Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


La vaselina, la vaselina...

COMO estamos en vísperas de la Virgen del Carmen, que es cuando oficialmente comenzaban los baños, ya tenemos aquí la canción del verano. La canción del verano, por lo que respecta a Sevilla, es de Georgie Dann como marca la tabla, ese artista de nacionalidad incierta, con apellido de la marca de cerveza que ponen en La Raza y en las Bodega Salazar de la calle de la Mar, que a muchos nos recuerda nada más verlo al inolvidable Peña de Cai, el Príncipe Carlos del cuarteto «La boda del siglo».
—Lo que pasa es que El Peñita de Cai tenía siete mil millones de veces más gracia que Georgie Dann.
La canción del verano de Sevilla es de Georgie Dann, pero no la ha escrito Georgie Dann. Tengo que mirarlo en los archivos de la Sociedad de Autores, alias SGAE, pero me parece que la letra es de un tal Sánchez Monteseirín y la música, de un tal Martínez Salcedo. ¿Que cómo se titula la canción del verano de Sevilla? ¿Pues cómo se va a titular? «La Vaselina». Es como La Barbacoa de Georgie Dann, pero sobre los railes del tranvía. Dice su letra:
La vaselina, la vaselina,
que te la meten
si te descuidas...
No pienses mal, no pienses mal,
que es el tranvía,
mas por detrás.
Como con el tranvía nos la metieron doblada, ahora le tienen que poner vaselina. Y no es que yo esté hoy más salido que las viejas verdes que van al programa de María del Monte en Canal Sur, pero la vaselina para que nos metan el tranvía es lo más erótico que se despacha. Y más erótico todavía, pero, vamos, de Sex Shop o de reunión de señoras con el Tapergüer Porno, si se piensa que al tranvía le van a poner vaselina porque tiene un anillo vibrador que es demasiado para el cuerpo.
Si aquí hubiera vergüenza, alguna entidad ciudadana ya habría colocado un sismógrafo junto a la Catedral, para medir daños de las vibraciones del tranvía. Lo malo no es el ruidazo que produce el tranvía, ruido propio del Ave de la Señorita Pepis que es en realidad. Lo peor es la vibración. No hace falta que el Muñidor de la Mortaja pegue los campanillazos de sus fúnebres esquilas para decir que se acerca el tranvía. El temblor del suelo lo anuncia. Y el castañeteo de los cristales de las casas. Cada cinco minutos hay un terremoto en la Avenida. Si pusiéramos ese sismógrafo, demostraríamos científicamente que el tranvía le producirá a la Catedral mucho más daño que ocasionaban los autobuses, los taxis y los coches. A esa Catedral a la que han dejado tan blanca por la Puerta de la Asunción que parece el anuncio de un detergente. Es lo que nos cuenta, atribulado, un sevillano que leyó lo nuestro del muñidor del otro día: «Salía ayer de la FNAC y oí y noté que la tierra temblaba. Mi mujer me indicó que por el Arquillo venía el tranvía. El tranvía fúnebre, oscuro y vacío, del que usted hablaba el lunes. Iba despacio, y aun así el sonido parecía salir de las entrañas de la tierra. Realmente desagradable. Impresiona cómo todo retumba y vibra bajo tus pies. Y pensé en la Catedral y en sus piedras, y en los dos motivos principales de la falsa peatonalización: la contaminación del tráfico rodado que ennegrece y roe la piedra, y las vibraciones de las autobuses, que acaba desajustándolas y agrietando el monumento. Pues fíjese, creo que los 300 autobuses que recorrían diariamente la Avenida, todos juntos, no agitan tanto los cimientos, muros y pilares de la Catedral como lo hace uno sólo de estos tranvías.»
¿Y las vidrieras de la Catedral? Si vibran y tiemblan y parece que se van a romper los cristales de las oficinas y los pisos, ¿qué no será de las emplomadas vidrieras artísticas de la Catedral? La vaselina del tranvía es el clásico Pasaministros de Sevilla, el Mantente Mientras Cobro. Puede que quite el ruido, pero, ¿y la vibración? Pero como estamos en la ciudad alegre y confiada y los catetos de los sevillanos están encantados con la modernez del tranvía, pues todo se arregla echando una manita de albero, digo, de vaselina. ¿Cómo quiere usted que se la metan doblada, con vaselina o sin vaselina? (Y en vez de mandar los autobuses viejos a la dictadura cubana, ya que somos tan progres, ¿por qué no les mandamos mejor el tranvía nuevo?)

 

Articulos de días anteriores
Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 


Correo Correo


Clic para ir a la portada  

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés




 

 


 

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio