El Recuadro

El Mundo de Andalucía, viernes 5 de diciembre de 1997

Paco Amores

 

La entrevista y la crónica de corresponsal en el extranjero eran los géneros-estrella del periodismo. Igual que ahora en las Facultades de Ciencias de la Información todos quieren ser columnistas, en la Escuela Oficial de Periodismo todos queríamos ser o entrevistadores o corresponsales en el extranjero. La entrevista era Del Arco en Barcelona y Paco Amores en Sevilla. Francisco Amores López. Ceutí. Caballa, como proclamaba a los cuatro vientos de la Sevilla de las riadas, de las Casitas Bajas del Polígono, de Utrera Molina de gobernador, de Zafra y Luis Hont en el Sevilla, de Chamorro de capitán general y de Felix Moreno de la Cova de alcalde.

En esta mañana de lluvia del Estrecho, de lluvia del transbordador que llevaba el nombre de la Virgen que siempre invocaba (<F2>ay, Virgen de Africa<F1>), me dicen que ha muerto Paco Amores. Mi compañero Paco Amores. Uno de los primeros que me animó en el oficio, cuando era alumno en prácticas, becario le llaman ahora:

--- Burguitos, tú tienes casta...

El que la tenía era Paco Amores, popularísimo en Sevilla. Aún lo estoy viendo organizando las Carretilleros de la Caridad. Por las Pascuas, otros sacaban un coro de campanilleros y Paco Amores sacaba su coro de carretilleros. Con unas carretilla de obra, los periodistas y famosos de Sevilla recorrían las calles detrás de unos tambores y unas cornetas, recogiendo en el volquetillo de mano los billetes y las monedas que la gente echaba. Para su gran sueño: Fray Serafín Madrid, el Hospital de San Juan de Dios, los niños lisiados. Iban con Paco Amores, con sus abrigos largos y grises, en el frío navideño, todo el periodismo y la radio de Sevilla: Vicedo, Salustio, Remigio Ruiz, Blázquez, los Bonacheras, Paco Otero y Celestino, Gamito, Salvador Recio, Pesquera, Naranjito, Santos, Juan Tribuna, Martín Benito, Fausto Botello, Lorenzo Muñoz, Manolo Bará, Agustín Navarro, Diego Díaz Muñoz, Lorente, los dos Gelanes, El Nene Serrano, Serafín Sánchez del Pando, Cubiles... Así, a lo tonto, a lo tonto, los carretilleros de Paco Amores levantaron la Ciudad de San Juan de Dios de Alcalá...

Aún estoy viendo a Paco Amores aquellos días de riá, cuando venía del muro del Tamarguillo que se acababa de romper, cuando salía corriendo para la calle Pagés del Corro, donde se había hundido un corral y Gregorio Cabeza estaba sacando a la gente en camiones para llevarlas a los refugios municipales de la Cochera de los Tranvías. Estoy viendo a Amores al lado de Utrera Molina, con la libreta en la mano, con sombrero, como los periodistas de las películas, tomando el discurso del gobernador civil y jefe provincial del Movimiento y dando aquellas absurdas informaciones que eran ristras de autoridades asistentes: capitán general de la Región Aérea del Estrecho, don Eduardo González Gallarza; fiscal jefe de la Audiencia, Conde de Colomera...

Paco Amores fue el primer periodista de Sevilla con coche propio. Le gustaba llegar a la redacción y ponernos encima de la mesa un fajo de billetes de mil pesetas, a nosotros que ganábamos 4.350 pesetas al mes... Ramón Pi se vengó con unos versos, parodia de sus entrevistas, de sus carretillas:

--- Santiponce, ¿está el alcalde?
¿Se trabaja?
--- Se trabaja.
--- ¿Cobra la gente?
--- De balde...
--- !Este alcalde es un Mayalde,
este pueblo es una alhaja...!
¿Quién habla así? Pues Amores:
entrevista y carretilla,
Utrera, Fray Serafín...
Es Amores pesadilla
de la Prensa de Sevilla...
¡Pero ya tiene un Dauphín!

Ahora, Paco Amores, vas en el Dauphín definitivo al otro barrio, a hacer una entrevista. Sé que la harás. Porque tú sí que tienes casta, Paco...


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