Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


En la mar no hay carril-bici

CON la piel más blanquita que han dejado las piedras de la Puerta de la Asunción de la Catedral, el sevillano estrena temporada de playa. Tela de clásico de almanaque. Inaugura los baños por la Virgen del Carmen, la que está en San Gil, cuyo escapulario su madre le echó al niño que en la copla de los campanilleros pilló la rueda de un carro en el Arco de la Macarena. (Escapulario como el que me han mandado los hermanos del Carmen de San Gil, que les agradezco. Necesario y muy conveniente para andar por Sevilla. Yo me he puesto ya mi escapulario del Carmen, antes que me pille la rueda del carro de un tranvía por la Avenida, o la rueda del carro de un ciclista por los 70 kilómetros de carril-bici. Que ahora repintan de verde. En La Palmera había un carril bici como de teniscuit, de color rosita. Eso no vale. Tiene que ser verde, que es como le gusta al tío de la cachimba y de la bimba. A pintar de verde todo el carril-bici de La Palmera se ha dicho, hasta donde pone Donmanué...¿Cuánto costará eso?)
Íbamos antes del inciso por el sevillano clásico que estrena veraneo por la Virgen del Carmen. El sevillano llega a su apartamento de Punta Umbría, de Chipiona, de Valdelagrana, de Conil. Y se harta de limpiar, como siempre que llega al apartamento. Ya saben: un apartamento de playa es aquel sitio que te deslomas limpiándolo cuando llegas, y que cuando lo has puesto como un jaspe, te tienes ya que venir, y así hasta el año que viene. Limpiado y escamondado el apartamento, el sevillano baja a la playa. Y por el camino, sombrilla y butaca en mano, le parece que la acera por donde siempre van la han puesto más ancha este año. Le comenta a su mujer:
-María, ¿tú no ves que esta acera está más ancha este año?
Y la mujer, sabia, sentencia:
-No, Pepe, ésta es la acera de toda la vida. Lo que pasa es que con la dichosa peatonalización tú ya has perdido la costumbre de ver aceras, y todas te parecen grandes.
Y entonces el sevillano cae en la cuenta de que este año sí que le va a sacar partido a la playa. Vaya descanso. Va a descansar de Sevilla, de los sobresaltos de Sevilla, de los desaguisados de Sevilla. Otros años bajaba a la playa mosqueado, porque sabía que se iba a encontrar a los domingueros que siempre plantan la sombrilla al lado, con la casé a toda pastilla, come que te come, chilla que te chilla, con la Mari llamando al Yónatan para que venga a comerse el picaíllo. (Yónatan: taurinísimo nombre por cierto. Ya lo vieron en el cartel de la nocturna del jueves, donde actuó Jonathan López, de la Escuela Taurina de Ronda. La que se está perdiendo Corrochano. ¿Se imaginan el título de la crónica? «Es de Ronda y se llama Jonathan».)
El sevillano este año da por buenos a los domingueros, al Yónatan, a la Yénifer, a las marías gritonas, al niño del pandero que te lo deja caer encima, a los tatuajes y pírcines de los canis con sus pantalones piratas, a las radios a toda potencia, a los niñatos dándote pelotazos, a los novios peloteando en la orilla con las palas y que te dan con la bolita en todo un ojo si te descuidas. El sevillano este año soporta la voz de la niña de la megafonía, que ya es soportar. ¡Qué dulce le parece! El sevillano este año está feliz en la misma playa contra la que el pasado despotricaba y prometía no volver. ¿Por qué? Oh, maravilla. Porque el redescubrimiento de la acera como Dios manda le hace valorar este paraíso de la arena. ¿Usted sabe la maravilla que es que no haya Monteseirín capaz de poner un carril-bici a lo largo de la orilla del mar, ni tío de la cachimba que le obligue? ¿Usted sabe lo que es poder pasearte por la orilla del mar a lo largo de la playa sin que te atropelle un ciclista? Y del tranvía, ni te cuento. ¿Usted sabe lo que es que no haya más vibración que la de las olas en la rompiente? ¿Usted sabe lo que es que dejen la arena como siempre estuvo, y que no haya quien llene aquello de granito gris al que llamen La Piel Playera Sensible, con sus correspondientes bancos de Ikea y sus farolas-supositorio? ¡Una maravilla! Dios creó la tierra y los mares. Y la playa, tan perfecta que no hay quien tenga cojones de ponerle un carril para que te atropelle el tío de la dichosa bicicletita.

 

Articulos de días anteriores
Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 


Correo Correo


Clic para ir a la portada  

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés




 

 


 

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio