Si yo digo que
el futuro está en la red no creo que me confundan con Iker
Casillas. Digo la red de Internet, la de Kiosko y Más para
leer ABC en primera edición a las 12 de la noche; la de los
correos electrónicos; la del Tuíter y la del Féisbu, que
tiene nombre de antigua tienda de tejidos de la familia
Bourrellier en la calle Cuna. Féisbu me suena a Almacenes
Ferbu, acrónimo de Fernando Bourrellier Paz, y cuya
inauguración con proyecto de Antonio Delgado Roig y Alberto
Balbontín fue todo un acontecimiento en la Sevilla de 1954.
Y en esa red que nos ha hecho irnos por los cerros de Úbeda
de la historia de la calle Cuna, ABC dedica tela de atención
al máximo deporte sevillano: el tapeo. Para mí que el tapeo
es el principal deporte popular sevillano. Esos vascos con
el pescuezo así de gordo, que tienen unos morrillos de los
que decía El Pali que se podía escribir en ellos El Quijote
con la maja del gazpacho, ¿no se dedican a cortar troncos y
a arrastrar piedras? ¿Y no se dedican los catalanes a formar
torres humanas subiéndose unos encima de otros, y pegándose
unos pellejazos bastante importantes cuando aquello se
desequilibra al querer poner en todo lo alto a un niño chico
que el pobre no tiene culpa de nada, y menos de haber nacido
catalán? Pues el deporte popular de los sevillanos es el
tapeo. Descubrir sitios donde ponen buenas tapas. Poco menos
que obligar a los amigos a ir a probarlas:
-- Te voy a llevar yo ahora a un sitio que verás tú que
ensaladilla ponen. Mejor que la de Mariscos Emilio...
Antié. Pero por co...cretas te lleva a probar aquella
ensaladilla que no tiene nada que ver con la excelsa de
Antonio Guerrero, pues resulta ensaladilla de tapar
desconchones. Bueno, pues como les iba diciendo, el ABC de
Internet, que con sus Siete Enanitos y muchas otras
iniciativas gastronómicas reconoce la importancia que tiene
este deporte popular sevillano del tapeo, ha hecho ahora la
encuesta que leerían el sábado. Miles de abecenautas han
elegido las tapas preferidas por los sevillanos. Y ha salido
algo que al igual que Alberto García Reyes ha bordado en un
bastidor de albero (de los chinos) sus crónicas de la Feria
de la Crisis y de la crisis de la Feria, es también una
radiografía de esta Sevilla tiesa como la mojama. Los
caracoles han desbancado al jamón serrano como la tapa
preferida por los sevillanos. Es el mejor símbolo de la
crisis. A la fuerza ahorcan. Es más: el jamón ha pasado, del
tirón, de la primera a la última posición, la décima. Corren
malos tiempos para la lírica y para Jabugo. ¡A chupar
caracoles se ha dicho! A sacarlos con un palillo de dientes
como quien extrae el tesoro del Carambolo. Del cante por
serranas del jamón hemos pasado al cante por caracoles:
mocita, ¿qué ha dicho usted? Que estamos todos tiesos, y
vamos tirando, y óle. Porque la segunda tapa preferida,
desbancada la carrillada, es la croqueta. La Muy Cofradiera
Croqueta Sevillana. Cada sevillano, como saben, tiene
escrito su pregón de Semana Santa y cada esposa de
sevillano, por si un día lo nombran, tiene en el congelador
un paquete de croquetas de Mercadona para freírlas en un
periquete y recibir a los señores del Consejo que le traigan
la noticia. La croqueta pregonera es tan cofradiera como los
pavías o las espinacas que servía en El Rinconcillo el pobre
de Fernando Salas, por quien en aquel templo de la calle
Gerona guarda luto hasta el jamón de las tortillas.
Así que con su encuesta sobre las tapas, los abecenautas le
han dado a la crisis en tó el bebe.
-- ¿Qué bebe?
-- Tinto con casera blanca y una tapita de caracoles, que
está la cosa mú achuchá...
|