Triana es mucha Triana. Un problema de Sevilla no
pudo resolverse hasta que llegó Triana. Estaban todos venerando a Colón. A tierra todos
ante Colón. En Semana Santa hasta los tambores iban a ser de Colón. Colón tenía un
incoherente problema con los barcos cofradieros. A Colón le gustaban las carabelas, pero
no los barcos de misterio. Y tuvo que venir la marinera Triana para acabar con el cuadro.
Triana es la única del mundo que tiene Caballería de Marina. Y ancla de esperanza ha
sido para que no se pierdan las tradiciones porque a los colonges les sale de lo que rima.
El Caballo de Triana ha sido el detonante. Si Colón hizo famoso un huevo, el Caballo de
Triana tiene dos. ¡Ole los caballos güenos! Gracias al Caballo de Triana los soberbios
calonges tuvieron que agachar la cabeza y reconocer lo obvio: que los Cristos son más
importantes que los andamios. Gracias a Triana, el capataz de la Macarena no tendrá que
entrar a la Madre de Dios de lado ante uno como Colón, que ni es santo ni es ná.
Viernes 26: De mayor
quiero ser sillero
Ocho de la mañana, tradicionales embotellamientos de la entrada a
Sevilla por carretera de Utrera y puente del Centenario. Por una emisora local, un locutor
dice que en la Catedral han quitado el cáncel de la Puerta del Príncipe para que
entren las cofradías. Así, cáncel, con acento llano, no agudo. Se equivoca, pero
acierta. Esto es lo que tiene la Catedral. No mal de piedra, sino un cáncel en
forma de cancel. En la Maestranza, salir por la Puerta del Príncipe es símbolo de
triunfo. Que en la Catedral las cofradías entren por la Puerta del Príncipe es símbolo
del fracaso de muchas cosas. La simonía hace extender carreras oficiales. La carrera
oficial ahora es la carrera real, en pelo, hacia la degradación de muchas cosas de
Sevilla. "Yo de mayor quiero ser sillero", me dice un investigador sevillano
harto de coles. Quien me hace ver que son vanas las dudas sobre El Caballo de Triana en el
cáncel del cancel. Lo han medido y no cabe. Pero me asegura: "El Caballo
entrará... aunque sea "por vibrasión"."
Jueves 25: La Maestranza
y El Maestranza
En la dual Sevilla hay dos Maestranzas, femenino y masculino: La
Maestranza y El Maestranza. En La Maestranza hay temple, arte de las distancias,
muletas planchadas y capotes de manos bajas. Cuando ese arte surge, se hacen tópicos
silencios de admiración. Pocos advierten que en El Maestranza también hay un artista de
la administración cultural que derrocha temple, arte de las distancias, dominio de todas
las suertes. Sin que se mueva una bambalina, su mano firme, discreta y humilde lleva las
difíciles riendas de cuatro administraciones, cuatro, cada una de su padre y de su madre,
que mandan en el Consorcio del teatro: el Ministerio de Cultura, la Junta, el Ayuntamiento
y la Diputación. Gracias a esa persona, el teatro no ha sido nunca teatro de operaciones
de batallas políticas. Con un cortísimo presupuesto, sus producciones han dado prestigio
universal a Sevilla. Sería de opereta que de la dirección del teatro de la Opera
quitaran a José Luis Castro, el discreto y efectivo artista del Maestranza.
Miércoles 24:
Hartazgo de Antonio Machado
Estuve por Dos Hermanas. Los sevillanos vamos a Madrid más que a Dos
Hermanas y a Barcelona más que a Carmona. Eso sí que es centralismo: el de Sevilla con
sus ciudades-dormitorio. Gracias a las ciudades-dormitorio, a Sevilla no le quita el
sueño el problema de la vivienda. En Dos Hermanas me fijé en la Cruz de los Caídos. En
la Ex-Cruz de los Ex-Caídos. Ahora es la Cruz a la Concordia, a los nazarenos muertos en
todos los bandos de todas las guerras. Hasta aquí, muy bien. La reconvirtieron en los
albores de la transición. Se adivinan escudos del águila quitados, yugos y flechas
suprimidos. Divinamente quitados. Pero, ay, pusieron en su lugar lemas con versos de
poetas. De poetas absolutamente todos del bando republicano de la guerra civil:
Aleixandre, Machado, Miguel Hernández. ¿Es que la derecha no escribió nunca un solo
verso de concordia? En Dos Hermanas, por lo menos, no. (Qué hartazgo de Antonio Machado
frente a Manuel, dilecto Ignacio Camacho, y qué horror aquel sarampión izquierdista de
la transición...)
Martes 23:
"AlfaBetizar Sevilla"
Por una Sevilla que muere hay mil Sevillas que nacen. Lo que ocurre
es que siempre es más fácil cantar un gorigori que echar un pelón por un bautizo.
Cerraron las zapaterías de Primitivo Garach. Cerraron las librerías de Pascual Lázaro.
Galerías San Sebastián cerró justo cuando murió Rafael Santisteban, el que nos decía
por la radio con música del maestro Navarro que conozca usted a sus vecinos. ¿Y lo que
se abre en Sevilla todos los días, nadie habla de eso? ¿Y las esperanzas que nacen?
Antes se cantaba: "Sevilla, ciudad bravía/que entre antiguas y modernas/ cuenta
trescientas tabernas/ y ninguna librería". Bueno, pues nadie ha dicho que a Lázaro
muerto, Beta puesta. Hasta ahora, nadie ha resaltado los méritos de Beta, que va a abrir
su octava librería, en Sagasta, la de los millones. No todos van a ser mesones serranos y
tiendas de decoración. Lo decimos con toda alegría, porque es de justicia. Aunque tengan
allí tan malamente puestos los libros de nuestro discípulo don Antonio Burgos...
Lunes 22: De La
Campana a Los Arcos
Hay días que a Infanzón le dan hecho el infanzón. Hoy es uno de
ellos. Un lector de las estribaciones del Arenal nos pone un billete: "No me vaya
usted a decir que el nuevo Giraldillo no se parece a las giraldas de baquelita que venden
en la calle Sierpes... Y a la vista del nivel cero de protestas por el Giraldillo que
usted decía, lo mismo dentro de poco el Consejo plantea una Semana Santa por lo civil y
en vez de a Santa María de la Sede, las cofradías hacen estación de penitencia a Los
Arcos o al Nervión Plaza". Choque usted esos cinco, lector. ¿Por qué hacer
estación de penitencia a un museo? ¿Por qué emperrarse en la Campana, donde sólo caben
5.000 sillas, que Manuel Román las ha contado con auxilio de un arquitecto? La Semana
Santa es una forma de ganar el dinero para el Consejo y las cofradías, como la Catedral
lo es para el Cabildo. Ergo cohonestemos ambos intereses. Las cofradías quitan mucho
turismo en la Catedral. ¿Cuántos abonos se venderían en una Campana situada, un poner,
en la glorieta de Los Arcos?
Domingo 21:
Sevilla es un pueblo
Esto sigue siendo un pueblo. O muchos pueblos juntos. 650.000
habitantes, no: 12 + 1 pueblos de 50.000 habitantes yuxtapuestos, conurbados. En esta
Sevilla que va a inaugurar el siglo XXI sin abandonar del todo el XIX y tras haber
disfrutado muy tardíamente las maravillas del XX, nos pasamos el santo día hablando de
un tema que apasiona a la gente: "Fíjate, primero el cáncer de próstata y ahora
cáncer de piel, le han cortado media pierna..." El teléfono suena diez, doce veces.
Unos te preguntan, otros te lo cuentan. Luego te cuentan lo que preguntaron en otros
teléfonos. Un pueblo. Nos pasamos el día hablando de un tema... del que al día
siguiente no viene ni una sola línea en los siete...mil periódicos que hay ya aquí.
Hasta que, al humo de las velas, lo levanta un periodista de Madrid. Otros levantan lo que
aquí se agacha. Recuérdese que toda Sevilla sabía lo del despacho de los cafelitos. Eso
no lo levantaron ni en Madrid. Fue en Barbate. Otro pueblo.
El Mundo de Andalucía entrega gratis con los
ejemplares de su edición de Sevilla el libro coleccionable de Antonio Burgos "Diccionario Secreto de la
Semana Santa"