Miré los muros de la patria mía...
-- Y un letrero ponía "Se vende"... ¿No te jode el Quevedo,
con los muros de la patria mía?
No es que yo sea Quevedo, pero los muros de la patria mía sí
que están ahora que da penita verlos y no en aquellos
entonces quevedescos. No se sabe qué es peor: si el
desprestigio de la casta política, o la crisis, o el paro, o
la deuda, o el problema que los españoles estamos haciendo
con Cataluña, donde como ustedes bien saben no existe el
menor problema, salvando, claro está, los de Messi. Qué
ganas tiene la gente de ver problemas donde no los hay...
¡Cuidado que decir que es un problema que una región pida su
independencia "sí o sí" y pregone al mundo que "Catalonia is
not Spain"; que en una parte del Reino de España no se
cumplan las leyes ni las sentencias de los tribunales; que
desde una TV pública le aventen al Rey cuatro tiros; que te
multen por rotular tu negocio en español; que tus hijos no
pueden aprenderlo en la escuela; o que te agredan por la
calle si vas con la bandera nacional y llevas a tu hija con
la roja camiseta de la selección! No tenemos remedio:
cuidado que decir que Cataluña es un problema, cuando
hablando se entiende la gente...
Lo que más me sorprende en los muros de la patria mía es que
nadie haya puesto nunca una pintada contra el verdadero
organizador del presente caos. La progresía andante repite
que están pagando la crisis los que no la provocaron,
sufridores de los recortes. Pero nadie dice quién nos llevó
al caos. Crece el desprestigio de la clase política, pero en
general, sin dar el nombre de quien nos llevó a esto, ni de
su partido. Me encuentro a un harto de coles y me dice: "A
los funcionarios les rebajan el sueldo, hay reforma laboral,
la clase media paga más impuestos, los emigrantes no tienen
sanidad... Hasta las televisiones privadas no tienen dinero
para retransmitir a la selección española por primera vez en
50 años... Y a la clase política ¿cuando le toca?".
Nunca. Por solidaridad de cuerpo. El corporativismo de la
clase política exculpará ahora a Más como exculpó al padre
de las niñas de Zapatero. Ay, si hubiera sido un Gobierno de
derechas el que nos hubiera llevado a esto... Las turbas de
la chusma estarían pidiendo la cabeza del anterior
presidente como la piden del actual, que se lo encontró todo
hecho y sin un duro. Aquí se ha ido de rositas el anterior
presidente del Gobierno, que en cualquier país civilizado
estaría ya empapelado, al menos por incapaz y falaz. No he
visto en ninguna manifestación que nadie culpe de nada del
caos actual al padre de las niñas de Zapatero. El otro día,
cuando un sindicato no estabulado ni trincón, el CSIF,
intentó sacar en Sevilla en una manifestación una pancarta
que ponía "Griñán y Valderas nos roban la cartera", los
neoverticalistas del pesebre les rompieron la cara a sus
portadores. Quien nos roba la cartera, como es sabido, es
Rajoy. Y nos la roba porque quiere, un caprichito de este
fascista, no porque el padre de las niñas de Zapatero dejara
a España así. Repasen la debacle, si no. ¿Quién negó la
crisis muchas más veces que San Pedro a Cristo, sin tomar
medidas? ¿Quién empezó a coleccionar millones de parados?
¿Quién hocicó ante la criminal ETA y la puso en las
instituciones? ¿Quién dijo que la España de Bankia tenía el
sistema financiero más sólido del mundo? ¿Quién nos endeudó
hasta las cejas derrochando el dinero que no teníamos en el
absurdo Plan E? ¿Quién le dio alas al separatismo catalán,
sacando adelante su embarrancado Estatuto? Del padre de las
niñas de Zapatero, apalancado en el Consejo de Estado, nadie
dice nada. Y cuando miro el "Se vende" en los muros de la
patria mía, me gustaría decir como en el final de los
antiguos triunfales estrenos teatrales: "¡Que salga el
autor!" Por lo menos, para darle una catea de cosquis...
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