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La Ese 30

 Antonio Burgos

Abel Infanzón


SEMANA DEL 31 DE ENERO AL 6 DE FEBRERO DE 1999

Sábado 6: Los 100.000 hijos de San Buenaventura

Una vez preguntaron a don Antonio Delgado Roig: "¿Cuántos arquitectos hay en Sevilla, don Antonio?" Contestó, sevillanísimo: "Más que albañiles, mi querido amigo, más que albañiles..." Ciudad de la novelería, ahora hay en Sevilla más hornos que en Alcalá de los Panaderos. Me refiero al horno como cafetería-charcutería-panadería-salón de té. El paraíso del desayuno con diamantes de Jabugo y de las albóndigas precocinadas. ¿Invento sevillano o alcalareño? Pedían antaño una siderurgia integral para Sevilla. Nunca la hubo. Nos hemos quedado con la tecnología punta de estos altos hornos. Los cien mil hijos de San Buenaventura. Hay bienaventurados hornos de pata negra con su escudo de la Giralda y su fecha fundacional fernandina. También hornos de franquicia. Y hornos piratas. Pronto abrirán el Horno de Las Tres Mil, el Horno del Polígono Norte, el Horno del Vacie. Los madrileños los ven y se quedan impresionados. Sevilla es un inmenso horno que por todas partes está para bollos. De leche.

Viernes 5: Ley de Quintas:Santisteban y Bará

Se cumple la Ley de Reclutamiento de la Muerte que promulgó Joaquín Romero Murube. Los sevillanos, decía Joaquín, entran en caja (mortuoria) por quintas. Por algo La Canina de Valdés Leal está junto al cuartel de las Atarazanas, donde la vieja Caja de Reclutas. En el Gremio de la Radio, La Canina movilizó al maestro Rafael Santisteban y ahora ha cogido el petate el oficial Manolo Bará. El sí de Lirola a la muerte. Viviendo la mañana sabemos que siempre viene la muerte en la tarde. Pero ninguno de los dos se ha ido. La radio es la memoria colectiva de Sevilla, y en esa memoria siguen vivos. O en la televisión local. Cada vez que ponga Canal 47 seguiré viendo a Manolo Bará entrevistando a un hermano mayor, con su enorme micrófono enorme, ante las vitrinas de la plata de una sala de cabildos. Lo seguiré viendo con su micrófono enorme en el balcón de la confitería La Campana. Ahora sí que tiene Manolo Bará un buen balcón para retransmitir la entrada de su Gran Poder en La Campana. Un balcón de dulce en la memoria de Sevilla.

Jueves 4: La prueba del 6 del euro

Estamos perfectamente preparados para el euro. Para el euro y para lo que nos echen. Podemos tomar la alternativa del euro y cortar orejas. Para ello, nos estamos placeando mucho en novilladas sin caballos y en novilladas picadas. Lo digo por la cantidad de cambios que ha metido Telefónica en el santo nombre de la Unión Europea, en la que creemos más que Santo Tomás, sin meter el dedo en la llaga de los fondos de cohesión. Parecía dificilísimo que pudiéramos marcar el 954 para llamar a la propia Sevilla y ya a nadie se le olvida meter el 95 antes del número. ¿Habrá teléfonos móviles, que parece que los regalan? Pues más difícil todavía parecía la pereza de tener cambiar el 9 del 908 y del 909 y del 917 y del 939 por el 6. Nada, como si toda la vida los móviles hubieran empezado por 6. Sin pestañear, te dan el número del móvil con el 6 delante en vez del 9. Que son por cierto números como para chiste de la Lewinsky. O que son la prueba del 9 de que nos adaptaremos perfectamente al euro. La prueba del 9... o del 6.

Miércoles 3: Sevilla está embolardada

Leo en un meritorio periódico de barrio que han colocado 130 bolardos en las Lumbreras. No debo de ser una lumbrera, porque no se qué es un bolardo. Tengo que irme al Diccionario: "Poste de hierro colado u otra materia hincado en el suelo y destinado a impedir el paso o aparcamiento de vehículos." Acabáramos. Un bolardo es un marmolillo de toda la vida. Esos hierros que ponen en las aceras para que no aparquen los coches... y para que nos demos en todas las espinillas con ellos. Lo peor del "mobiliario urbano" son las palabras tan feas que lo designan. A los marmolillos les han puesto de mote bolardos. Sevilla era el único lugar del mundo donde los marmolillos no eran de mármol, sino de hierro de fundición. La palabra era como un homenaje al mármol de las columnas de Itálica puestas antaño para atajar la calle que no pase nadie. Ahora, a embolardar la calle, que no aparque nadie. Sevilla está embolardada, ¿quién la desemborladará?, el desembolardador que la desembolardarare, buen desembolardador será. Ay, mi espinilla...

Martes 2: Bécquer en la Delegación del Gobierno

Ignacio Camacho ha levantado el mapa de un descubrimiento, como Juan de la Cosa el de los viajes de Colón. En la Delegación del Gobierno en Andalucía han hallado una motorola histórico-artìstica, cosecha del 92, que es casi un BIC, pues su memoria cuenta os dará de quién mandaba allí: J.G.G., Juan Guerra González. Sobre el descubrimiento de Camacho, que es 80 Camacho de la calidad en el manejo de las fuentes sobre el Huerto del Asistente, me permito añadir un hallazgo. Esto no es ni un descubrimiento ni una noticia. Esto es la reescritura de la Rima VII de Bécquer. Miren qué becqueriana de la España del Pelotazo: "Del despacho en el ángulo oscuro/ de Juan Guerra, el que tanto mandaba,/ silencioso y cubierto de polvo,/ el móvil estaba./ ¡Cuánto nombre dormía en sus teclas,/ como el pájaro anida en Doñana,/ esperando al que dando cafeles/ la tela trincaba!/ ¡Ay! --pensé--, ¡cuantas veces Mienmano/ por aquí su pelota amasaba,/ y una voz, la de Alfonso, decía:/ "Ni su madre conoce ya a España".

Lunes 1: Conquistar Sevilla con gambas

La conquista no terminó en San Fernando. Desde Granada, haciendo el camino de la Reconquista al revés, vino Nicolás Osuna y conquistó la Sevilla inmobiliaria. Desde Córdoba, río abajo, llegó, conquistador, el Cura de Córdoba y empezó la batalla de los Castillejos en las cajas de ahorros. Hoy llega Romerijo, el inventor de la Ribera del Marisco en El Puerto. Ha plantado su campamento en San Bernardo, donde San Fernando lo puso. Guerra con Guerrero. Afirman que Romerijo está dispuesto a poner a Sevilla de gambas hasta el Giraldillo, en la tecnología punta donde los camareros piden la ración de plancha y la media de huevas aliñás con el miniordenador colgado a la cintura. Tanto nos gusta aquí una gamba que hasta uno de los cuadros mejores de la Catedral se llama así, "La Gamba". Del rito emilianense de la gamba, Sevilla puede pasar a la estricta observancia portuense. Con lo que nos gusta aquí una novelería, verá usted lo que va a tardar Romerijo en crear la Ribera del Marisco del Guadalquivir en La Buhaira.

Domingo 31: Santa Juana y Santa Rufina

Entre andamios y grúas, lo más normal era que le pusieran al Giraldillo, a la Santa Juana de mentirijillas, una bufanda verdiblanca de verdad, campo del Betis total: mucha Giralda es, es, es... Tanta Giralda, que puede hasta con el ordinario del lugar, que dice que como las obras eternas sólo las hace Dios, nos debemos ir conformando con esta veleta de plastilina dorada, como una chica guapetona del anuncio de las burbujas del cava en Nochevieja, aunque más metidita en carnes. La potente grúa levantó alta a la Santa Juana, ¿no? Pues más alto levantaron el precio de remate de los tomates de la Santa Rufina velazqueña en la sala Christie´s de los Nuevayores. El ansia de protagonismo del subastero de la Santa Rufina puso a la muchacha a 1.300 millones de pesetas sobre el nivel del mar. Para lo que aquí pasamos un pañuelo, un millonario coleccionista inglés lo compra por teléfono, sin mirar, como quien compra un marco de Casa Pueyo. Yo que dueño de la sala de subastas, le mandaba al subastero ególatra la comisión por Seur.

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La copia del Giraldillo se encuentra ya en lo alto del alminar sevillano
Carlos Navarro Antolín , Sevilla

La copia del Giraldillo sube a la Giralda

Una espectacular grúa de 130 metros de altura hubo de utilizarse ayer para elevar la copia del Giraldillo hasta lo más alto de la torre.
La ceremonia resultó poco más o menos que de película y, como era de esperar, el anuncio de que la «Giganta» volvía a la torre convocó a cientos de curiosos. Entre los numerosos espectadores se podían contemplar jubilados, estudiantes y turistas, quienes tomaron posiciones a las nueve de la mañana, hora oficial de inicio del montaje.
Al final, el nuevo Giraldillo apareció a las diez menos diez de la mañana, portado en una camioneta y escoltado por una pareja motorizada de la Policía Local. El arzobispo de Sevilla, monseñor Amigo Vallejo, procedió inmediatamente a bendecir la imagen.
Tras la bendición, ocho operarios se encargaron de enganchar la imagen a la grúa con el correspondiente sistema de correajes, de tal forma que la inconfundible silueta de la fe apareció en los cielos de la ciudad sobre las diez y veinticinco de la mañana.
Aesa hora ya había llegado hasta los aledaños de la Catedral la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, que se congratulaba de que «la torre ya no vaya a estar truncada».
El mayordomo de la Catedral, Francisco Navarro, quitaba hierro una vez más al hecho de que hubiera hecho falta bajar la veleta para poder restaurarse y realizarse una copia: «Al Papa Pablo VI hubo que montarle un quirófano en el Vaticano para operarle, mientras que al actual Pontífice se le opera, cuando es necesario, en un hospital de Roma. Para restaurar el patrimonio -dijo- hay que hacer lo que hay que hacer y ahora resulta emocionante tener aquí esta copia del Giraldillo».
Ayer tarde, un repique de campanas y una iluminación especial sirvieron para recordar a los sevillanos más despistados que la Giralda vuelve a tener su veleta.

(c) 1998 Diario de Cádiz, 30 de enero de 1999- Foto Ruesga Bono

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