentes fueron decenas, los amigos representativos de la esencia andaluza, el olor «el de la alhucema» y el color, ese indescriptible del atardecer en La Caleta.

Antonio Burgos eligió la ciudad de Cádiz para la presentación a nivel nacional de una personal y pasional colección de recuerdos. Además de situarla en su patria chica «por elección», según Quintero, el escritor escogió con tino el momento y la compañía. El prólogo comenzó a las 18.09 de la tarde de ayer, exactamente el instante marcado para la puesta de sol.

HABANERAS Y TANGOS.- En uno de los balcones de la Bahía, el coro de Julio Pardo puso a la ceremonia acordes de habaneras y tangos, sonidos de ida y vuelta. Allí se dieron cita representantes de algunos de los mundos más amados por Burgos. El de la tauromaquia no pudo tener mejores representantes que un maestro, El faraón de Camas, y un aficionado señero por antiguo novillero, José Ruiz Manteca. Otra de sus pasiones, el Carnaval, se encarnó en muchos de los mejores autores vivos. Julio Pardo, Antonio Martín, Joaquín Quiñones o Pedro Romero, entre ellos. Otros sectores no menos frecuentados y queridos por el escritor, como el literario y el periodístico, le respaldaron en idéntica proporción.

Jesús Quintero fue el introductor del acto. Llegó tarde -problemas de vuelo- pero le dio la vuelta al percance para convertirlo en la primera carcajada de muchas: «Si Aznar les pidió perdón a los conductores por la nieve del otro día, espero que me lo pida a mí por el retraso en el avión de Iberia».

El queridísimo en Cádiz Loco de la Colina se contagió de la obra de Burgos y echó la vista atrás. Resucitó el papel de aquella radio en blanco y negro que era la imaginación y el color de los niños de entonces. Jugó con la evolución de las ideologías y las etiquetas: «Rojo le llamaban entonces al amigo Antonio, todo por escribir Andalucía, tercer mundo. Entonces éramos andalucistas».

Acompañando a Burgos, desde los recuerdos escritos hasta hoy, Quintero afirmó que el escritor se ha convertido en «maestro del costumbrismo y el hachazo, y alguno me ha caído a mí». Antonio Burgos mantuvo alto el listón del humor para presentar su obra y le dijo a Quintero que su presentación estaba bien, «si el pasodoble, el cuplé y el popurrí son del mismo nivel, a lo mejor entras en la Final del Falla». Fundiendo actualidad, ironía y diplomacia quiso recordar a los que le han ayudado a dar a luz al libro: Jesús Quintero, Planeta, Francisco Rosell y José Antonio Gómez Marín.


«Recordar es bueno para saber lo que se es»

El último libro de Antonio Burgos «huele a alhucema, a mar, a pobreza, a ilusión, a limpio. Los olores tienen un gran poder de evocación, a mí me gusta mucho que los libros huelan. Entonces todo parecía más limpio, más inocente. Era la cultura del malestar», manifestó ayer el escritor.

Preguntado por cómo recordarán los adolescentes actuales su juventud, Burgos dijo: «Si hemos de continuar con el poder evocador de los olores, la recordarán con el ketchup y los cartuchos de patatas fritas. De todas formas, son sus criterios estéticos, sus elecciones, tan respetables como todas las demás».

El autor de Mirando al mar soñé se refirió a la melancolía de este modo: «Aunque Jesús Quintero se planteaba si es o no un acierto, yo creo que sí. Conviene acordarse de lo que uno es, de lo que somos todos. Durante mucho tiempo hemos sufrido algunas amnesias, algunas elipsis intencionadas. Recordar es bueno para saber lo que se es».

En cuanto a si el libro rezuma andalucismo o Andalucía el autor sostuvo categóricamente: «Andalucía».

Información en la página de InfoCádiz en Intenet
 

Burgos, entrevistado por TVE, con La Caleta al fondo (Foto Modesto Sánchez)

ANTONIO BURGOS PRESENTÓ SU LIBRO EN LA PUESTA DE SOL GADITANA.

Nostalgia, humor y literatura a ritmo de bolero y habanera.

Por LALIA GONZÁLEZ SANTIAGO.

Diario de Cádiz. 12 de diciembre de 1997.

Cuando un solo rayo verde despide el día, sonaba la Habanera de Cádiz en el jardín del Hotel Atlántico y Antonio Burgos presentaba su libro Mirando al mar soñé. La obra, dijo Jesús Quintero, evoca los años "en que todo estaba por venir y creíamos en cosas como la autenticidad".

No quería el periodista una presentación cualquiera para su último libro y en verdad que logró un acto distinto, nunca visto, para poner en el mundo su obra, una recopilación de recuerdos de una generación, que tiene lo mejor de su escritura. A tenor del capítulo que leyó durante el acto, en Mirando al mar soñé está toda la fuerza literaria del escritor Burgos, que recrea como nadie el pulso de aquellos años en que se vivía con la banda sonora de la radio, peleando con la Guerra de las Galias, paseando por veranos playeros e interminables, fumando a escondidas los primeros pitillos, ligando a las primeras niñas. De modo que Antonio Burgos logró convencer a Planeta, cuyos directivos celebraban ayer haberse dejado persuadir para presentar el libro en Cádiz, algo tan poco usual como bien aquí sabemos. El acto, en la puesta de sol, convocó a más de doscientas personas entre las que concitaba admiraciones el torero Currro Romero, que asistía, dijo "por amistad con Antonio". Estuvieron además numerosos escritores, académicos, autores de Carnaval, políticos, amigos de Cádiz, Sevilla y Jerez.

Una vez que el coro de Julio Pardo cantó la Habanera comenzó la presentación, que inició Enrique García Agulló, primer teniente de alcalde, con su agradecimiento al periodista por haber escogido la ciudad para el acto, "que dice mucho de tu afecto por nosotros". Jesús Quintero, que había llegado tarde por culpa del retraso e su avión y que dijo esperar por ello excusas de Aznar, hiló una presentación entre preparada e improvisada, con recuerdos divertidísimos de la época que Burgos retoma en el libro. Destacó del autor su colaboración al andalucismo, su maestría "en el costumbrismo y en el hachazo", su estilo brillante, irónico y divertido. "Antonio Burgos confiesa que ha vivido y ahora sueña mirando al mar aquellos años en que todo esta por vernir", lejos, dijo, "del pelotazo, la telebasura", etc. Ls confesiones de gaditanismo se sucedieron entre presentador y presentado. Burgos zanjó el asunto al decir que a veces le preguntan si es de Cádiz o de Sevilla y contesta: "los gaditanos nacemos donde nos sale de los leones". "Esto si que es patria querida, añadió". "Adiós Jorgesepúlveda", le dijo un amigo al saber el título del libro. Y en tono de bolero, el autor defendió su obra, "literatura en papel diario" y su idea de presentarla en Cádiz mirando al mar –"porque aunque todos los gobiernos han hecho ímprobos esfuerzos y grandes inversiones,

Madrid no ha conseguido tener mar"- y en tributo de lealtad –"soy monárquico por razones estéticas"- a "su majestad el sol de la Caleta, con su corte de barquillas que como todos los cortesano, le bailan el agua". La obra, dijo la editorial, ha vendido en pocos días gran parte de la primera edición.

Las "pieras" de La Caleta, las grandes invitadas a la "presentación con puesta de sol"
 
 

VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS, MAOMENO.

Veinticinco años después de "Andalucía Tercer Mundo" el escritor poeta Antonio Burgos, proclamando verdades como puños, ha presentado otro libro de su prolífica producción literaria: "Mirando al Mar Soñé", justo en la puesta de sol que más combina con el azul de Andalucía: la de Cádiz, con sonido de habaneras en La Caleta, de la mano del coro de Julio Pardo, y con la estrambótica presencia de alguien a quien muchos admiran o han admirado: el presentador del acto Jesús Quintero, "El Loco de la Colina".

En su derredor, amigos de Madrid, Sevilla, Cádiz o los Puertos. Burgos, como un abuelo –que ya tiene edad a juzgar por las cosas que cuenta- traía al mundo un nuevo hijo, de un hijo de su pluma literaria. Y otras tres presencias indispensables: el mejor arrope para la faena, su compadre Curro Romero, primer espada, que hace también de espada primera en Internet estrenando sitio propio en la Red. Otra, la de muchos amigos gaditanos que se cartean con el periodista a través de la Red Informática (o el Trasmayo, como a él le gusta decir, que es palabra más andaluza). Y por último la de los espías –muchos miraban de reojo- de una sección denominada "Confidencial Político del Marqués de las Cabriolas" que el Maestro Burgos tiene hospedada en su página Web, y en la que, podrán imaginar, el citado Marqués no deja títere con cabeza, a partir de hachazos, machetazos y "jachetazos" repartidos por doquier a diestra y siniestra y nunca mejor dicho, entre los políticos andaluces. Especial dedicación merece a este Cabriolas los hombres públicos de Sevilla y Cádiz, donde un grupo de compadres que forman la Peña Er 77, con la máxima "Bebe a gusto y orvía los disgustos" redactan el citado "Confidencial Político". ¿Dónde estarán las fuentes del Marqués? ¿Habrá que remontarse 30 años en el tiempo y bucear en la historia de la Feria de Sevilla, cuando existía una caseta con el nombre de Peña Er 77?

Evidente fue el inmejorable ambiente vivido por el escribidor y sus incondicionales en la ciudad trimilenaria –unos 250- que se agolparon tumultuosamente en torno a su persona para agradecerle su gaditanismo, algo que este cronista poeta lleva muy a gala. Cuando le preguntan si es de Sevilla o Cádiz, Antonio Burgos responde que "los gaditanos nacemos donde nos sale de los leones". Va por Vd., maestro.

JOSÉ MARÍA MORILLO

Cadena SER. Radio Cádiz 2. (Ojo no confundir con Puerto 2)

15 Diciembre 1997. 12:50 h.

 

12-12-97 Antonio Burgos presentó su libro "Mirando al mar soñé"

El prestigioso periodista y escritor Antonio Burgos presentó ayer en Cádiz su libro "Mirando al mar soñé", en un marco y un momento inolvidables: el balcón del Parador Hotel Atlántico, frente a la Bahía, y justo en el momento en que la puesta del sol debía regalar a los presentes uno de los más bellos paisajes que puedan contemplarse en la ciudad.

Los convocados: representantes del mundo de la cultura, de la política, del carnaval, y amigos en general; fueron citados para minutos antes de las seis y media de la tarde. Justo cuando el sol se ocultaba, el coro de Julio Pardo interpretó las "Habaneras de Cádiz", obra del propio Antonio Burgos que ha alcanzado un reconocimiento internacional y que se ha convertido en uno de los más bellos piropos jamás lanzado a Cádiz. Desgraciadamente, la neblina impidió que la puesta de sol alcanzase todo el esplendor que el mágico momento demandaba.

Tras esta introducción tuvo lugar el acto de la presentación propiamente dicho. En uno de los salones del hotel, el popular columnista compareció acompañado por un representante de "Planeta" - editora del libro -; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, Enrique García-Agulló; y por su amigo, y también prestigioso periodista, Jesús Quintero.

Fue Jesús Quintero el encargado de glosar y presentar al autor y su obra. El popular periodista onubense recalcó el conocido afecto que él y Antonio Burgos procesan a Cádiz, recordando que ambos se muestran orgullosos de haber sido en su momento pregoneros del Carnaval gaditano. Quintero señaló que a Cádiz "hay que venir a presentar un libro como éste para continuar soñando frente al mar"; manifestó, también, que para el suponía un honor "acompañar a mi buen amigo en el día de la presentación de su última criatura". Durante toda su intervención, Jesús Quintero hizo gala de un extraordinario sentido del humor que contagió a los presentes, provocando en varias ocasiones las carcajadas del público.

A continuación, Antonio Burgos tomó la palabra para agradecer las palabras de Jesús Quintero, la colaboración de Julio Pardo y la presencia de "los muchos amigos sevillanos y gaditanos" que se dieron cita en el acto. Agradeció también a la editorial el "haber aceptado la propuesta de la presentación del libro en Cádiz", aunque señaló, en tono humorístico, que en principio querían realizarla en Madrid "cuando todavía Madrid no ha conseguido tener mar, aunque esto está pendiente del pacto con vascos y catalanes".

Antonio Burgos puso de relieve, en todo momento, su sentido del humor y su "gaditanismo", llegando a afirmar que "yo nací en Sevilla, porque los gaditanos nacemos donde nos sale de los leones".

El acto concluyó con la lectura del primer capítulo de "Mirando al mar soñé" y con la despedida de Quintero, quien cerró el acto declarando "El hombre vuelve adonde le dan afecto, y por eso Antonio y yo volvemos a esta ciudad, porque en Cádiz hay que mamar".

 
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