El Recuadro

El Mundo de Andalucía, viernes 3 de abril de 1998

Los palcos de la Plaza esperan a las cofradías
Palcos de Semana Santa en la plaza de San Francisco de Sevilla

Más vísperas que fiesta 

Me acuso, padre Hércules, el primero. Nunca tantos han hablado tanto de tanta Semana Santa. Entre unos y otros, le hemos quitado el misterio a los misterios. Ya todo el año es feria, riá pitá en casa de Anselma. Ya todo el año es Rocío, sevillanas van y discos vienen, Senador y Pasarela, los rocieros por el mundo y el mundo por los rocieros. Ya todo el año es Semana Santa. Tú le enseñas a un niñito capillita de Onda Giralda el plástico de una bolsa de Continente y te dice de qué cofradía era el nazareno se comió a la salida de la Catedral el bocadillo de mortadela de aceitunas que iba dentro.

Onda Giralda y la Cope anuncian de que van a retransmitir entera y plena la Semana Santa como una final de Copa con el Betis. A este paso, Vía Digital y Canal Satélite empezarán a trajinarse a Antonio Ríos para ver quién se queda con la exclusiva de las retransmisiones. Y algún mayordomo listo habrá en cofradía pobrecita que empiece a pedir derechos de imagen:

--- Claro que sí, mire usted, si mi cofradía se está luciendo en la entrada en La Campana y eso lo están retransmitiendo, y lo ve tanta gente, y los anunciantes pagan por meter allí su publicidad, ¿por qué no va a cobrar nada mi hermandad, que está ofreciendo ese espectáculo a Sevilla gratuitamente?

Siento decirlo, incluso siento haber contribuido en parte, todos somos culpables, pero hay una verdadera metástasis de Semana Santa. La Semana Santa pertenecía a un ciclo iniciático, litúrgico, cerrado en el tiempo y en el espacio, y por eso estas vísperas tenían tanto sabor, tanto sentimiento, tanta nostalgia. Llegaba el Viernes de Dolores y la ciudad entera sentía como un escalofrío de dicha, en la inminente cercanía de la gracia, en los sonidos de la rampla del Salvador, en las sillas que llegaban a la carrera oficial... Como ya todo es una larga fiesta que discurre todo el año, se ha perdido este sentido iniciático de las vísperas. Hay tantos vídeos, tantas fotografías, tantos carteles, tantos discos, tantas exaltaciones, tantos pregones, tantos libros, tantas bandas, tantos carteles, tantas tertulias, tantos conciertos, tantas emisiones, tantas retransmisiones, tantos programas, tantos Vía Crucis, tantos fascículos, tantas exposiciones, tantos cuadros, tantos concursos, que le hemos dado más importancia a las partes que al todo, a las vísperas que a la fiesta. Llegarán a decir que el Domingo de Ramos es una cosa que llega después del XVII Acto de Exaltación cofradiera de la Peña Recreativo-Cultural de Dominó de La Barzola, que lo ha dicho un muchacho de la hermandad de Sevilla Este que es la mar de aficionado a estas cosas...

En estos que fueron días vesperales, traía la radio del taxi puesta una emisión de Antena Médica. Llamaban los capillitas que se autotitulan cofrades y decían sus impresiones sobre la próxima Semana Santa, pero en realidad hablaban del largo año cofradiero. Y dijo uno:

--- Yo he oído este año dos buenos pregones y medio...

--- ¿Cómo dos pregones y medio ?-- preguntó, extrañado el locutor?

-- Sí --aclaró el otro--, he oído el pregón de la Encarnación en la hermandad de San Benito, precioso, y el pregón de San Esteban, también muy bueno. Esos son los dos pregones. El medio es el pregón de la Semana Santa de Sevilla...

Ese capillita que llamaba a la emisora me dio la medida de esta Sevilla que está perdiendo el sentido de la medida. El pregón oficial de la Semana Santa es ya para algunos medio pregón. Del mismo modo, eso de las cofradías que empiezan a salir el Domingo de Ramos, a este paso de la inflación del consumo de pasos y de la metástasis cofradiera, será pronto media Semana Santa, que entenderán que la verdadera es la que empieza el Lunes de Pascua...


 

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