Urge un uniforme para Eduardo Serra

Los ministros van a los entierros vestidos de
montería y a las maniobras militares,
como para una cena en Liria

Cuando S.M. el Rey se pegó el madrugón del siglo y se fue el día de su cumpleaños a Bosnia a ganarse el sueldo y a demostrar que está casi tan joven como su sesentón coetáneo Curro Romero, me fijé en una de las cosas más ridículas que existen desde que se promulgó la bendita Constitución. El Rey iba a visitar a los militares españoles que pelan guardias de solidaridad en Bosnia, e iba vestido en plan action man o madelman, con el uniforme de campaña de capitán general del Ejército de Tierra. El uniforme de campaña de los ejércitos de la OTAN es como la muerte: a todos iguala. Salvo las divisas de su graduación y que en el pecho, la tira impresa con su apellido ponía Borbón en lugar de Sánchez o Gómez, la apariencia militar del Rey Nuestro Señor era idéntica a la de un cabo primero de su Regimiento Inmemorial número 1, unidad que pongo no sin cierta reserva, porque no sé si la han pasado a la ídem, si la han disuelto o no, y si han mandado su gloriosa bandera al Museo del Ejército o no. Aquí se han disuelto batallones de los Siglos de Oro como quien diluye un terrón de azúcar en una taza de café, hala, café para todos con esto de la OTAN. El Sangriento, mi querido y sevillanísimo Regimiento de Infantería Soria número 9, al baúl de los recuerdos; como al baúl de los recuerdos fueron el Regimiento de Caballería Sagunto, o el Regimiento de Artillería de Campaña número 14, antiguo Tercero Ligero, donde mandaba la banda montada aquel músico popular que se llamaba Rafael Macía, que daba gloria cuando se ponía a tocar Los Campanilleros...

Así que estaba S. M. en todo lo suyo en Bosnia, con nuestros soldados, y todo el mundo de uniforme. Y en el más solemne de los actos, la ofrenda en el monolito a los caídos, cuando todo el mundo se cuadraba militarmente, allá que estaba presidiendo al lado del Rey el ministro de Defensa, Eduardo Serra... vestido con un trajecito azul. La ridícula imagen del ministro de traje azul junto al Rey en uniforme de campaña me trajo cien imágenes, de las autoridades civiles cuando asisten a maniobras castrenses. Recordé en un momento el ridículo del otro Serra, don Narciso, cuando era ministro de Defensa y fue a visitar nuestros barcos al Golfo, resbalándose por las escalerillas de los buques con los zapatos de calle y poniéndose el chaleco salvavidas sobre el terno azul marino...

Eduardo Serra estaba en Bosnia vestido como podría estar en el despacho del Ministerio firmando expedientes. Ya que es siempre un civil el que ocupa la antigua cartera de Guerra, ¿por qué no diseñamos un uniforme de campaña para el ministro de Defensa? O deberían por lo menos buscar a los ministros de Defensa entre los titulados por las antiguas Escuelas Especiales de Ingeniería, que tenían uniforme. Los ingenieros de Caminos tenían uniforme, y los de Montes lo tenían, al igual que los ingenieros industriales. En el examen de novatos del Colegio Mayor Aquinas, cuyo tribunal presidí, cuando nos llegaba uno que estudiaba Caminos, le preguntábamos, muy serios:

-A ver... ¿En qué lado lleva la cantimplora el uniforme de ingeniero de Caminos? ¿En el derecho o en el izquierdo?

Podríamos poner de ministros de Defensa únicamente a ingenieros de Caminos, y así llevarían no sólo uniforme, sino cantimplora del examen de novatos. Porque aquí, en nuestros movimientos pendulares de siempre, hemos pasado de una España absolutamente uniformada a una nación de paisanos haciendo el ridículo con el trajecito azul junto a los militares. Si hasta los policías de la Secreta tienen uniforme, que yo los veo yendo de uniforme en la procesión del Corpus de mi pueblo, donde son los policías secretos menos secretos del mundo, ¿por qué no le ponemos un socorrido uniforme a los ministros de Defensa para las maniobras? Cualquier ministro pintando la mona en Baqueira iba mucho más castrense de atuendo que Serra en Bosnia. Porque siempre se echa en falta el uniforme. Frío, frío, lo que se dice frío, no lo pasó Aznar en Baqueira haciendo ese esquí de fondo de los que no saben esquiar y no quieren pegarse el mochazo. Donde de verdad pasó frío fue la mañana en que, con una norestá del ca...libre 22, visitó en aguas de la bahía gaditana el portaeronaves Príncipe de Asturias con su burocrático trajecito azul marino de yupi, tan poco marinero. Hasta un chaleco y una gorra tuvieron que prestarle, cosa que si existiera un uniforme civil para actos militares, una chamarreta, un tabardo, una cazadora, un forro polar, un algo, no ocurriría.

¿Que cómo tiene que ser el uniforme de los ministros para actos militares? Pues muy sencillo, tengo la solución, que ofrezco gratis. Bastará que los ministros vayan a los actos militares vestidos como Alvarez Cascos va a los entierros: con un loden verde de montería. Porque en este testamento de una loca, estamos en una España donde los ministros van a los entierros vestidos de montería y van a las maniobras militares vestidos como para una cena en Liria. *


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