Diario El Mundo Pinche en esta barra para conocer el contenido del libro

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo, miércoles 12 de enero del 2000


El niño de COU

Manolito Pimentel, con sus deberes para nota
Manolito Pimentel, con sus deberes para nota 

Los hay con cara de niños, que por mucho que crezcan, engorden, hasta envejezcan, sigue uno viendo en ellos al niño que fueron. Verbigracia: a Santesmases y a Alvarez del Manzano parece que los está viendo uno en una foto de grupo de colegio, en el retrato colectivo de fin de curso. No sólo ocurre con los señores. Con las señoras pasa igual. Cristina Almeida, por ejemplo, sigue pareciendo una niña de un pueblo de Extremadura que está interna en un colegio de monjas y que ha salido protestona porque la castigan mucho sin salir los domingos. Y nada digo de Manuel Pimentel. Igual que unos se quedan en el estrato arqueológico de la niñez, otros se afianzan en la etapa de zagalones, y así hasta que se mueran. Parece que hubieran comprado el retrato de Dorian Grey en una subasta de Durán o de Ansorena, porque mientras a los otros se les pone el pelo blanco, les salen cuencas hidrográficas de arrugas en la cara, ellos siguen eternamente muchachos, con cara de BUP e islas adyacentes. Pimentel siempre da la impresión de que se acaba de echar la primera novia, de que ha terminado Bachillerato con sobresaliente y está estudiando COU. Siempre dije que Pimentel era el chico de COU que tenía el PP con pinta de empollón y de codos en cuestiones del Libro Gordo de Petete del Paro, que se lo sabe para nota. Pimentel era ese alumno aventajado que los antiguos maestros nacionales enseñaban al inspector de Enseñanza Primaria cuando llegaba a la escuela:

-- Manolito, recítale aquí al señor inspector las cifras de disminución del paro con respecto a 1982...

Y Manolito Pimentel iba, y las recitaba divinamente en el telediario de las 9 de la noche, y el inspector de la intención de voto quedaba maravillado con lo bueno que era su maestro, don Manuel Aznar, que había sacado este alumno tan aventajado. El chico de COU del PP, que sucedió a otro niño, al Niño Arenas cuando se fue a hacer un master en la calle Génova, daba siempre esta impresión de que era el que le hacía los deberes a Aznar, pero de los problemas matemáticos más difíciles, que si el paro, que si el pleno empleo, que si las relaciones con Cuevas, que si los pactos con los sindicatos.

Pero este niño de COU del PP que siempre sacaba tan buenas notas, resulta que no quiere el puñetero seguir estudiando, que quiere dedicarse a los negocios, con el carrerón que llevaba. El niño de COU ha hecho la raya en el agua de retirarse como Concha Piquer, en pleno éxito, algo que nadie hace en esta España donde estamos hartos de ver a viejas glorias arrastrando los pies por la calle y creyéndose encima unos chavalotes. Lo siento por el chico de COU, pero lo siento más todavía por su maestro, por el profesor Aznar, que no sé a qué alumno aventajado va a enseñar ahora cuando lleguen a clase los inspectores electorales de los sindicatos.

 

 

 

 

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet
Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.
 

Portada de "Reloj, no marques las horas"

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Regresar a la pagina principal


 

Enviar correoCorreo

banderandalucia.gif (1172 bytes)