En esta Sevilla donde nadie asume su responsabilidad cuando caen los muros
y matan a las criaturas, hay un trianero hundido, que no tuvo la culpa de una muerte en el
Arco del Postigo el Lunes Santo, y que, en su vieja hombría de capataz con cuartelá en
Mercasevilla, no hace más que repetir: "Su madre me lo mandó vivo y yo le devolví
un costalero muerto." Este gran hombre se llama Salvador Perales. Bejarano, Ariza y
Alfonso lo igualaron en la primera de Cristo. Fue luego segundo del Penitente. Ha mandado
a los hermanos costaleros de Las Siete Palabras, Los Negritos, San Roque, El Caballo de
Triana. Y Las Aguas. Sin que la mano izquierda se enterara de lo que hacía la derecha del
martillo, Perales ha ayudado a un chaparrón de costaleros necesitados. Ahora es él quien
necesita estas palabras de ánimo, en su pundonor, tras una muerte de la sí que nadie
tuvo la culpa. Más vale morir debajo de un paso, haciendo lo que a uno más le gusta, que
aplastado por un muro especulativo de cuyo derrumbe nadie es responsable. Perales,
llámate, que como tú quedan pocos. Nada menos que hombres.
Viernes 9:
Okupas y elecciones
En la calle Tetuán, los okupas se han instalado en Calzados Garach y me
hacen recordar el antiguo anuncio de los zapatos de Don Primitivo en Radio Sevilla:
"Niñas, jovencitas, Calzados Garach imponen la moda". La moda de los okupas.
Monteseirín inauguró la modalidad de okupa de la Casa Grande, con mitin incluido. Vamos,
que dio el mitin... Como se acercan elecciones, hay okupas por todas partes. Verbigracia:
los expendedores de chavelinas del ambulatorio del Greco (vulgo médicos) tienen que
trabajar a la vez que unos okupas, los operarios del aire acondicionado, que hay que
ponerlo nuevo, niño, que nos la jugamos en las municipales. Están aproximadamente como
los refugiados de Kosovo, pero al lado del Políngano. Todo lo que no se ha arreglado en
cuatro años verá usted cómo se arregla de aquí a las elecciones de junio. Ah, y el que
avisa no es traidor: esta Feria veremos por el Real a más políticos que nunca. Habrá
okupas hasta en los coches del Lele. O salen alcaldes o cogen una cirrosis de La Guita y
La Gitana...
Jueves 8: La
reventa, industria local
Decididamente, la reventa es una industria local como otra cualquiera.
¿Qué PIB produce a Sevilla la reventa? Si fuera en dinero A y no B, hasta subiríamos
puestos en la clasificación de la Liga BBV de la Renta Nacional. Se revenden los abonos
de sillas de La Campana, sin que se enteren en Villarrasa. Se revenden las entradas de los
toros, sin que se enteren ni en la Consejería de Gobernación ni en la Delegación del
Gobierno. Y se revenden las casetas de feria enterándose la Delegación Municipal de
Fiestas Mayores, pero sin que haga nada, más que confirmar que se están pagando 6
millones de guante. Señora: es tonto que su hijo se mate estudiando para que luego
vaya directamente al paro. Si quiere labrarle un porvenir, sáquele dos sillas en La
Campana, dos barreras en el tendido 1 y una caseta en la calle Joselito el Gallo. Tenga la
completa seguridad de que echa el año con la tradicional reventa de las fiestas mayores.
Como tantos y tantos pícaros apandadores consentidos por la autoridad incompetente.
Miércoles 7: Las
chavelinas
Si usted oye hablar de la chavelina quizá se crea que es uno de esos pases
de filigranillas que da El Juli con el capote, que nos han dicho que para el día 22 van a
repartir por la plaza del Arenal catálogos explicativos con el nombre de cada suerte de
ese percal de ida y vuelta desde Galapagar a la Nueva España, más mexicano que español.
Contra lo que pueda parecer, la chavelina no es un pase del Juli, sino guasa pura de
Sevilla. Es el nombre que los médicos del SAS les han puesto a las recetas de la Junta de
Andalucía mediante las cuales Chaves convida a botica a los pensionistas, hala, barra
libre de farmacia que se acercan las elecciones y el señor presidente es muy generoso y
quiere que se note. Los ambulatorios son máquinas de extender recetas, no centros de
salud como sostienen algunos optimistas. Apresados por la maquinaria de la burocracia que
los tiene como un engranaje de dar recetas, a los médicos no les queda otra venganza que
el humor: "Don José, se está terminando el talonario de las chavelinas..."
Martes 6: El delegado
gubernativo-estrella
Hay por los corrales de la plaza de los toros un delegado gubernativo con
nombre de marisco del Lar Gallego que hasta que no suspenda una corrida, no va a parar. Lo
ha anunciado hace tiempo, que este año habrá suspensión por falta de trapío. Vamos,
que de mayor quiere ser Utrera Molina... ¿Y quién reconoce el trapío de estos
gubernativos junteros que empezaron a ver toros ayer por la mañana? Este tío quiere ser
protagonista a toda costa. ¿No hay jueces-estrellas, magistrados-estrella? Pues éste va
de delegado-estrella. El domingo hizo traer a los corrales hasta 18 toros, 18. Infanzón
dice como Caracol el del Bulto con el tren: que esos cojones con los toros que han elegido
los que saben (veedores, apoderados y ganadero) los quisiéramos ver fuera, en la calle
Adriano, para acabar con la reventa. No tiene más que salir de los corrales donde busca
el estrellato y mirar las entradas sueltas de los abonos de reventa. ¿Por qué no entra
en Contaduría con las mismas ansias de estrellato que en los corrales?
Lunes 5: Usurpación
macarena
"Y en San Gil la Macarena sí que lloraba de pena"... decía el cuplé
de Juanita Reina. Ahora sabemos por qué lloraba. No era por la muerte del chaval. Era por
la muerte del espíritu macareno. Hay una usurpación de los símbolos de Sevilla por
parte de los papafritas que detentan, que no ostentan, estas parcelas de poder. Léase
Real Betis Balompié, léase Junta de la Hermandad de la Macarena. En el fondo es lo
mismo. Creen que es suyo, de su propiedad, lo que hizo el pueblo de Sevilla a lo largo del
tiempo. La Macarena no es de su junta de gobierno, no es del hermano mayor. Es de los
macarenos. Es del barrio. Es de Sevilla. Pero los mismos que la proclaman Madre de Dios
expulsan del paraíso a los hijos de Eva. O a una hija de Eva que se llamaba Juanita
Reina, camarera de la Esperanza, que difundió la fe macarena por el mundo y hasta pagó
el paso de la Sentencia. Pues nada, señores que mandáis en la hermandad contra el sentir
del espíritu soberano del barrio: guardad para mejor ocasión los crespones negros...
Domingo 4: Domingo de
Romero
Los grandes agricultores holandeses le ganan terreno al mar. Los
grandes toreros sevillanos le ganan terreno al almanaque. Por ejemplo, el tres veces
excelentísimo señor don Francisco Romero López. Hoy vivimos el Domingo que Romero le
ganó al almanaque. Hasta su consagración como mito y leyenda de Sevilla, nueva columna
de Hércules que nos llegó desde la Camas italicense como un fuste de la calle Mármoles,
el Domingo de Resurrección era una fecha de escaso relieve taurino. La temporada taurina
se abría con un cartel endeblito, como para salir del paso y de los pasos de Semana
Santa. Desde 1961, este torero con cuarenta años de alternativa y en activo (de alternactiva,
diríamos) ha dignificado el Domingo de Resurrección, lo ha señalado con piedra blanca
en el almanaque no solamente taurino, sino ritual de la ciudad. El pasado fue el Domingo
de Ramos y éste es ya para siempre el Domingo de Romero. La cuestecita de la calle Iris
es como la rampla del Salvador para estrenar otra vez primavera...