Así
que vengo del Mercadona de la joven Sevilla de
Los Bermejales, de comprar arena para el cajón
sanitario de mis limpísimos gatos Remo y Rómulo,
y en la rotonda de la antigua Barriada Elcano me
saluda en su valla electoral la sonrisa de Don
Monteseirín con su lema de campaña. Un lema de
cinco ojús, de cruzar los dedos, tocar madera y
rezar cada uno lo que sepa, porque es como una
amenaza:
«Haremos más».
-¿Más desaguisados
todavía, hijos míos? ¿Es que no os habéis
hartado con todas las perrerías que le habéis
hecho a Sevilla?
Y pienso en
beneficio de Don Monteseirín (que será lo que
quieran, pero muy buena gente) que el «Haremos
más», amenaza en forma de lema, es un error
electoral. Que un mal lema lo pone cualquiera.
Como lo de Paulino Plata en Marbella, que tenía
su relamida foto puesta en una valla junto a un
lema que decía:
«Marbella merece
más».
Y debajo puso con
brocha gorda la guasa malagueña:
-Por supuesto.
O como el otro
lema de Don Monteseirín, el de las famosas
velitas del cumpleaños que le encendieron las
páginas de publicidad de las asociaciones de
vecinos no arrimadas al pelón y al perol de las
subvenciones: «Cumplimos». Me han mandado desde
Sevilla Este la foto de una valla de Don
Monteseirín con su retrato y el «Cumplimos». Y
un descendiente del moro que con cisco picón
puso en la Puerta Carmona lo de «Esta es la
ciudad de la confusión y el mal gobierno», ha
añadido bajo el «Cumplimos»:
-Con la ETA.
«Haremos más»
creía yo que era una frase desafortunada. Los
cinco minutos tontos que todos los candidatos
tienen. Pero entro en el sitio oficial electoral
de Don Monteseirín en Internet, en
www.sevilla2007.psoeandalucia.com, y me sale
arriba en la pantalla: «Alfredo Sánchez
Monteseirín - Haremos más». Vaya tela. Ojú. Así
que la amenaza del «Haremos más» va en serio. En
vez de estarse quietecitos y dejar a Sevilla
tranquila, limpia, vigilada, segura, bien
comunicada, sin atascos, con aparcamientos y sin
facturas falsas ni robos de carpas.
-Vamos, que
piensan seguir cargándose a Sevilla, por coj...
Lo cual les
advierto, para que sepan con quién se juegan los
cuartos. Si ese amenazante «Haremos más» es
divisa oficial de la futura actuación de Don
Monteseirín, significa que Sevilla no sólo se va
a quedar con un tranvía del Guinness Book, el
tranvía más corto y más caro del mundo. Haremos
más. Más tranvías superfluos que no solucionen
ni los atascos ni el transporte. Más derroches
de 80 millones. Lo de la Puerta Jerez no se va a
quedar así. No les basta esa plaza que te pones
allí y parece que estás en cualquier sitio menos
en Sevilla. Haremos más. Más chorradas en forma
de plaza. Las setas de La Encarnación no se
quedarán así. Haremos más. Más metropoles
parasoles absurdos. Los dos primeros cojos que
haya atropellados por ese tranvía que le cortará
una pierna a media Sevilla no serán los únicos.
Haremos más. Más cojos, que la ortopedia de
Pedro Jiménez tiene que comer, y eso que la han
quitado de la Avenida, donde estaba a pie de
obra. El inútil carril de las dichosas
bicicletitas no se quedará en los 77 kilómetros
del actual chantaje de la torrija ecologista-comunistona
del Tío de la Pipa y la de los faralaes
republicanos. Haremos más. Más carriles bicis,
hasta que no quede un aparcamiento vivo. La Piel
Sensible de La Alfalfa no se quedará allí.
Haremos más pieles sensibles, desaguisados y
barrabasadas.
Aún está usted a
tiempo de rectificar, Don Monteseirín. Se lo
digo con la mano en el corazón. Para
tranquilidad de todos, en lugar del «Haremos
más», diga que no lo va a hacer más, que ya va a
ser bueno y nos va a dejar a Sevilla siendo
Sevilla y no como una sucursal de Düsseldorf. Si
quiere que le votemos, en vez de «Haremos más»,
diga: «Palabrita que no lo vamos a hacer más». Y
como usted es hombre de palabra...