-- Pues me han dicho que en esa caseta hacen muchos el calentamiento por la banda para saltar el martes al terreno de juego del albero como Gorrones de Feria.

No seré yo quien lo desmienta. ¿Habrá algo más bonito y más clásico y sevillano que un buen gañoteo en la Feria, que ir de gorra y de valvulina? Hay que proteger al Gorrón de Feria, especie en extinción a causa de lo cortitas que están siendo las convidás con la crisis, el langostino es una especie a extinguir. Y si siempre he empezado la Feria con el potaje de Miguel Gallego, hogaño la inicio antes, ahora mismito, con este rebujito que lleva manzanilla de actualidad y las burbujas del sevená de la guasa marca de la casa.

Ay, Macarena.- Para cometer tropelías hay nocturnidad y hay estivalidad, que es publicar las leyes en el BOE en pleno mes de agosto, para que nadie se entere. La Junta ha inventado la semanasantidad: publicar las jangás en el BOJA el Martes Santo, para que nadie se entere. Así han decidido fusionar, como si fuera una sacramental con una de penitencia, el Hospital Virgen Macarena con el Virgen del Rocío. Y sus trabajadores temen que estos profesionales del agnosticismo les borren sus nombres de Vírgenes. En el Macarena, de momento, ya ha desaparecido el rótulo. Dicen que por obras. Sí, sí, por obras... También descolgaron por obras los crucifijos del Cristo de la Buena Muerte en las aulas de la Universidad Hispalense y hasta hoy, nunca los repusieron. Espero que rocieros y macarenos impidan que quiten el nombre de la Virgen donde más falta hace, en el hospital, para encomendarse a Ella. Y que el Ayuntamiento de la Ciudad que lleva el título de Mariana no se quede callado. ¿Y saben una cosa? Que aunque el SAS les borre el nombre de sus Vírgenes a los dos hospitales, los sevillanos los seguirán llamando como se han llamado siempre, o sea "El Macarena" y "El Virgen del Rocío". Será la mayor venganza contra estos tíos, que no es que hagan uso de la libertad religiosa, sino que sin respetar los sentimientos de devoción de la gente arrojan a la cara de muchos de sus votantes un trasnochado laicismo agnóstico. Ellos le podrán poner a los dos hospitales fusionados a la mayor gloria de los grandes sueldos de sus barandas un mamarracho de nombre de los que les gustan, tipo, "Área y Áreo de Hospitalización Fusionada y Normalizada", pero El Macarena seguirá siendo El Macarena y el Virgen del Rocío seguirá siendo El Virgen del Rocío. Por cierto: ¡Viva esa Virgen del Rocío! ¡Viva la Esperanza Macarena!