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Sevilla con sevillanos

y Puntas del Diamante

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía,  domingo 11 de abril de 1999


Tulio O´Neill, el discreto teniente de la Maestranza

Plaza de toros de Sevilla, de la que es propietaria la Real Maestranza de Caballería

Plaza de toros de Sevilla, de la que es propietaria la Real Maestranza de Caballería

 

Cuando, de Tablada a la Plaza de España, rotando cada año, uno de los dos capitanes generales de Sevilla representa al Rey en el Santo Entierro, los periódicos lo anuncian como noticia. Y no viene nunca en ningún sitio que hay un representante habitual del Rey en Sevilla, que en su nombre preside juntas y hasta toma juramento de pleito-homenaje a los caballeros descendientes de los que vinieron con San Fernando a darse una vueltecita por la muralla de la Puerta Real y a echar de camino a los moros para que el suegro de Velázquez pudiera pintar a Axataf entregando las llaves y la cuchara ante el Santo Rey. Ese representante permanente del Rey en Sevilla es el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, por cuanto Su Majestad es el hermano mayor efectivo de la Real Corporación y no está el hombre como para meterse en carretera cada lunes y cada martes a ver cómo paga Canorea el contrato del pisoplaza de los toros o cómo se las va a aviar el Real Cuerpo para buscarle dos tendidos a ese maestrante que tiene un compromiso muy grande con unos de Madrid para la corrida de Curro, Ponce y El Juli y quiere el tío dos tendidos como sea...

Desde junio de 1993, el discreto teniente que representa al Rey es todo un caballero, el Marqués de Caltójar. No es pleonasmo, que un caballero presida la corporación nobiliaria de los caballeros de Sevilla, porque algunos, ay... (complete usted mismo la frase.) Este caballero es el Marqués de Caltójar, que es el pueblo donde está la ermita de San Baudilio de Berlanga. Este caballero es el discreto y modesto Tulio O´Neill Castrillo, el Tulio por antonomasia en nuestros días, como antes no había en Sevilla otro Tulio que el de Isaías y Tulio Vázquez, el ganadero de bravo. Llamándose así, siendo Caltójar tan difícil de pronunciar, y sonando más O´Neill a calle O´Donnell que a otra cosa, si decimos Tulio a secas en Sevilla sabemos que es el teniente. Se escribe Tulio O´Neill Castrillo, marqués de Caltójar, y se pronuncia Tulio. Se escribe teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y se pronuncia el teniente de la Maestranza.

Y aun siendo teniente de la Maestranza, y siendo ésta de Caballería, y representando al Rey, nunca fue Tulio por Sevilla con los caballos por delante, como otros que pintaron toda la mona que había que pintar a costa del Real Cuerpo en vísperas de la Exposición de 1992. Hay sevillanos que se sirven de la instituciones y hay sevillanos que, cuando están al frente de ellas, las sirven, con discreción, con tacto, con mesura, sin el menor afán de protagonismo. Tulio es de estos últimos. Es más: estoy convencido de que muchos, cuando vea su fotografía en este retrato, dirán:

---Anda, pues este señor que veíamos en muchos sitios resulta que es el que manda en la Maestranza...

No, en la Maestranza manda el Rey, y eso, monárquico de viejas lealtades y leal a ultranza a Su Majestad , lo sabe de sobra Tulio, que fue, por cierto, el teniente que mandó quitar de la Casa de la Maestranza el retrato que en lugar de honor recordaba nadie sabe por qué al dictador que no quiso restaurar la Monarquía después de su victoriosa sublevación contra la República.

Entrega la Maestranza los premios universitarios y taurinos, y suena más Chaves que Tulio. Es tarde de toros y allí arriba, en el palco de los maestrantes, conoce más la gente a Don Pedro de Orleans y Braganza, por rociero, por manriqueño, por elegante, por señor, que a Tulio por discreto, por fiel cumplidor de su papel. Tulio O´Neill ha impulsado de modo notable la obra de mecenazgo cultural de la Maestranza y no por eso se ha puesto moños ni medallas. Trabajado con dedicación casi absoluta como teniente de una de las instituciones más sevillanas y ha conseguido algo tan difícil en esta ciudad de las vanidades como que no le den un homenaje. Le dieron la Gran Cruz del Mérito Militar y no se enteró nadie. Con una sonrisa dirá ahora desde su discreción: "Te has pasado, Antonio, te has pasado..."

-----------Puntas del Diamante-------

UN CARRERÓN COMO TENIENTE.- A Francisco Mira, el anterior capitán general del Aire, le gustaba mucho gastar bromas. A Tulio, serio y cuidador siempre de la dignidad de la institución que representa, no le gustó sin embargo nada la que le gastó, cuando en aquel acto oficial le dijo: "Hay que ver, Tulio, con la edad que tienes ya, y nada más que eres teniente de la Maestranza... Yo me creía que a tus años por lo menos eras ya coronel. Hijo, qué carrerón llevas..." Desconocía quizá Mira que en Sevilla se puede llevar un carrerón sin pasar de teniente, como Tulio.

LA HINIESTA Y "SOY DE SEVILLA".- Ni apenas los repelentes y sabihondos chaquetas azules de los ciriazos de Canal Sur Radio conocen la vinculación de Caltójar con la Virgen de la Hiniesta. Tulio es descendiente del caballero Pedro de Tous que según la leyenda (por favor, que nadie la desmienta con una tesis) encontró a la imagen gótica de la Virgen de San Julián, escondida en unas retamas en tiempo de los moros, con esa proclamación única que razona por sí sola por qué la nuestra es la Tierra de María Santísima; puesto que en el letrero de la Virgen llevaba ponía: "Soy de Sevilla". Cualquiera aguantaba a otro que no fuera Tulio o su hermano el Marqués de la Granja dando barzones con la vara dorada en la hermandad de la Hiniesta, caso de ser, como ellos, descendientes del legendario caballero...

EL UNIFORME DE LAS DEMOCRACIAS.- Tulio es demócrata a ultranza. Le viene esa actitud hasta por vía matrimonial. Está casado con María Gaytán de Ayala Domínguez, hija de los Condes de Rodezno. Y un Conde de Rodezno, el abuelo de María, fue el que, en los más duros tiempos de la dictadura, acudía ostentosamente de chaqué a los actos públicos que el franquismo llenaba de guerreras militares y camisas azules. Hasta el punto de que un día, viéndolo de chaqué, Franco le dijo: "Hay que ver, Rodezno, usted siempre con el uniforme de las democracias..." Aunque no vaya de chaqué en el Corpus o en el Santo Entierro, O´Neill, como el abuelo de María Rodezno, va siempre con el mejor uniforme de las democracias. Que es el que se lleva por dentro, en el servicio a la Corona.

 

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