Dinastías de papel y plató

"Tómbola" es el programa más dinástico que hay en
España; los tronos del corazón y del papel cuché
se heredan, como la Corona de España

 

Enchufo la nueva temporada en las televisiones y me maravillo del talento y del ingenio de los parrilleros. Estas son parrillas de salida con sorpresas, y no las de Crivillé en los campeonatos del mundo de motorismo... Por ejemplo, hay novedades tan importantes como programas de sobremesa donde cuatro señoras, cuatro, sentadas en cuatro sillones de skay, cuatro, dicen que sus maridos las maltratan, mientras, desde el público, se levanta otra gorda que, toda nerviosa, coge temblando el micrófono de mano que le acercan, y dice:

-- Pues mire usted, a mí también me pega mi marido...

Qué capacidad de invención. Nunca había visto un programa sobre mujeres maltratadas, ni sobre sectas. Ah, qué ingenio. Pones la nueva programación y están dos padres diciendo que a sus niños se los llevaron unas sectas la mar de malas, que los niños sufrieron un envenenamiento mental y de carácter por ingestión de sectas venenosas. Hay tal novedad en las televisiones con estas nuevas parrillas de la vuelta y vuelta a lo de siempre, que si hay un escándalo de un homosexual, llevan a cuatro homosexuales a un programa, y si sale una señora defendiendo el derecho de las lesbianas, ¿a quién se creen ustedes que llevan al plató, en cuatro butacas? Pues a cuatro lesbianas.

Me maravillo en la nueva programación sobre todo con la ubicuidad de María Teresa Campos, que menos de carta de ajuste y de teletienda, creo que sale de todo en la cadena para la que trabaja, ésta se ha llevado la cama al plató. Mas advierto que el prestigio de María Teresa Campos no es por su estajanovismo televisivo y su pluriempleo mediático, que creo que pronto la van a colocar de señales horarias en Radio Nacional de España. El prestigio de María Teresa Campos viene fundamentalmente por el transcendental hecho de ser la madre de Terelu. ¿Quién es Terelu?, se preguntarán por el mundo. Pues la hija de María Teresa Campos, habremos de responder. ¿Y quién María Teresa Campos?, volverán a inquirir. Pues la madre de Terelu, ¿es que no lo entiende usted, con lo clarito que está? A mí, que soy monárquico por razones estéticas y sentimentales, me encanta descubrir ese profundo sentido dinástico que hay en España y se ve, por ejemplo, en Tómbola. Tómbola es el programa más dinástico que hay en España, mucho más que la Fundación Institucional Española que preside mi querido Alfonso de Zunzunegui. Los tronos del corazón y del papel cuché se heredan, como la Corona de España, y a la vista está. No hemos salido de hablar de Terelu cuando estamos viendo a Laura Valenzuela en plan Doña Sofía con Froilán. La sucesión en la Casa de Dibildos está asegurada, y saben ustedes que estas Casas son las verdaderamente importantes a efectos de las televisiones rosáceas y la prensa del corazón. Estas Casas dan mucho más juego que la Casa de Austria o la Casa de Saboya, de ahí que a estas casas suelan fotografiarlas, porcelanosas incluidos.

Existe, pues, la Casa de Campos, que no tiene nada que ver con la Casa de Campo madrileña; es la Casa, real como la vida misma, que ha fundado como cabeza de estirpe doña María Teresa Campos... y Playas. Y como existe la Casa de Campos, existe, por ejemplo, la Casa de Dúrcal, donde conocemos a más a la princesa sucesora que a la hasta ahora reinante, doña Rocío Dúrcal. En cuestiones de Rocío, la Casa de Jurado es no menos importante, con un árbol genealógico no menos florido. Rocío II heredará los derechos al trono de la popularidad de Rocío I, y ya está asegurada la continuidad dinástica con Rocío III, que pronto tendrá un hermano, Antonio David II, heredero, a su vez, de Antonio David I. En la Casa de Camino, Rafi Camino, el heredero, es ya mucho más conocido que el depositario de la legitimidad histórica de la sabiduría de Camas, que es el gran matador de toros Paco Camino. Me tiene muy intrigada la Casa de Presyler, también llamada de Porcelanosa; pues hace tiempo no sabemos apenas de la heredera dinástica, Chabeli I, después de aquela boda que por razones de Estado unió dicha casa con la Casa de Bofill, haciendo matrimoniar a la depositaria de los derechos de Isabel I de Porcelanosa con Bofilín I, primogénito de Ricardo I, felizmente reinante en la Casa de Bofill. Los anteriores lazos de matrimonio que la Casa de Porcelanosa tuvo con la Casa de Iglesias, nos hacen también considerar que el rey que lleva el título del Señorío de Miami tiene su heredero en presencia tombolera, e incluso por varias ramas de madres distintas.

A mí todo esto de los hijos para arriba e hijas para abajo, lejos de inquietarme, como les ocurre a muchos españoles que dicen que estos hijos e hijas de sus madres salen en las revistas y televisiones sin causa justificada, me conforta. Me demuestra el profundo sentido dinástico que hay en el pueblo español. Ojalá hablaran las marías sobre las hijas de Don Juan Carlos I con el apasionamiento con que lo hacen de los vástagos habidos por la Casa de Pantoja, donde si Paquirrín es para ello el príncipe azul ( cuando los más recientes estudios del Carnaval de Cádiz aseguran científicamente que es el niño más feo del mundo), la Isabelita peruana las lleva al arrobo. Y luego dicen que en España no hay monárquicos...

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