Cuando el PP estaba en el Gobierno de la nación, dije que con tal de no hacer como los de antes, como los sociatas, terminaron haciendo lo mismo que los de antes. Y ponía el ejemplo de Televisión Española. Cuando el PSOE llegó al poder en 1982, hizo en TVE una limpia importante, echó a los otros y puso a los suyos. Vamos, yo creo que, por limpiar, hasta echó a las señoras de la limpieza y puso a señoras progresistas de la limpieza. De los telediarios a la carta de ajuste, había un tío con carné del PSOE en todos los puestos importantes.

¿Y qué hizo el PP en TVE cuando llegó al poder? Pues con el complejazo que la derecha tiene siempre encima, intentar por todos los medios no hacer como los de antes. ¿Qué hicieron los de antes, colocar a los suyos? Pues nosotros no haremos igual: colocaremos a los otros, para que no nos digan fachas. Con lo cual, el PP colocó a los mismos progres de pesebre, progres de granja, que había puesto el PSOE. Con tal de no hacer como los de antes, terminó haciendo igual que los de antes. Y llenó a España de enemigos en nómina y en plantilla, que así se la jugaron cuando llegó el 11-M.

En el Ayuntamiento, Zoido corre el mismo peligro que el PP en el Gobierno en 1996. Que le entre el complejo de derecha, quiera aparentar progresismo y al final termine haciendo lo mismo que Monteseirín y el Tío de la Mariscada. El comienzo del mandato ha sido un poquito así, la verdad, de pastelería filella. Si los otros no le daban a la oposición (que era Zoido) ni agua, ¿por qué ahora el PP le tiene que dar minillas enteras a quien todo se lo negó durante los manda(rina)tos de Monteseirín, que ni tenía la mayoría absoluta ni era la lista más votada? Me pareció un error que Zoido derogara la prohibición de que la oposición pueda fisgonear por los expedientes, como decretaron Monteseirín y el Tío de la Mariscada. Y me ha parecido otro error que meta a la oposición en los consejos de las empresas municipales, de donde los anteriores echaron el PP. Con estos paños calientes y yendo a papitos con la oposición, metiéndose en la pastelería, parece que Zoido está pidiendo perdón al PSOE por haber ganado las elecciones, cuando no tiene nada que hacerse perdonar y mucho que celebrar... y mucho que no defraudar a los 166.000 sevillanos hartos de coles que dándole la mayoría absoluta dijeron que ya está bueno lo bueno.

Por eso me parece muy bien la derogación del Plan Centro: es el comienzo del «vamos a dejarnos de complejos de la derecha y de pedir perdón por haber ganado las elecciones». Óle por el decreto derogatorio de Demetrio Cabello, al mismo nivel administrativo con que Fran Fernández impuso por las bravas el Plan Centro, que aquello sí que fue un decretazo, sin consultar con nadie y sin escuchar a nadie. ¡Así se hace, Zoido! Con dos co... y con veinte co...ncejales, no se olvide. Con veinte concejales sobre la mesa. Y con la mayoría absoluta. Y con 166.000 sevillanos que votaron mandar a tomar por saco el malhadado Plan Centro. A ver si empezamos a dejar de pedir perdón por haber ganado las elecciones, Don Zoido. Y si protestan, que protesten. Los otros no le echaron la menor cuenta a la CEA, ni a la CES, ni a Aprocom, ni a los vecinos del centro. Así que imagínense la cuenta que le tiene que echar Zoido a los que protestan ahora, a la Asociación de Peatones Progresistas, a la Asociación Cultural El Cochecito de San Fernando, a la Unión Democrática de Gorrillas y a la Federación de Usuarios de Bicicletas de Montaña. Zoido ha liberado al Centro de la ruina y del absurdo del cuento del alfajor de la falsa movilidad progre como los aliados libraron a París de los nazis.