Miércoles
31: Azahar y naranjas espachurrás
¿Cómo era el
título? ¿"Las naranjas de Sevilla son amargas" o
"Los naranjos de Sevilla son amargos"? Nos referimos a
la novela del difunto José María Requena, recordado en justicia
por sus paisanos de Carmona. Requena se quedó corto en el
título. Los naranjos de Sevilla no sólo son amargos, sino
incuriosos. Buen símbolo de muchas cosas. En marzo, todos en el
tópico del azahar: me acuso, Padre Hércules, de que suelo
anunciar los naranjos en flor de primavera (endecasílabo). Pero
por San Fernando, los naranjos están que dan asco, con los frutos
(¿de qué cosecha?) aún en las ramas, pudriéndose. Naranjas
caídas al suelo, despachurradas por los coches aparcados y por
aparcar. Verbidesgracia, el Paseo de la Palmera es ahora el Paseo
de las Naranjas por el Suelo. Si por cada verso (malo) que se le
escribe al azahar se recogiera una naranja amarga, serían una
hermosa maravilla los árboles de mayo. Claro que entonces esto no
parecería la amarga Sevilla de las incurias municipales, donde
naranja espachurrá rima en asonante y nada tópicamente con
azahar y con riá, riá, pitá.
Martes
30: Feria...¿del Qué?
La tiene Madrid. La
tiene Cádiz. La tiene cualquier ciudad andaluza. Hasta los
pueblos la tienen. Sevilla, no. Hablo de la Feria del Libro. La
ciudad del tópico de la calle y de la tópica unión de las tres
culturas (por aquí) no tiene Feria del Libro. Al Ayuntamiento le
da igual. A la Junta, plim. Quizá porque no saben que la derecha
se quita leyendo. Y la izquierda también. O porque son más
rentables la Feria de Abril, la Feria de las Antigüedades, la
Feria de la Decoración, la Feria de la Tapa. Ay, si dejaran a
Sevilla sin Feria de la Tapa, dónde iban a llegar las
protestas... ¿Usted ha visto que alguien proteste porque no haya
Feria del Libro? ¿Feria del Qué, dice usted? Ah, del Libro. No,
ya tengo uno, gracias. Sevilla, que siempre tiene un color
especial, es la ciudad de las Ferias sin Libros. Y además,
hombre, no se ponga usted protestón: ¿cómo va a haber Feria del
Libro si nos tenemos todos que ir al Rocío, que no vea usted qué
paletillas serranas más buenas hemos comprado de oferta? A ver si
viene usted por mi casa, no tiene pérdida: está al lado de la
Hermandad de Villanueva del Trabuco, calle María del Monte, 172.
Lunes
29: Tardes de cohetes rocieros
"Cohetitos van y
vienen/que la Virgen va a salir", cantaba la sevillana
rociera antigua, cuando esas coplas eran devoción, no negocio, no
hacían rico a nadie, ni nadie se compraba un Audi o un BMW a
costa la Blanca Paloma. En la plaza de los toros, en estas tardes
íntimas de las novilladas de mayo, parece que la Virgen va a
salir: siempre suenan cohetes. Suenan, y nos acordamos de la
terrible noticia de Níjar: un niño muerto al estallar el saco de
cohetes en las fiestas de San Fernando. ¿No es un peligro tanta
cohetería rociera? ¿Han pensado en esos cohetes arracimados en
carriolas y carretas, con la gente fumando al lado, para que la
hermandad quede bien a cohetazo limpio? Con lo que le gusta a un
borracho tirar un cohete... ¿Tiene previsto el Plan Rocío (vaya
plan) algo contra el peligro de los cohetes a tutiplén? Por
supuesto que el mejor plan de seguridad es el manto de la Blanca
Paloma. Pero no hagamos echar tantas horas extras a la Virgen, que
luego se queja el Pastorcito Divino de que su Madre, tan atareada
con los cohetes, no puede echarle cuenta...
Domingo
28: El IVA de Carmen Laffón
Si hay una Carmen
opuesta a la del tópico, es la pintora Carmen Laffón. Discreta
donde las haya, nunca una artista tan grande se lo ha creído tan
poco. Cualquier niñita o niñata modernas de las que han
aprendido a pintar en los trabajos manuales del cole va por ahí
perdonando la vida a la gente. Carmen va como pidiendo perdón por
soñar la Sevilla, la Sanlúcar que pinta. En Valencia (con lo
lejos que está Valencia) el Rey ha entregado a Carmen la
justísima Medalla de las Bellas Artes. En las radios, en la
televisión, ni palabra. Apenas una foto local. Jalean a las que
se trabajan el cuento: Carmen Maura, Verónica Forqué, Lola
Herrera. Incluso a una que apodera escritores: Carmen Balcells.
Discreción andaluza de don Alvaro Domecq y discreción sevillana
de Carmen Laffón. Es el IVA, Carmen, el IVA que pagas por vivir
en Sevilla, tú que podías hacerlo perfectamente en París, en
Milán, en Nueva York. Este IVA no es del 6% ni del 16%. Son las
siglas, ya sabes, del Impuesto por Vecindad en Andalucía. No
basta pintar como tú de bien. Hay que pintar la mona en Madrid.
Sábado
27: Ibarrola, de Juanito Valderrama
De momento dejaron el
escaparate de Maquedano como una patena. Hala, todas las boinas de
Tolosa, grandes como capote de Finito de Córdoba, se las llevaron
al Centro de Arte de la Cartuja. Carmen Calvo y varios artistas se
enfundaron ese pedazo de boina. Boina, que no "chapela",
porque aquí escribimos en castellano, y no como otros que ronean
luego de defender la lengua. Así que se emboinaron todos, como
muestra de solidaridad con Agustín Ibarrola, campeón de los
derechos humanos en la tierra donde los pisotean los asesinos
encapuchados... y emboinados. Que conste que Ibarrola nos parece
níquel. Lo que nos parece una payasada es ese folklórico
homenaje a la boina vasca. ¿Se imaginan lo que hubieran dicho los
compatriotas de Ibarrola si cuando la Generalidad le jugó la
jangá a Salvador Távora con "Carmen", los artistas
catalanes, en solidaridad, se hubieran disfrazado de mamarrachos
con el sombrero de alancha? Y luego dicen que los sevillanos somos
los del tópico... Gracias a Dios no hay ningún artista sevillano
que vaya por la vida de tópico andante, con el sombrero de
alancha encasquetado hasta las cejas. Eso sólo se le consiente a
Juanito Valderrama, y porque es don Juan Valderrama.
Viernes
26: Nieve en mayo: las magnolias
Veníamos por el
puente de Los Remedios que venturosamente tendrá el arte de
imitar a la realidad y será llamado puente de los Remedios de
modo oficial. Nos engloriábamos con las jacarandas de Las
Delicias, que tras haber estado, como en el título de Alfonso
Grosso, difícilmente azules, en estos días finales y fernandinos
de mayo han alcanzado la plenitud de su color, que, ay, las
lluvias han tirado al suelo, alfombrándolo como para una
procesión de Su Divina Majestad por un barrio. Y en éstas
andábamos gozándonos, cuando, al fondo, mirando hacia la
Plazaspaña, vimos como nevados los árboles de la avenida de
Rodríguez Caso. ¿Nieve en mayo y en Sevilla? No, padre: las
magnolias florecidas. A los novios de las bellezas ciertas de la
incierta Sevilla recomendamos que le ronden la calle al Parque en
esta avenida que va de los (todavía) Marineros Voluntarios a la
Plazaspaña. Nunca tantos hermosos magnolios dieron juntas tan
hermosas flores. Delicias de Sevilla, magnolias como sombreros de
seise, largas vísperas de Corpus, que compensan, ay, de tantos
sinsabores en la ciudad incómoda e imposible.
Jueves
25: Una foto para Pepe Arjona
Cumplía con
perfección la norma 21 DIN de Sevilla, donde los nombres se
escriben de una forma y se pronuncian de otra. Se escribía José
María González Medrano-Arjona, pero se pronunciaba Pepe Arjona.
Arjona, como el asistente de Las Delicias de Arjona que biografió
el hijo de su compañero de taxis para las corridas de los
pueblos, el crítico Julio Montés, que se pronunciaba Cristino
Braojos. Como Lorca para el mito de Sánchez Mejías, Arjona fue
el causante de que existieran el cartuchopescao de Pepe Luis a
aquel burraco, el estoconazo de Jaime Ostos, la verónica del
oloroso de Cañabate de Romero en Jerez o la vuelta al ruedo de la
apoteosis sevillana de los Benítez Cubero. Gracias a Arjona
seguimos soñando un toreo que quizá nunca existió más que en
su cámara, como quizá tampoco existió Ava Gadner con los
Guardiola en el tentadero de El Toruño. Todos queríamos ser
novilleros para que Arjona nos hiciera una foto con un vestido
primera comunión y oro en su galería de Santa María la Blanca y
que saliera en El Ruedo. Hoy, Pepe Arjona, eres ti quien
sale en la portada del Oiga de la memoria de esta ciudad
desmemoriada con aquellos de sus hijos que la aman tanto que hasta
se la inventan.
Miércoles
24: ¡Horror, 716.000 habitantes!
Me tiene maravillado
este Emilio Carrillo, no sólo baranda de la Economía municipal,
sino lumbrera refulgente de la Economía mundial. ¡Qué cabeza
más privilegiada para los números! Ahora ha hecho su incursión
por la demografía, y sabe el tío exactamente cuántos jóvenes
matrimonios se han venido a vivir a Sevilla desde el Aljarafe y
cuántas nuevas parejas se han ido a vivir al Aljarafe porque no
tienen dinero para un piso en Sevilla. Exactamente, en el primer
cuatrimestre del 2000 han sido 6.000 habitantes de allá para acá
y 3.500 habitantes de acá para allá. Vamos, que parece que
Carrillo se ha puesto en el Puente del Patrocinio a contarlos.
¿Para qué? Pues para horror de la realidad: Sevilla, que tenía
697.000 habitantes en 1996, lo cual era ya una barbaridad, tiene
ahora 716.000 y Carrillo no quiere parar hasta que seamos 725.000.
No para la calidad de vida que le llaman, no para que nos dé
buenos servicios el Ayuntamiento, sino porque siendo más, el
Estado da más tela marinera para que se la gaste Carrillo. En
hacer números para ver cómo llegar a más habitantes. Y así
sucesivamente...
Martes
23: El Vito de la Mitra
¿En qué barrio está
la Catedral? Lo digo por la Opera, que como soy tan torpe, se me
plantea una perplejidad la mar de grande. Anoche, el Area de
Cultura y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla inauguró su
II Festival Opera por Barrios. Lo abrió Montserrat Caballé: de
categoría... Pero lo abrió en la Catedral. ¿En qué barrio
está la Catedral? ¿Santa Cruz, El Arenal? ¿O será la iglesia
de este gran barrio al que llamamos Sevilla, que sigue siendo tan
cateta porque es de barrio y a veces hasta corralera? La
perplejidad sigue cuando vemos el programa. La Catedral,
Montserrat Caballé... Cantarán un repertorio sacro, nos
imaginamos. Mal imaginado. No es cachondeo: anoche en la Catedral
se cantó El Vito. No Julio Pérez "Vito", sino con el
vito, vito, vito, con el vito, vito va, no me mires a la cara, que
aquí no se pone colorá ni la Mitra, que es la que tenía que
ponerse, viendo que la Catedral sirve ahora para "La
tabernera del puerto", "Luisa Fernanda" y "El
barberillo de Lavapiés". ¿Te acuerdas cuando esta
Catedral-Museo estaba abierta al culto, y el lavapiés era el de
los viejos de la Caridad en los oficios del Jueves Santo?
Lunes
22: Ole por Construcciones Aeronáuticas
Estas son las noticias
que nos gustan, y no tanto turismo, tanta imagen de cara al
turismo, tanta feria, tanto Rocío, tanta fiesta y tanto no
doblarla, que es de lo que se trata, de doblarla lo menos posible
y de cobrar una subvención. Lo decimos por Construcciones
Aeronáuticas. Ole por Construcciones Aeronáuticas, que se queda
con la parte contratante de la segunda parte del nuevo avión
europeo de transporte militar, el A 400 M, que asegura y apalanca
4.000 puestos de trabajo en el sector primario, 4.000, y que va a
suponer una inversión en Sevilla de 27.500 millones de pesetas.
¿Cuántos mesones serranos han de abrirse, cuántos hoteles con
encanto para asegurar el empleo de 4.000 personas? ¿Ante cuántos
turistas hemos de doblar el espinazo y entregarles la mejor
Sevilla para que la profanen, a fin de que inviertan aquí 27.500
millones de pesetas? CASA es el modelo industrial que se abandonó
y en el que algunos loquitos seguimos soñando. Los que no
resistimos a la Sebiya que abre un bar donde dan unas tapas que
quitan las tapaéras del sentío, que no se pué aguantá. (Eso, a
guantás había que liarse con esta Sebiya...)
Domingo
21: Sánchez Perrier redimido
Hay que agradecer a El
Monte que haya quitado a Sánchez Perrier del nomenclator.
Tranquilos, no es que hayan pedido que le quiten la calle a
Sánchez Perrier, como si fuera un general franquista. Con la
exposición antológica que le ha dedicado, El Monte va a
conseguir que la gente sepa que, aparte de una calle, Sánchez
Perrier era un gran pintor sevillano de la segunda mitad del XIX.
Decías antes Sánchez Perrier y sonaba, evidentemente, a oficinas
de la Seguridad Social: "Tengo que ir a Sánchez Perrier a
cambiarme de ambulatorio...". Tanto hablar del nomenclator, y
olvidamos que los honores del callejero juegan a veces malas
pasadas. Quienes contemplen sus paisajes, comprobarán que
Sánchez Perrier hacía honor al origen francés de su segundo
apellido. El Monte lo ha redimido de ser un simple rótulo en una
esquina. Fue de hecho un pintor paisajista francés con nombre de
agua mineral afincado en Sevilla, que convirtió los pinares de
Alcalá de los Panaderos en su particular Bosque de Barbizon. (Ea,
para que vean que aquí también chamullamos Historia del Arte,
este tío sabe de tó, joé...)
Sábado
20: Autonomía e intromisión municipal
Hállala, dijeron, y
hallamos otra vez a Ayala. Ahora, de turista. Se confirma que para
los andalucistas la Junta es su particular INEM: la oficina de
empleo de sus cuadros. Lo decimos por Ayala, el dimisionario del
muro del Bazar España, al que por los servicios prestados le han
dado ahora el carguete de delegado en Sevilla de la Consejería de
Turismo y Deporte, y al que los periódicos le dan de golpe una
cancha impensable cuando, con muchos humos, se pone a hablar de
los autobuses y la fachada de la Catedral. Eso, fachada. ¿Qué
otro delegado provincial de una consejería de la Junta sale en
los periódicos, quién conoce a alguno de ellos? ¿Quién es el
delegado de Sanidad, quién el de Enseñanza? O incluso dentro del
Ayuntamiento: ¿quién sabe quién es el concejal delegado de
Turismo? ¿Ayala? Si se mete en terrenos locales, municipales, que
si autobuses, que si humos, ¿por qué sé fue del Ayuntamiento?
Parece que los que tanto hablan de autonomía municipal han
decidido vaciar de contenido la Delegación Municipal de Turismo y
trasladarla directamente a San Telmo.
Viernes
19: El quejío de las calles
Verás, verás tú la
que van a liar con los nombres de las calles y la goma de borrar
la Historia. Lo poco que han dicho oficialmente hasta ahora está
muy bien, que conste, pero puede ocurrir de todo. Está muy bien
que el Puente de los Remedios se llame Puente de los Remedios, y
que la Cesterìa vuelva a ser la Cestería, y que la calle del
Ancora sea la Calle del Ancora y no la cursi de Antoñita Díaz,
que era una poetisa malísima, aunque tuviera un marido tan rico y
tan influyente en la Sevilla de su tiempo como era don José
Lamarque Novoa. El lío puede venir cuando nos encontremos con la
Calle Isadora Duncan, toma del frasco, y con la Calle Rigoberta
Menchú, que es lo más sevillano que hay, Rigoberta. ¿Se
imaginan a Rigoberta vestida de flamenca? Y otros excesos, como
los nombres de las obras teatrales de Salvador Távora a las
calles del Polígono Navisa. Te admiramos y te queremos, Távora,
pero esto es una pasada, Salvador. Que no haya una calle
"Ocnos" y haya una calle "Quejío" es, por sí
mismo, un triste quejío. Vamos a no perder el sentido de la
medida, de los terrenos y de las distancias, torero Salvador...
Jueves
18: ¿Ciudad de Primera?
Paula Garvín, la
concejala de IU, ha dicho una frase redonda, qué pelotazo de
frase, quilla: "Sevilla tiene un estadio de Primera, dos
equipos de Segunda y un alcalde de Tercera". No plantea Paula
Garvín la cuestión de fondo. El alcalde, en efecto, es de
Tercera, de equipo de pueblo, cateto. Sevilla está gobernada por
un cateto de la provincia en la Plaza Nueva, por un cateto de
Ceuta en San Telmo y por un cateto de Granada en la Plaza de
España. Gobernada por catetos, ¿no va a ser Sevilla una ciudad
cateta? ¿Pero de qué categoría? ¿Es Sevilla una ciudad de
Primera? ¿A efectos de qué? A efectos del turismo, quizá.
¿Pero es una ciudad de Primera a efectos de pulso ciudadano, de
conciencia civil? ¿Cómo consienten los sevillanos que en pleno
mes de mayo ningún cateto les haya aún explicado qué pasó en
la Madrugada? ¿Son los sevillanos de Primera, o aquello que dijo
Antonio Machado de andaluces de segunda y españoles de tercera?
Quizá el Lopera Balompié y el Carrión F.C. no han hecho otra
cosa que ponernos en nuestro sitio.
Miércoles
17: Un premio para Carrillo
Esto es una propuesta
formulada en tiempo y forma a don Manuel Olivencia, como miembro del jurado de los premios
Príncipe de Asturias. Don Manuel, porfa: mande usted urgentemente a Oviedo la
propuesta para que le den el Príncipe de Asturias de Economía a don Emilio Carrillo,
delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla. Es una auténtica gloria
refulgente de la economía mundial. Acaba la Semana Santa y sin más gabinete de estudios
ni más monsergas, dice el tío: "La Semana Santa ha dejado en Sevilla tanto y más
cuanto". Ni una peseta más ni una peseta menos. Acaba la Feria, y tres cuartos de lo
propio: "La Feria ha dejado en Sevilla tanto y más cuanto". Ahora, tras el
descenso a Segunda División del Lopera Balompié y del Sevilla Fobaclú, ha dicho:
"Sevilla va a perder 5.000 millones de pesetas". Ni una peseta más, ni una
peseta menos. Hijo, qué ojo clínico, qué puntería tiene para la economía este don
Emilio Carrillo... Como que en Oviedo están perdiendo el tiempo. ¿En qué estarán
pensando que no le han dado ya el Premio Príncipe de Asturias de la Economía?
Martes 16: El
alcalde ñañea bastante
Me ratifico en lo dicho:
el alcalde ñañea. Pero una jartá. Piden el Alcázar para celebrar la gran gala del
homenaje a Juanita Reina por parte de Isabel Pantoja y Rocío Jurado y se fastidia el
invento televisado: el Alcázar depende del que ñañea. Del Sevilla F.C. en Segunda, ni
te cuento. Del Lopera Balompié en Segunda, ni te cuento. Pero es que como tenemos de
alcalde al que ñañea una jartá (y cuyo nombre de momento ni miento, por l
o que pueda ocurrir), no conformes con el descenso
de los dos clubes sevillanos, también han bajado de categoría el Lopera B y el Sevilla
B. Nunca ha sido igual de sangrienta la Feria taurina de Sevilla como en esta primera
feria del alcalde que ñañea. Cornadas a diestro y siniestro, picadores con la tibia
rota, banderilleros a pique de un repique de lo del pobre de Montoliú. Nunca ha visto
menos corridas completas el doctor Vila, porque como el alcalde que ñañea estaba en su
Villapuescuezo del palco municipal, allí había hule todos los días. Y no levanto falso
testimonio. Primera feria de abril-mayo del alcalde que ñañea: un muerto en la calle del
Infierno.
Lunes 15: Juguetes rotos
Aquellos versos
aceituneros de Miguel Hernández que cantaba Paco Ibáñez ("decidme en el alma, ¿de
quién son estos olivos?") podía aplicarlos el sevillano a la Isla de la Cartuja.
Decidme en el alma, ¿sabe alguien a quién pertenece la isla sevillana de la Cartuja?
Año que pasa es año que una nueva sociedad estatal se ocupa de administrar la ruina con
mucho cuidadito. ¿Es todavía Agesa o ya no es Agesa la dueña del latifundio de la
modernidad, al que Sevilla nunca le hizo la reforma agraria para ponerlo en regadío?
Bueno, pues quien sea el latifundista de la Cartuja, le ha regalado a Sevilla dos juguetes
rotos: la telecabina y el monorraíl. Con la de propiedades que tiene abandonadas, con lo
cortito con agua de presupuesto que está, ¿para qué quiere ahora el Ayuntamiento de
Sevilla un monorraíl y una telecabina? Y por si fuera poco, le endosan
("recepcionar", es la espantosa palabra) todos los grandiosos puentes que a la
isla llevan. Todas las decisiones de aquella gran locura fueron tomadas por los granujas
de la Cartuja de espaldas a la ciudad y ahora la ciudad tiene que cargar con sus juguetes
rotos.
Domingo 14: Los
verdaderos restauradores
En la mañanita de mayo, vamos a hacer un
mandado al taller de Tejada, el artesano de las peinas, que de las de peina y volantes, al
contrario de lo que canta la copla, van quedando bastantes. Vamos dando una hermosa
caminata desde el centro: Cuna, Acetres, Lagar, Dados, Alcázares, Callejuela de Regina,
collación de San Martín, ayuda de parroquia de San Juan de la Palma. Y en este paseo por
la Venecia interior, que rematamos de vuelta por San Andrés, en las tiendecillas de la
Venera, nos sorprende la cantidad de casas restauradas que hay por todas partes. El
Hospital de los Viejos y San Andrés tienen obras que duran más que las del puente, pero
esta otra Sevilla de las restauraciones de los particulares está en pie, con el ambiente
tradicional de unas calles salvado, con las rejas y los patios redescubiertos, con las
fachadas vueltas a avitolar. Pienso, por ejemplo, en los anticuarios visueños del
Bastilipo de la calle Acetres y los tomo como ejemplo de estos verdaderos restauradores
anónimos de la ciudad, sin dineros públicos, con todo el papeleo del mundo en contra,
cuya inversión y buen gusto nadie agradece ni nadie destaca.
Sábado 13: Suerte, Enrique
Moreno
Deseo toda clase de éxitos en su presidencia
de Isla Mágica a Enrique Moreno de la Cova, rama que sale al tronco de aquel gran
precursor de modernidades que fue su padre, el olvidado alcalde Don Félix, quien por
cierto me parece que no tiene ni calle, cuando fue quien inventó lo que esto es ahora:
"Sevilla, Metrópoli del Sur". Dicho lo cual añado que mal veo el futuro de
Isla Mágica. Las tres temporadas anteriores ha sido tres fracasos, tres. Dudo que la
cuarta lo sea, cuando entrar cuesta 3.400 pesetas para los mayores y 2.300 para los
niños. En la ciudad de la movida y de la perenne fiesta en la calle, es muy difícil que
prospere un Parque Temático. ¿Qué más hermoso Parque que el de María Luisa? Ese sí
que es temático de bellezas. Y además, que Isla Mágica está asentada en terrenos de su
peor enemigo. El peor enemigo de Isla Mágica es el recuerdo que los sevillanos y los
turistas tienen de la Expo. Pagan, entran, ven que aquello es una Calle del Infierno más
o menos costeada y de tecnología punta, y dicen: "Esto está muy bien, pero donde
esté la Expo, que se quite Isla Mágica..."
Viernes 12: Me pido Feria
de San Miguel
Nada, venga jarana, venga fiesta, a cuidar a
los turistas y que fusilen al amanecer al que se atreva a sacar el menor problema de
Sevilla, que eso da muy mala imagen. Están contentísimos, porque por la cuenta de la
vieja (de la vieja autocomplacencia), la Feria ha dejado un volumen de negocio de 27.000
millones de pesetas. ¿Y en euros, hijos míos, cuánto ha dejado en euros? ¿De
inversiones productivas dice usted? No, hombre, lo mejor es que se gasten el dinero en
vino y almejas, que el vino es de una multinacional y las almejas, de otra, y los
distribuye otra multinacional. El dinero viene de fuera y se va fuera otra vez, aquí
apenas deja la huella. Vivimos de las huellas de dineros que van y que vienen. Por lo
cual, quieren organizar para octubre un gran "evento festivo" que primaverice el
otoño sevillano a efectos turísticos, hala, que venga gente. Ya que de este modelo no
nos libra ni la Virgen de los Reyes, pidamos al menos que mejor que inventar eventos
de otoño, que revitalicen la Feria de San Miguel. No vamos a dejar a Eduardo Canorea
fuera del festín, hombre...
Jueves 11: Un agravio con
el Giraldillo
Qué oportunidad más grande perdió el Monte
con la restauración del Giraldillo y qué injusticia y qué agravio comparativo
cometieron con ustedes, don Isidoro Beneroso. El Ayuntamiento se dispone a restaurar los
cuatro puentes de la Plaza de España y quiere que le paguen la cuenta otras tantas
empresas privadas. Ayuntamiento mangón de restauración se llama la figura, como si no
pagáramos nuestros impuestos y como si el Ayuntamiento viviera de la caridad, como las
Hermanas de la Cruz. Han inventado la restauración mediante intercambio de publicidad.
Restaurar cada puente cuesta 33 millones de pesetas, que pagará la empresa que cargue con
la cuenta y que, a cambio, pondrá allí su logotipo publicitario en azulejos, a lo
Aníbal González. El Puente de Aragón, un suponer, será el Puente de Banesto, y el de
Castilla, el de Telefónica. Por eso digo que el Cabildo Metropolitano cometió un agravio
comparativo con el Monte. Con lo bien que estaría ese pedazo de publicidad del Monte en
el pandero de la Santa Juana, ¿no, Beneroso?
Miércoles 10: Lluvias con
puntería
Dicen que hemos tenido el abril de lluvias mil
más pluvioso que se recuerda. No matizan que el abril con las nubes de mayor puntería
del mundo. Donde ponían el ojo de la borrasca, llenaban el pantano. Cierto que la lluvia
nos estropeó la Feria y nos fastidió la Semana Santa. Como otras veces, pero mejor.
Otras veces se mojaron los pasos, los nazarenos, las gitanas, los caballistas, los
enganches y las casetas igual que ahora o más y resulta que sólo llovió en Los
Remedios, porque los pantanos se quedaron como si tal cosa: frititos. Ahora las cifras
cantan que tanto fastidio ha servido para que tengamos por lo menos un año de
abastecimiento de agua asegurado. El Gergal, Aracena, Zufre y La Minilla, al 48 por
ciento. La totalidad de los pantanos de Andalucía, a una media de embalse del 51 por
ciento de su capacidad. Riegos asegurados, para tranquilidad de la Mesa de la Sequía.
(Por cierto: los locutores de televisión, cuando se refieren a la meteorología, siguen
diciendo "climatología". ¿Por qué no llaman directamente "el hombre del
clima" al hombre del tiempo?)
Martes 9: La desmesura como
canon
La desmesura. Quizá sea el término que pueda
definir a este periodo tan raro de la vida sevillana que estamos viviendo, en que acaba la
Semana Santa y son cincuenta heridos y acaba la Feria y el balance es un muerto por
puñalada. ¿Se acuerdan de cuando en el balance de la Feria no había más que tajadas
como pianos atendidas por la Cruz Roja, cuando los contusionados de la Semana Santa
quedaban en aquellos a quienes el señor Segarra les infería las tradicionales sobaduras
(pronunciábanse "sebaduras") de los zapatos estrenados el Domingo de Ramos?
Todo está sacado de quicio y, para rematarlo, un Ortega que no es de la familia de los
Gallos precisamente quiere perpetuar esta Feria masificada de los ocho días bien
despachados, esta feria grande, ande o no ande, como lo más normal del mundo. En la
ciudad de la desmesura, los planos de los partes de batalla, al describir el teatro de
operaciones de la guerra de la Feria, señalan: "Territorio ocupado por la
movida". (Quizá estamos equivocados, como siempre, y el nuevo canon de Sevilla es la
desmesura.)
Lunes 8: Resaca de la
Resaca
Para Sevilla no hay nada más peligroso que un
señor que viene de fuera, se instala aquí, olisquea por allá y acullá, cree que se ha
enterado de todo... y resulta que no se ha enterado de nada. Uno de estos metecos, que
devino en concejal, inventó el Lunes de Resaca, como si aquí todos cogiéramos una papa
tal en la Feria que necesitáramos un día entero para dormirla. En buena hora se
suprimió aquella fiesta absurda que tanto daño hacía a la imagen de Sevilla. Pero queda
Resaca de la Resaca. Esta tarde, en la plaza de los toros. Si ya no es Feria y hoy ya no
es fiesta, ¿por qué tenemos que seguir dedicando un día con honores de
extraterritorialidad al cuento del envergue de una ganadería que tuvo días de gloria y
de comandos grises, pero de la que dicen los que entienden que ya no está en su mejor
momento y que casi siempre se queda en agua de pedrajas? Córranse esos toros, pero con
farolillos o sin farolillos, no en este homenaje que produce agravios. ¿Por qué no un
Lunes de Miura, un Lunes de Juan Pedro, un Lunes de Torrestrella? No se olvide que ya no
hay Lunes de Resaca. Ni yernos con Tenencia.
Domingo 7: Siete días,
¿mucho o poco?
Sevilla da alarmantes síntomas de cuesta
abajo, de degeneración, de pérdida de sustancia. Como todo está masificado, es muy
difícil el mantenimiento de cánones y medidas. Sevilla parece que está fuera de cacho,
por decirlo en lenguaje taurino o con apellido de autor de libro más vendido. En otro
tiempo hubiera parecido una locura tener una semana bien despachada de Feria. Sobre todo,
si se contempla desde las alturas de la Historia en que la Feria duraba tres días. Pero
la gente está encantada. Ya tenemos los mismos días de Feria que Jerez. Y habrá quienes
no descansen hasta tener quince días de Feria, como Málaga. Hoy es el final día cateto
que acaba con los catetos fuegos artificiales y donde todos los toros que se corren en la
plaza son de Miura, catetos, candeales, como pan de pueblo. En el día del final, los
sevillanos, en la eterna partición barroca de duales, nos dividimos en dos grandes
grupos: los que creemos que siete días de Feria son muchos días y los que creen que
siete días de Feria son la justa medida de la ciudad que ha perdido las medidas, los
cánones, las distancias y las sustancias.
Sábado 6: La Feria de los
otros cacharritos
Pues las compañías operadoras de telefonía
móvil habrán echado la casa por la ventana cuajá de flores y se habrán hartado de
poner a pie de Real todas las antenas y enlaces habidos y por haber, como las ponen en la
Raya Real cuando el Rocío, pero donde hay una bulla de Feria bastante considerable es en
los cacharritos del 609 y del 627 y del 672. Para Calle del Infierno, el infierno de
conseguir hablar por el teléfono portátil desde la feria con alguien que está en la
feria. Cuando no te dice que llamadas restringidas te pone en el visor del aparato que
acceso no autorizado; cuando no te da un pitido como de los cochecitos locos, se te corta
la comunicación sin decirte ni adiós muy buenas. Decir "Quedamos en la
portada" es misión imposible (no confundir con "micción imposible", que
es la puerta blanca de la trastienda, al fondo, con cola de señoras). Yo no sé si en la
Feria habrá un millón de personas. Lo que sí puedo asegurarles es que barrunto que un
millón de teléfonos móviles llama que te llama sí que hay.
Viernes 5: Portada de
feria, portada del "Hola"
Veo, veo... ¿Qué ves? Una famosita... ¿Con
qué letrita? Ver y dejarse ver era y es la suprema norma social de la Feria. Antes se
veían agakanes, yaquelinesquénedis, graciasdemónacos. Ahora, pechugonas del
guonderbrá, virtuosas de la exclusiva, estajanovistas de las separaciones, las que salen
mucho en las revistas por la única razón de que salen mucho en las revistas. Esto de la
Feria, a efectos del famoseo, es como Marbella sin Gunila, pero con los mismos personajes.
Lo que no es "Hola" es, horror, "Tómbola". Vemos en el paseo lo que
el lunes veremos en "Hola". Que son, a su vez, los que ya vimos el lunes pasado
en el "Hola" y ayer tarde en "Corazón de primavera" y en
"Contraportada". Rafael Carretero debería dejarse de arqueologías de puertas y
murallas, de repostería arquitectónica del escaparate de Nova Roma y de fallas a la
sevillana y, en la retroalimentación del famoseo, hacer la próxima portada de feria en
forma de portada del "Hola". Es lo que de verdad le pega. Dice el famoseo de los
faralaes que viene a chupar cámara: "Nos citamos en la portada". Del
"Hola", naturalmente.
Jueves 4: La Feria, fiel a
sus orígenes
A pie de barra de trastienda, tranquilitos,
evocábamos los últimos restos del mercado de ganado aquí mismo en Los Remedios, en los
años 70, por donde ahora están los aparcamientos. ¿Pero quién dijo que la Feria ha
perdido el carácter comercial de su origen? De ninguna manera. Antes, en una sociedad
agraria, la Feria era mercado de ganado. Ahora, en una sociedad globalizada, la Feria es
el enorme soporte publicitario que todo lo soporta. Sigue fiel a su origen comercial:
farolillos de propaganda, cañas de plástico de manzanilla de propaganda, jarras para el
rebujito de propaganda, abanicos de propaganda. En el cielo, el avión de fumigar
escribiendo nombres de ginebra, que se podían meter el avioncito por los... alrededores
del Real, donde circula el camión de los helados con el cucurucho enorme en el techo y
los altavoces de las sevillanas. A las 15,30, en todas las casetas que se precien,
recepción de relaciones públicas. Todo el mundo tiene de invitado a ese señor de Madrid
o de Barcelona que le compra media producción. ¿Quién dijo que la feria perdió el
carácter comercial de sus orígenes?
Miércoles 3: El alcalde y
las papas de Feria
Hombre, no es que sea el Doctor Marañón, ni
Valentín Fuster, pero el alcalde es médico. De pueblo, pero médico. Eso explica muchas
cosas. Sevilla tiene de alcalde lo que se merece: a un médico de los que llegaron al SAS
con el carné en la boca. Parece empeñado en demostrar que como de verdad vale es como
médico. En la Madrugada, cuando empezamos a no saber nada de lo que todavía lo
desconocemos todo, lo primero que hizo fue decir: "Como médico..." Ahora, como
médico, se ha puesto a dar sus Consejos contra la Papa, como un Bando contra la Tajá de
Feria. ¿Qué le han hecho al alcalde la tónica, la cocacola, el güisqui, la ginebra?
Porque dice el alcalde que las vacas de Baco ya se han escapau, riau, riau, y que
cuidadín con las bebidas largas. No tiene en cuenta que la bebida oficial del nuevo
milenio de la Feria es preciosamente un trago largo: el rebujito. Como médico, dice que
hay que beber fino, manzanilla o cerveza. A veces, cuando veo el alcalde que tenemos, me
dan ganan de coger una papa de Feria muy simpática, de lo que sea. Para olvidar.
Martes 2: El alcalde
ñañea
Algún día vendrá en el DRAE la definición
del verbo "ñañear": "Ejercer su mal fario el gafe sobre las personas y
las cosas, y darles mal bají por tierra, mar y aire". Bueno, pues tenemos un alcalde
que ñañea una jartá. No lo hemos descubierto nosotros, sino un especialista, como Pedro
Antonio Martín Marín, secretario de Estado de la Comunicación hasta ahora y preconizado
para igual cargo en Telecomunicaciones del Ministerio de Ciencia... Ficción. Díjole
Pedro Antonio a Alfredo en la Villapescuezo de la plazalostoros, de palco de la
Delegación del Gobierno a palco del Ayuntamiento: "Alcalde, ¿tú te has dado cuenta
de que eres gafe? Mira, contigo en la Alcaldía, el Betis y el Sevilla han bajado a
Segunda; el Caja San Fernando pierde hasta las ganas de comer; ha cogido el toro a Morante
y a Espartaco, toreros de Sevilla; de la Madrugada, no te quiero ni contar. Y no queda
ahí la cosa, porque pones la Feria, y no sólo se pone a llover si tiene que llover, sino
que el hombre del tiempo anuncia agua lo menos hasta el viernes".
Lunes 1: Orejas de Vía
Digital
Nada de Sevilla, ni lo más clásico, escapa a
la globalización que nos invade. Aun hay quienes apuntan al mimetismo multimedia como
causa de las avalanchas de la Madrugada (pronúnciese Madrugá por los forasteros).
Ritos de la plaza de los toros han sido sustancialmente alterados por culpa de Vía
Digital, la invasora de la calle Antonia Díaz en esta entreguista Sevilla, Axataf que le
da las llaves al primero que llega. El sevillano, en la plaza, era remiso en pedir la
oreja. Pero han llegado las azafatas de Vía Digital y se han puesto a repartir blancos
pañuelos de propaganda a la entrada de la plaza. Cada cual va con su pañuelo de
propaganda... dispuesto a usarlo como sea. Antes se pedía la oreja de verdad, con
cartones, con la almohadilla, con papeles blancos, con clínes, con lo que fuera. Ahora
son peticiones uniformadas y programadas. Flamear como antiguo de palomas en vuelo. Así,
Roberto Domínguez y Fernández Román aseguran a los abonados retransmisiones de
corridones con muchas orejas. Lo malo es que a los presidentes de las corridas parece que
también les han dado pañuelos de Vía Digital.
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DE ANTERIORES TEXTOS DE ABEL INFANZON "LA ESE 30"