Volver a la página principal Indice de "Puntas del Diamante" | ¿QUIÉN HACE ESTO? | Articulos de "El Mundo"
Puntas del Diamante / Antonio Burgos Correo
El Mundo de Andalucía, sábado 26 de abril del 2003 Ilustración de Idígoras y Pachi El último libro de Idígoras y Pachi
Un Carlos III para Sevilla
El 25 de mayo Sevilla tiene ante sí no unas elecciones municipales, sino una desgracia que explica muchas cosas acerca del estado de la capital de Andalucía. Dentro de un mes irán a las elecciones, a saber:
1. Un partido sin candidato.
2. Un candidato sin partido.
3. Un alcalde con demasiado partido y demasiada ciudad, al que ambos le vienen anchos.
El partido sin candidato es el PP. Llevan en cabeza de lista a un caballero, al señor Raynaud, pero tal como está el patio, una cosa es un caballero y otra muy distinta un candidato. Al no poner a Amalia Gómez o a Luis Miguel Martín Rubio, el PP renunció para siempre a la mayoría absoluta en Sevilla.
El candidato sin partido es Pepe Núñez, alias José Núñez Castain. Tiene detrás lo que todo sabemos: cualquier cosa, menos un partido.
Y queda el actual alcalde, que repite, como un mal gazpacho. Con demasiado partido, cual el poderosísimo PSOE de la Junta y del felipismo sociológico, y con demasiada ciudad para tan poco alcalde. Por si fuera poco para que viéramos lo poquito alcalde que es, ahora ha venido a Sevilla a apoyar su candidatura, con el pretexto de la presentación del Plan Estratégico 2000, Felipe González en persona. González se dio un baño de multitudes en el Ayuntamiento de Sevilla como no se recuerda otro. González, en su pueblo, sigue poniendo el "no hay billetes". Quizá por los muchos billetes que repartió y sigue repartiendo. Igual que muchos dicen que el mejor alcalde de Madrid fue Carlos III, que la modernizó, lo felipistas aseguran que el mejor alcalde de Sevilla ha sido González, que le puso el Ave y le hizo la Expo, el progreso y el pelotazo. González, que ya no funciona por otros lados, sigue arrastrando masas en Sevilla, ciudad donde el reloj de los tiempos siempre va atrasado. González perpetúa una norma sevillana: el culto al pasado. González pertenece al mismo pasado que la propia Expo, instalada ya en la Cartuja de la nostalgia. En Sevilla el pasado es siempre el mejor negocio con vistas al futuro. A ese negocio le saca la rentabilidad la candidatura del actual y (si dios Hércules no lo remedia) futuro alcalde a partir del 25 de mayo. Con la pública exhibición de González en manifiesto solemne para veneración de los fieles, en jubileo circular de las 40 horas, es como si el actual alcalde fuese su virrey; algo así como el general que los americanos han nombrado para administrar Bagdad, pero en Sevilla. González es el fondo de todos los carteles electorales que se avecinan. Está al fondo del cartel nacional de Zapatero y está al fondo del cartel municipal de este alcalde que se enfrenta a un partido sin candidato y a un candidato sin partido.
Memoria de Andalucía La Andalucía de Idígoras y Pachi
Idígoras y Pachi en el archivo del humor de EL MUNDO
Volver a Página Principal
Manipulación a pulso
Juan Miguel Vega lo ha anotado en estas páginas, pero como su comentario (que suscribimos) apareció únicamente en la edición sevillana de EL MUNDO, conviene repetir el asunto, para que en el resto de Andalucía tomen nota de los peligros que encierra esto de que, por culpa de la ola de famoseo rosa que nos invade, la Semana Santa se haya convertido en un fenómeno mediático. Las agencias informativas que surten de carnaza para la fieras a los programas del famoseo y de la caspa han enviado desde Andalucía filmaciones a cientos de los días de cofradías: toreros de Sevilla con sus mujeres viendo pasos desde un balcón, artistas de Málaga con sus maridos viendo tronos desde un balcón, lágrimas de verdad o de mentirijillas de las emociones de los famosillos y así sucesivamente. Y entre otras filmaciones tradicionales, han mandado las agencias a las televisiones el habitual reportaje de la madrugada del Viernes Santo ante la Casa de las Dueñas, cuando pasa la Cofradía de los Gitanos. Como cada año, la Duquesa de Alba tocó el martillo del capataz Gallardo para dar la levantá del paso de la Virgen de las Angustias. Y como las buenas cuadrillas, sobradas de fuerza, suelen hacer en estos casos, hicieron una levantá a pulso, de ésas que sabe usted que el paso sube tan lenta e imperceptiblemente que no se mueve un varal y parece que está parado. Filmó el paparazzi de los papafritis la secuencia y la envió a un programa nocturno de TV que tiene en plantilla a una nómina importante de ex-presidiarios, de convictos de robo y de plumas de importación. Y cogieron los tíos, y como saben tanto de Semana Santa y vieron que la Duquesa daba el golpe de martillo y el paso no se levantaba, dijeron a toda España que los costaleros habían hecho una huelga de trabajaderas caídas contra Cayetana, a la que pusieron ignominiosamente como no quieran Dueñas (Casa de las). Y se quedaron tan panchos. Y ninguno de los jesuíticos meapilas vascos que son dueños de esa cadena y que mantienen el programa de esa pandilla de facinerosos ha mandado rectificar, ni presentar excusas a la Hermandad gitana y a la duquesa. Ni aquí en Sevilla tampoco, salvo Juan Miguel Vega, ha protestado nadie. Lo que nos faltaba es que tras la ola de cofradierismo que padecemos tengamos también que aguantar la "Semana Santa basura" por televisión...
Valdés Leal en los toros
Las mismas agencias citadas envían todas las tardes a las televisiones los reportajillos de los famosos que llegan a la plaza del Arenal de Sevilla y olé, más para que los vean que para ver ellos la corrida. Miren muy atentamente la parte de los empresarios, porque casi todos palman. Así sacaron, triunfante, a Juan Villalonga llegando a la Puerta del Príncipe. Así, a Mario Conde, cuando venía desde Los Carrizos. Así, cuando Alvarez Colunga los convidaba a los toros, a Los Albertos famosos. Este año Los Albertos ni están ni se les espera. De los Alberto no queda ni la gabardina. Esa llegada a los toros de Sevilla de los famosos del dinero es como un cuadro de Valdés Leal: "Sic transit gloria mundi pelotazi".
Cinco años de Bolidén ya, y cinco años que, si se comparan con el "Prestige", demuestran todo lo que tiene que aprender el PP en materia de manipulación y de demagogia barata. En cinco años, nadie ha culpado de nada a la Junta que era responsable única del control de la balsa famosa de Aznalcóllar. En cinco años, no vino voluntario alguno para recoger lodos tóxicos en la vega del Guadiamar y arrojarlo a la cara del PSOE, como le han hecho al PP con el chapapote. En cinco años los andaluces han sido manipuladamente convencidos de que aquí no hubo más responsable que la empresa Bolidén. En cinco años, nadie ha sacado la pancarta del "Nunca más" contra Chaves. A la culpa flagrante de la Junta en Doñana le pusieron nombre sueco, Bolidén, y a otra cosa, mariposa. Y a la culpa del PP en Galicia le pusieron el nombre y los apellidos de José María Aznar. Lo malo no es lo listos que son los del PSOE, sino lo torpísimos que son los del PP. La que le hubiera liado Zapatero a Aznar con los lodos tóxicos si el PP hubiera gobernado en Andalucía (que a este paso nunca gobernará...)
Sabina en Cádiz
Los forofos del centenario Atlético de Madrid están muy contentos con la canción-himno que les ha hecho Joaquín Sabina, qué manera de vivir, qué manera se sentir... qué manera de aguantar a un personaje como Gil. Nos gusta mucho ese himno, porque, cosa rara, Sabina no lo ha aprovechado para largar el habitual "no a la guerra" que ponen todos los que pertenecen al gremio del cantante de Jaén. Y nos gusta más todavía porque como en Cádiz hay que mamar, Sabina ha mamado de Cádiz. Sin tanto cuento y sin tanto centenario y tanto sello, lo mismito que Sabina le ha hecho al Atlético de Madrid se lo hizo al Cádiz Club de Fútbol hace mucho tiempo el inspiradísimo chirigotero Manolito Santander, el año de "La Familia Peperoni". Y mejor. Lo que ha querido Sabina es hacer algo que se parezca a la geografía sentimental de ese pasodoble redondo de Santander al Cádiz, el que empieza "Me han dicho que el amarillo está maldito pá los artistas/ y este color, sin embargo, es gloria bendita para los cadistas..." Pero como Sabina no es de Cádiz, y se le nota, ¿dónde se va a comparar un himno futbolístico con el otro? Sabina, de mayor, cuando le haga otra canción a otro club de fútbol quiere rematar como Manolito Santander terminó su genial pasodoble: "Por eso, viva mi Cádiz / vivan los cadistas /vivan sus cojones..."
Día del Libro
Marchando una de ironía. Lo que más me ha gustado del Día del Libro era ver cómo los intelectuales orgánicos hacían públicas lecturas de las obras de Manuel Halcón en Sevilla, de Manuel Machado en Málaga, de José María Pemán en Cádiz, de Francisco Villaespesa en Almería, de Juan Bernier en Córdoba, de Muñoz y Pabón en Huelva. O por lo menos de Bécquer, o de Góngora, o de Juan Ramón. Nada, nada, vayamos a la moda del Día del Libro y gritemos desde el teclado de nuestro PC (ordenador personal, no lo otro que aún cimenta famas literarias): ¡Viva don José Saramago y viva don Rafael Alberti!