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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


El Pelli, sevillano con torre

DIJE que la Torre Cajasol, o Torre Pelli, o Rascacielos de las Cajas Fusionadas...
- ¿Me permite una pregunta?
- Venia concedida.
- ¡Qué cosa más sevillana eso de las cajas fusionadas! Suena a sacramental que se fusiona con una de penitencia. Y mi pregunta es: en la fusión de El Monte con la Caja, ¿cuál era la sacramental y cuál la de penitencia?
- Pues me pega que la sacramental fuera El Monte, por sus vinculaciones históricas con la Mitra, por Álvaro Villagrán sin ir más lejos. El Monte aportaba la historia, la plata de su riquísimo patrimonio, el libro de reglas tan antiguo, la tradición de haber tenido de empleado a Romero Murube cuando joven, en la oficina de la calle San José donde la gente iba a empeñar los colchones, perdón, las «unidades estáticas de descanso». Y la Caja era la hermandad de penitencia popular, la que tenía un mayor número de hermanos, la más arraigada en su barrio, que es Andalucía la Baja.
Aclarada la pregunta continúo diciendo que la Torre Cajasol, o Torre Pelli o Rascacielos de las Cajas Fusionadas ha sido defendida por su autor como «muy sevillana», cuando tiene de sevillana lo que el rácano Pedro Solbes de generoso a la hora de las propinas. Lo único sevillano de la Torre Pelli es el apellido de su autor. Tela de sevillano. Pero si se usa no como apellido, César Pelli, sino como apodo: El Pelli. Si el tío dice que su torre es tan sevillana, debe empezar por el modo de nombrarla. No es lo mismo «la Torre Pelli» que «la Torre de El Pelli». Que suena a Torre de los Perdigones. Propongo, pues, a Cajasol con la camisa nueva de su torre que, ya que no el edificio horroroso que humilla a la Giralda, que sevillanice al menos el nombre del arquitecto argentino César Pelli, y que sea a partir de ahora El Pelli de toda la vida. Más típico no lo hay. ¿A que El Pelli suena hasta a nobilísimo capitán antiguo de los armaos? ¡Y qué gran nombre de costalero, El Pelli! Costalero antiguo, de los profesionales, o de los punteros de ahora, de la primera trabajadera una buena cuadrilla de Cristo. El Pelli suena a patero:
- Pelli, llámate, corazón...
- No lo diga usted muy fuerte, porque como se entere una junta de gobierno que yo me sé, coge y quita a El Pelli de la primera, diciendo que como es tan alto como su torre, fuera...
Sin salir de fías, porfías y cuestión de cofradías, El Pelli puede ser también perfectamente un saetero. Un saetero de pellizco. Es que lo están oyendo:
- Mira, si vieras anoche, la que te perdiste por no ir a ver entrar mi cofradía. ¡Qué saeta le cantó El Sacri al Cristo! Y luego, cuando la Virgen iba a entrar, salió en el mismo balcón El Pelli y acabó con el cuadro. ¿Tú no has oído cantar una saeta por martinetes, de las antiguas, a El Pelli? Mira, todavía tengo los vellos de punta...
El Pelli canta tan bien porque es de la escuela de El Pali. ¡La de tintos que se tomó El Pelli con El Pali en el Blanco Cerrillo de la Casa La Moneda! Lo del El Pelli, me contó Paco Palacios, es un apodo que le viene del muelle. El Pelli trabajaba en el muelle, de listero con los barcos de la Casa Ybarra que iban para la Argentina. Y como era tan friolero, se ponía una pelliza en septiembre y no se la quitaba hasta junio, como el célebre paletó de Joaquín el de la Paula en Alcalá. Y de tanto verlo la gente de la colla por allí con la pelliza, El Pelli, apócope de El Pelliza, se le quedó. Otra teoría (defendida por Aurelio Verde, por Emilio Jiménez Díaz y por Antonio Ortega, el biógrafo del Bizco Amate) sostiene, empero, que el apodo no era del propio Pelli, sino que lo heredó de su padre, un viejo cantaor que se buscaba la vida en la Alameda, antes que la Alameda fuera Marina Dor, que andaba por allí por La Sacristía, por Las Maravillas y por Las Siete Puertas, compañero de Manuel Torre. Bueno, tan compañero, que era precisamente el encargado de ir a comprar jamón a un ultramarinos de la Europa para dárselo de comer a los galgos de Manuel Torre. Y como El Pelli estaba canino, ¡le pegaba unos toques al jamón de los galgos cuando venía por el camino con el papelón! Pero más sevillano no podía ser. Así que ya lo saben. Esa torre es tan sevillana porque la ha proyectado El Pelli. El mismísimo Pelli en persona.
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