Es más fácil creer en los Reyes Magos, en la cuadratura del círculo o
en la infalibilidad del Papa que en las cifras de paro. Hay verdades, medias verdades,
mentiras y estadísticas. Dentro de las estadísticas, hay EPA, afiliados a la Seguridad
Social y burros volando. No ahora, que van para calmonas, sino cuando daban tres millones
de parados, si las cifras del paro hubieran sido verdad, esto hubiese sido Troya sin
caballo. Al mismo tiempo que las marcas de paro, también se batían las de chapuces.
España ha sido sostenida durante muchos años por la Atlántida sumergida del chapuz del
parado. Las cifras de paro son siempre una ficción en la que no cree ni el Rey. En la
audiencia a un líder parlamentario para el paripé del encargo de Gobierno, Don Juan
Carlos le dijo el otro día a un político, señalándole las ventanas de La Zarzuela:
-- Si las cifras del paro fueran verdad, ¿tú crees que quedaba aquí un
cristal vivo?
Así que si no tienen Sevilla que visitar en días de cofradías ni playa
que gozar en días de vacaciones, les recomiendo que se metan en carretera y se vayan a
Puerto Serrano, en la sierra de Cádiz. Puerto Serrano es de esos pueblos trabajadores, en
plan Lepe, El Ejido, Ubrique o Elche que no tiene problema económico ni laboral. En
Puerto Serrano han descubierto la agricultura ecológica. Cultivan frambuesas, espárragos
y fresas sin abonos, insecticidas ni mezcla de mal alguno y se los quitan de las manos en
Europa e islas adyacentes. De modo que de ser el pueblo con mayor porcentaje de parados de
Europa, ha pasado a ser el de mayor población ocupada del continente. La iniciativa
ecológica de la cooperativa agraria da 4.000 jornales al día. Por lo que en Puerto
Serrano, señoras y señores, hay un 1 parado, 1, un solo parado...
--- Pues anda tú que no tiene que ser flojo ni nada el parado de Puerto
Serrano. Qué afición a no doblarla ha debido de coger con la política de desempleo de
Chaves...
Aquí va mi llamada de atención. Ese parado tiene un ver... Les diría a
los cooperativistas de Puerto Serrano sobre el único parado igual que el cornudo que
pilló a su mujer en la cama con el que le pagaba hasta los caprichos:
-- Tápalo, tápalo, no se vaya a resfriar...
Señores de Puerto Serrano: tapen bien al parado, cuídenlo, denle gloria
bendita. ¿No se cuida al oso en Asturias, al camaleón en Rota, al águila en Castilla?
Debemos cuidar al parado de Puerto Serrano como un fin de raza. Aznar, como está en
Doñana entre los flamencos propiamente dichos y no los de la Bodeguilla, se ha empeñado
en que el parado sea una especie en trance de extinción.