Antes los muertos estaban inscritos en las
listas electorales, y las gentes les mentaba los ídem a los que hacían el censo,
aquellos follones de las colas en la calle Pastor y Landero con las criaturitas que no
sabían donde tenían que votar. Toquemos madera con el censo del 13-J, aparentemente bien
hecho, hasta el punto de que en el Internet de la Diputación pones tu DNI y te dice en
qué colegio electoral y en qué sección y mesa tienes que votar. Ahora los muertos no
están en el censo, sino en la campaña electoral. La alcaldesa anuncia como futuro logro
que el cementerio lo van a poner de dulce, que va a tener hasta cafetería, con
aguardiente antiguo de velatorio nos imaginamos, las penas con pan para mojar en la salsa
de la tapa de menudo son menos. Y anuncian hornos crematorios como si hablaran del horno
de San Buenaventura, en esta moda que ha entrado de dejar dicho que quemadito de La Puebla
y cenizas al campo del Betis. ¿Pero no tienen ustedes nada más alegres para prometer en
la campaña electoral?
Sábado 29: Homenaje a
la Bandera
Con lo que aquí en Sevilla gusta un tambor, avisamos de una ceremonia
tradicional y perfecta. Esta noche, a las 9, en la Plazaspaña, solemne acto de Arriado de
Bandera y Toque de Oración, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. Si no conocen la
hermosa ceremonia, vayan. Tiene un ver, y más en estos tiempos de Ejércitos a cencerros
tapados. ¿Se han fijado que ya por la calle no se ve un solo militar de uniforme, salvo
los que por la mañana van a recoger la correspondencia a Correos de la avenida de la
Constitución, la Constitución a la que tan ejemplarmente sirven? Lo de este atardecer es
de gran fiesta militar con orgullo de Patria. Y, sobre todo, es algo que hay que decir
aunque sea políticamente incorrecto. Los sevillanos podemos rendir homenaje a la Bandera
de España sin que haya que justificarlo ante curas arrepentidos predicadores de pactos
con los asesinos de quienes la sirven y la defienden. (Esto no es facha, sino todo lo
contrario: la Bandera es el símbolo de la libertad y de la Constitución en la Monarquía
Parlamentaria.)
Viernes 28: Premio
para el Alamillo
Le han dado un premio al autor de ese Polifemo que con su ojo parpadeante
se asoma sobre el palio de la Macarena cuando en la Madrugá viene por Anchalaferia hacia
la Cruz Verde. Hablo del puente del Alamillo, que para los cultos sigue siendo el puente
de Calatrava. No niego méritos a lo que hizo en la estación de Zurich o en Valencia,
pero la Expo fue rampa de lanzamiento nacional para Santiago Calatrava. Si ya estaba
lanzado internacionalmente, en España cogió velocidad con el Alamillo, el puente al que
Sevilla no puso mote. El del Centenario era San Paquito. El del Cachorro era lo de
Leopoldo, échame el toldo, pero el Currito que le dio al botoncito fue Calatrava. A
algunos su puente nos sigue pareciendo como un fálico monumento al Conde Lecquio, pero
ahí está: incorporado al paisaje. A Calatrava le han dado el Príncipe de Asturias,
premio con nombre de hotel de la Expo, y al cielo de Sevilla le han dado otro: su inmensa
capacidad de asimilar con su Giralda lo que le echen, torres de la Plazaspaña en el 29,
puente del Alamillo en el 92.
Jueves 27: Los mejores
autobuses más vacíos
¿Cuántos autobuses nuevos han puesto en la campaña electoral? Ni se sabe.
Incluso autobuses ecológicos que van desde Plaza de Armas a ninguna parte, ida y vuelta.
Sevilla tiene el mejor servicio de transporte público de España. Los de fuera elogian el
AVE, las rondas, las circunvalaciones... Nunca estos servicios de Tussam, donde entra más
gente de balde que en los toros, quién no paga por jubilado, quién por estudiante,
¿pero quién paga la tarifa plena de autobús? Y encima de que los autobuses son tan
buenos, tan rápidos, tan frecuentes, tan baratos, pues resulta que Sevilla debe de ser la
ciudad de España donde menos se coge el autobús. Hagan la prueba. Cuenten el número de
viajeros en cada autobús que vean. Van siete, ocho... Quince todo lo más. Incluso en
horas puntas. Los mejores autobuses, pero los más vacíos de España. Todas las entradas
son con asiento, de poca gente que va. Como que a veces pienso si no nos saldría más
barato que Tussam les pagara un taxi a esos siete locos que cogen el autobús.
Miércoles 26:Contra
la abstención
Primero llegó la tarjeta de la Oficina del Censo Electoral (gobierno
central de Madrid) diciendo: "En las listas electorales que se utilizarán en las
próximas Elecciones figura Ud. inscrito en el Municipio de Sevilla, Distrito tal,
Sección cual, Mesa tal y cual." Ahora llega el tríptico del Ayuntamiento de Sevilla
que pregunta en la portada: "¿Conoce usted cuál es su colegio electoral?" Y
responde dentro, cuando se abre la tela del telón informativo. Te dice dónde está tu
colegio electoral, trae el mapa general del distrito con un círculo en el sitio donde se
encuentra, una ampliación luego de ese callejero, con tu sección electoral... De todo.
Hasta las señas y el teléfono de la Oficina del Censo Electoral y el teléfono general
de Información Municipal, un 900 para llamar baratito. Y por si quedaba algo, para que no
le falte un perejil (ni un Sacri), el horario de las votaciones y las generales de la ley
de que hay que llevar el carné de identidad. La mejor lucha contra la abstención es la
información.
Martes 25: Dos
valiosos positivos
No son dos puntos para el Sevilla F.C., al que felicitamos por la alfombra
colorada que tiene tendida para volver a su sitio. Son dos valiosos positivos ganados por
los pueblos a la capital en el reparto de los 31 diputados provinciales. La aljarafeña
Cornisa de Cemento tiene su correspondencia electoral. Parte de los electores de la
capital de hace cuatro años votarán el 13-J en Tomares, en Mairena del Aljarafe: donde
se han ido a vivir. La sangría demográfica de la virtual Área Metropolitana ha quitado
a Sevilla capital esos dos diputados, que la Junta Electoral ha dado a los pueblos: uno a
Osuna, otro a Carmona. Traduzco: dos diputados más para el PSOE, sobrado de votos en esos
partidos judiciales. Y sigo traduciendo: si el PSOE le quita al PP dos diputados
provinciales, tendrá más fuerza aún en la Diputación. Se revaluará esa moneda de
cambio en el más que previsible (y lamentable) trapicheo y cambalacheo del PSOE con que
el que está repartiendo estampitas tan carísimas, ¿de dónde sacará el dinero?
Lunes 24: La
Cornisa de Cemento
Antes era La Cornisa del Aljarafe. Habrá que empezar a hablar de La
Cornisa de Cemento. Verdaderamente espantosa. Si Los Remedios fueron presentados en un
congreso como lo que no se debe hacer, el Aljarafe puede ir directamente al Museo de los
Horrores Urbanísticos. En Castilleja de Guzmán denuncian que el Ayuntamiento ha hecho
urbanizable el 85 por ciento del término municipal. No hay errata: el 85 por ciento del
término se puede edificar. Y recalificar. Y especular. Y ponerlo almacigadito de casitas
adosadas. Endosadas a Sevilla. Porque los que se van a vivir a Castilleja de Guzmán
trabajan, van al cine, compran, estudian, aparcan, van al médico en Sevilla. Es decir,
que, además de que estos tíos hayan destruido el paisaje del Aljarafe, los sevillanos
estamos pagando con nuestros impuestos los servicios públicos que utilizan sus vecinos
aquí, no en Castilleja de Guzmán o de la Cuesta, no en Tomares, no en Gines. El
Ayuntamiento de Sevilla debería exigir a la Cornisa de Cemento un fondo de compensación
interterritorial.
Domingo 23: Domingo
del Rocío
Hoy, por no haber, ni hay novillada de abono en la Maestranza, esos
carteles donde Canorea pone al hijo de un crítico, un recomendado de Tulio y un protegido
de Nicolás Osuna. Domingo del Rocío. Un millón de personas en la aldea. Hay que verlo
por el otro lado: un millón de personas menos en Sevilla. No se lo digan a nadie, pero
hoy sí que la ciudad es una maravilla. Desierta, tienes a Sevilla para ti solo si sales a
pasear. Encuentras aparcamiento junto a la Campana y hay un silencio especial. Si nos
admiten un consejo para saborear una Sevilla antigua, dormida en el tiempo, cojan a la
hora de la siesta, a las tres y media o las cuatro, entren por el Arco de la Macarena y
vayan calle San Luis adelante, por el antiguo camino real, hasta la Catedral. Verán
iglesias góticas. Espadañas. El virreinal San Luis de los Franceses (endecasílabo).
Pájaros cantando. Campanas. Los rojos gritos de las buganvillas desde las tapias
encaladas. Nadie por las calles. Eso sí: cuidado con los tironeros. No se puede ir
haciendo el turista así como así...