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Sevilla con sevillanos

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía,   domingo 10 de enero de 1999


De los tres nacimientos de Espartaco

"Espartaco"

Juan Antonio Ruiz Román "Espartaco"

El Registro Civil de Espartinas dice que el día 3 de octubre de 1962 nació un niño, Juan Antonio Ruiz Román, hijo del novillero Antonio Ruiz Rodríguez, que como ha visto en el cine del pueblo la película de Stanley Kubrick y se siente tan poderoso como Kirk Douglas con el taparrabos de gladiador, quiere armar la revolución de los esclavos de la Casa Balañá y de la Casa Chopera. "Rompió las cadenas y cambió el mundo" anunciaban por Radio Sevilla en aquel año de su debú de luces en Granada. Y se puso de sobrenombre Espartaco. Espartaco de Espartinas. Ese Registro civil está completamente equivocado. El verdadero nacimiento de Juan Antonio Ruiz sería en Sevilla, 23 años más tarde, el 25 de abril de 1985, cuando sale por la Puerta del Príncipe, tras cuajar un toro de Manolo González y cortarle las orejas. Entonces es cuando nace el torero. Un muchacho que estaba en el toro desde que tenía pantalón corto. Como no tenía la edad legal en España, los Lozano se lo habían llevado de niño torero a América. De menos hizo Dios a tantos niños-prodigio que luego se quedan en simples ratoneros del toreo. Espartaco no iba a ser nada. Pero cuajó aquel toro de Manolo González. Había cometido una terrible imprudencia. De las que Sevilla no perdona. Tres años antes, había tenido la osadía de abrir la Puerta del Príncipe con tres orejas de dos Jandillas. Nada hubiera ocurrido si el cabeza de cartel no hubiera sido Curro Romero. Las ciudades en forma de pirámides suelen vengarse de quienes se creen que han derrocado a sus faraones. Soltado por los Lozano, cogido por Marca, con su padre siempre en la boca del burladero, cuando aquel día de abril de 1985 hacía el paseo en Sevilla no tenía firmada más que una corrida en Córdoba, y de Isaías y Tulio Vázquez. Aunque había abierto la Puerta del Príncipe, ¿cuántos de los ocasionales cerrajeros no acaban de banderilleros?

Hasta que salió aquel toro de Manolo González. Entonces fue cuando por Radio Sevilla, ya en FM estéreo, Espartaco padre oyó de verdad el anuncio de la película de sus sueños: "Rompió las cadenas y cambió el mundo". Juan había roto las cadenas simbólicas de la Puerta del Príncipe. Había cambiado el mundo. Ya no tenía que torear corridas duras. Camará, empresario de Córdoba, que lo estaba viendo, se fue corriendo al Colón a ver a José Luis Marca:

-- Vengo a que me digas que Juan Antonio no torea en Córdoba...

Y como José Luis Marca no se había enterado del nacimiento de Espartaco, preguntó:

-- ¿Por qué?

-- ¿Cómo vas a llevar a tu torero con los Isaías a Córdoba, después de cuajar este toro en Sevilla ¿Tú qué quieres, acabar con él?

Tan grande es el oficio y el pundonor de Juan Antonio que ni los Lozano ni José Luis Marca pudieron con él. Y tan grande su inteligencia, que se dejó llevar por Manolo González. El mejor toro de Manolo González que cuajó Espartaco fue el contrato de apoderamiento. Ojeda es como si no estuviera y la cabeza del escalafón estaba esperándolo, como la cartelera del cine de los sueños. Allí arriba, en su sitio, en cabeza del escalafón, se mantuvo hasta 1991. Léase César Rincón. Sin creerse nada. Haciéndose perdonar el éxito todos los días. Deberían dar un premio al que alguna vez le haya visto una mala cara a Juan. Su sonrisa es de sesión continua, como la película "Espartaco" en el cine Rialto... Humilde. Con la fuerza de la tierra y de lo verdadero. Cómo será, que cuando salió de Rey Mago tenía que lidiar el difícil toro de los discursos en la cena de gala en el Alfonso XIII. Y lo mismo que abrió la Puerta por vez primera frente a Curro, cuajó un discurso impresionante, dedicado a su madre, eterno niño de Espartinas, junto a un Jesús Aguirre que sólo estuvo aseado en su faena de aliño.

Dicen que conoce como pocos los terrenos del toreo. Y los que no son del toreo. Más difíciles son los terrenos de Sevilla, y Juan los domina. Quizá no tenga partidarios, pero no tiene enemigos, que dice bastante más en esta ciudad de las envidias y de las soberbias. Donde ahora, curada la rodilla con lesión de futbolista, volverá a nacer por vez tercera.

Puntas del diamante

PATRICIA.- "Si yo Espartaco, tú Jean Simons", dijo un día Juan. Y surgió en su vida Patricia Rato. Que si lo miran, es como Jean Simons, por lo agradable, lo discreta. Esto de que la mujer del torero tenga nombre de vicepresidente económico del Gobierno va contra todos los tópicos de la cinematografía taurina. Pero es tal la discreción de la mujer del torero, que Patricia es Patricia y Rodrigo es Rodrigo. Antoñete era el torero del PSOE, pero Juan, ni aun estando casado con Patricia, podrá ser nunca el torero del PP.

 

LAS JACHAS.- La Catedral tiene una puerta que se llama del Perdón. No sé por qué. Esta Sevilla no perdona nada. Y mucho menos el éxito. A Juan Antonio no se lo ha perdonado. Salir tres veces por la Puerta del Príncipe es mucho salir. Y encima, tener Los Guateles, y ser Espartaco Sociedad Anónima. Me lo contaron ayer las lenguas de doble filo, que lo querían dejar viudo en menos de horas veinticuatro. Menos mal que aquí basta con sentarse a la puerta. Los nombres de muchos de los que con su jacha querían matar a Patricia Rato ya los he visto en una esquela del modelo 5...

 

JULIO IGLESIAS.- Los triunfadores son una casta. Tenían que hacer un sindicato. Estaba Julio Iglesias por Marbella y se le acercó la última mujer de Espartaco Santoni, el del pañuelo del Real Cuerpo de Piratas de Marbella: "Hola, Julio, soy la mujer de Espartaco..." Y Julio dixit: "¿Está ya bien Juan de la rodilla?" Error de Julio Iglesias lamentable. No había confusión posible. Patricia, en la vida se acercará a figurar junto a Julio. Y mucho menos se dará a conocer como la mujer de Juan.

 

RAFAEL MORENO.- Espartaco es muchas cosas. Muchas cosas que otros no han podido ser. Espartaco es la figura del toreo que no pudo ser Antonio Ruiz Rodríguez. Tanto, que no fue Espartaco II, sino como una segunda salida de aquel Quijote . Durante muchos años, ha toreado todas las corridas que no ha podido torear Rafael Moreno. Porque con ese cuerpo...

 

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