En La Codorniz,
hace un chaparrón de años, lo menos hace tres o cuatro
riás, leí un divertido artículo humorístico, no sé si de
Fernando Perdiguero, no sé si de Gonzalo Vivas, no sé si del
propio y olvidado Alvaro de Laiglesia, sobre el ubrique.
Tratábase de un muy ingenioso juego de palabras y de
conceptos, con golpe final incluido, al modo de cuplé de
chirigota de la Cuna de la Libertad... o de la Sierra de
Cádiz.
Decía aquel
artículo que el ubrique era un animal que se criaba en la
serranía de Cádiz, cuya piel era apreciadísima para hacer
petacas, carteras, pitilleras y billeteros. Hablaba La
Cordoniz de la piel del ubrique, con minúscula, como es
debido, como si fuera la piel del visón macho, de la
chinchilla hembra, del zorro... ¿Qué sería de las
funcionarias de la Junta de Andalucía si no existiera la piel
de zorro? La funcionaria de la Junta es de por sí muy del
chaquetón de zorro. O era, antes de esto de que los
ecologistas y hasta sus hijos, los de las señoras, se
pusieran contra el uso de pieles por parte de las señoras.
Que no sé, puestos así, por qué los ecologistas no están
contra el consumo de ostras y se ponen de caviar púos cada
vez que pueden... Tan hijos de Dios y obras de su creación
son los esturiones como los visones.
-- Sin premio...
-- Eso, sin
premio, que estamos en las semifinales del Carnaval y los
premios aún hay que defenderlos con buenas letras y bellas
artes...
Por eso de los
ecologistas está muy bien que Pepenúñez, en su oración,
despedida y cierre como consejero de Turismo, se haya ido a la
serranía de Cádiz a prestar todo su apoyo al ubrique. Igual
que hay ecologistas y Verdes de Andalucía, hay defensores de
la economía basada en el ubrique. Sin ir más lejos,
Jesulín, o su hermana La Jezulina, que son quienes, sin
dedicarse a la marroquinería, más le han sacado al ubrique.
Pepenúñez se ha apuntado al banderín de enganche de los
defensores de Ubrique, de su economía, de su laboriosidad,
entre los cuales hace mucho tiempo que me encuentro. Los
andaluces no saben que Ubrique es un Lepe sin fresas y con
petacas, una Almería sin cultivo bajo plástico y sin
inmigrantes de color, es decir, la enorme capacidad de
creación de riqueza cuando el andaluz pone su ingenio a
trabajar.
Pero Ubrique, ay,
padece la colonización de las grandes cadenas de
comercialización y de producción, como el aceite de oliva
puro de... multinacional. Si no fuera por razones que los
ubriqueños conocen mejor que yo, les decía aquí todo lo que
se hace en Ubrique y de momento media Pasarela Cibeles y medio
Salón Gaudí se caían de espaldas...
-- Cuidado, que se
le entiende a usted todo...
Por eso, porque se
me entiende, digo que está muy bien lo que quiere respaldar
Nuñez: la creación de la marca común "Legítimo de
Ubrique" que pasee por el mundo con orgullo los productos
que ahora van con otros hierros y señales, siendo de la misma
camá y del mismo pelo. No hay derecho a que el valor añadido
del ingenio y el trabajo de los marroquineros ubriqueños se
lo llevan otros.
Y es lo que he
dicho siempre: el Ubrique, para el que lo trabaja... ¿Me
entiende usted, señor Guchi? No Guchi el de las amotos
antiguas, sino el otro.