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Como ahora en Valencia, Almunia aplicó el
ganapierde a Borrell |
Vamos por con ganapierde del oscuro callejón, que cantaba Concha Piquer
con música de Juan Solano. No sé de que se extrañan de la Falla socialista de Valencia.
A Cipriá Ciscar mismo lo metes en el Museo del Ninot Indultat y da el pego. Cipriá
Ciscar no es del PSOE. Es de un maestro fallero. La Falla socialista de Valencia se
explica con la teoría del ganapierde. No sé cómo la Liga no está ya bajo los efectos
del ganapierde. El Rayo Vallecano y el trueno jerezano que lo preside, la señor Rivero,
debían estar en puesto de descenso automático. Porque si a la Liga le aplicamos el
esquema del Levante con fuerza 8 que ha saltado en el PSOE, resulta que el campeón de
Liga tiene que ser el Valencia precisamente. La ley aquí es que quien pierde, gana; y
quien gana, pierde.
No solamente entre los socialistas
valencianos. Es la ley de la mentalidad dominante en esta hora. Todo cuanto se ha formado
por no haber condenado el PP la sublevación de 1936 es porque, como es sabido, la guerra
civil la ganaron los republicanos, como está mandado. Como la derecha lee poco, el PP no
se ha enterado de que la guerra civil la perdieron los nacionales. Pasa como con la lucha
contra la dictadura. Contra la dictadura de Franco, según es público y notorio, no
lucharon más que los socialistas. Los comunistas, los democristianos y los monárquicos
liberales estaban todos de veraneo. Llegada así la transición, pudo hacerse gracias a
González. Suárez estaba por aquel entonces ocupado en fundar un partido para dejárselo
realquilado a Mario Conde y el Rey, Fernández Miranda y todos esos andaban no sé si a
perdices o de montería.
En los últimos tiempos, el mismo
ganapierde. En aquella película de guardias y ladrones que fue la España de la
corrupción ganaron, naturalmente, los ladrones, no los guardias. Las gracias hemos de dar
a Dios de que no nos hagan devolver, por ejemplo, el dinero que se llevó Roldán. Un
héroe. Como Vera. Otro. Como Barrionuevo. Otro. Y así hasta llegar a la quiebra de la
Seguridad Social, que fue obra de Javier Arenas. Si cumplimos la convergencia de
Maastricht fue gracias al felipismo. Y a pesar de Aznar, que se empeñaba en disparar la
inflación, el gasto público, el precio del dinero y las salvas al aire. La prosperidad
que gozamos es porque Almunia ha subido las pensiones y la economía va tan bien gracias a
Cándido Méndez, que es de los nuestros. En cuanto a las últimas elecciones municipales,
ya saben que de ganarlas el PP, ni ,mijita: las ganó el Pacto de Progreso.
Apliquen el ganapierde a cuanto ocurra y se
lo explicarán todo. Otra cosa es en Valencia haya ocurrido lo que los especialistas
llaman "síndrome de abstinencia de presupuesto". Cuando no hay poder que
ostentar ni presupuestos que administrar, la familia que trincaba unida permanece bastante
desunida. Para explicarlo, viene Almunia. Y como en las primarias, aplica el ganapierde.
En Valencia han ganado los que han perdido. Por cierto, hablando de ganapierde: ¿dónde
está Borrell?
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